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"Entonces ahora sois...¿amigos con derechos?" Jimin ladea la cabeza con confusión, y su ceño se frunce levemente.

Taehyung arruga la nariz, la palabra amigo, no encaja para nada con su relación "Enemigos con derechos, diría yo." corrige, con un encogimiento de hombros. Jimin asiente levemente, con los ojos entrecerrados.

Tras su pequeña conversación en el coche, Jungkook y Taehyung habían acordado una especie de relación mutuamente satisfactoria en la que se acuestan de vez en cuando y el resto del tiempo siguen odiándose.

Kim sigue preguntándose qué es lo que tiene de especial que hace que el azabache quiera romper su racha de una persona por noche para dedicarse a discutir y acostarse con él. Temiendo una respuesta como la que recibió la primera vez, el peliazul se abstiene de preguntar.

"Bueno, si mi mayor enemigo fuese un tío así de guapo yo también me lo tiraría." se carcajea el rubio, mientras Taehyung solo rueda los ojos.

Jungkook es atractivo y gilipollas a partes iguales. Sin embargo, también se preocupa por sus necesidades y le trata como a un príncipe después del sexo. Cuando Jungkook verifica que se encuentre bien y se dedica a limpiarle y mirarle como si fuese la octava maravilla del mundo, es el único instante en que el peliazul se asegura de que Jeon tiene sentimientos.

En cierta manera, el azabache es un completo misterio. Un rompecabezas que el peliazul es incapaz de resolver.

"Jungkook..." empieza Yoongi, mirándolo con ojos cansados. El mencionado decide que no le apetece para nada escuchar lo que el contrario tiene que decir.

"No es lo que estás pensando." lo corta el azabache, viendo al contrario chasquear la lengua "Es sexo casual, nada más. Solo que con la misma persona." se encoje de hombros, dándole una última calada a su cigarrillo y expulsando el humo por la boca.

"Sabes que solo me preocupo por ti, Kook. Tus relaciones causales nunca me han parecido sanas, pero no soy quien para juzgarte. Solo no quiero que esto acabe haciéndote daño, tío." le dice Min, mientras Jungkook aprieta la mandíbula, jugando con el mechero entre sus manos.

"No va a pasar." masculla tajante. Yoongi solo suspira, dándole una pequeña palmada en el hombro a modo de apoyo.

"Solo recuerda que estoy aquí para ti, ¿vale?" le dice Yoongi, con una pequeña sonrisa de labios cerrados "Y no te cierres puertas. No todo el mundo va a ser como ella." le asegura, y el pelinegro traga saliva, sorbiendo por la nariz y apartándose el pelo de la frente. Le dedica al contrario un asentamiento de cabeza, dando la conversación por zanjada.

A Jungkook no le gusta hablar de sus miserias con nadie, ni siquiera con Yoongi. Y menos de esa en específico. Agradece que Min esté ahí para él, lo ha estado siempre; pero en ocasiones desearía simplemente poder bloquear de su vida a todo el mundo, para que nadie pueda cuestionar lo que hace o deja de hacer. Si él quiere o no involucrarse con Taehyung, es su problema. Es lo suficientemente mayorcito como para tomar sus propias decisiones.

Taehyung no va a hacerle daño, porque no son nada. Una simple relación casual, y nada más.

Pero, cuando lo ve pasar delante de él, con sus camisas extravagantes y ese pelo azul que le cae sobre la frente como una cascada, de pronto todo se vuelve un caos en su cabeza.

Taehyung lo mira por el rabillo del ojo, y el azabache le guiña un ojo. Kim aparta la mirada, rodando los ojos con las mejillas sonrojadas.

"¡Hola, Jungkook!" exclama Jimin a su lado, de forma para nada discreta. Taehyung reprime el impulso de estrangularlo con sus propias manos.

Jungkook le regala una sonrisa ladina, sin apartar la vista de la forma en que Taehyung tiene las orejas excesivamente coloradas. A Jeon le vuelve loco cuando se sonroja, sobre todo si él es la causa de su rubor.

neighbours [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora