Taehyung recorre los pasillos de la universidad casi corriendo, en busca de Jungkook. Tiene una suerte de mierda, y está completamente seguro de que el azabache ha malinterpretado la situación, y que debe de sentirse terriblemente humillado y dolido en ese instante. Quizá se está poniendo en demasiada estima al pensar que Jeon lo quiere tanto, pero prefiere hacerlo y acabar siendo él el humillado antes que no aclarar las cosas con Jungkook.
El pelirrojo es completamente consciente de que reaccionó como un gilipollas, y que la situación se veía jodidamente mal desde fuera, pero él nunca ha tenido que rechazar a alguien, y menos argumentando que está enamorado de otra persona. Nunca ha tenido que apartar a alguien que lo ha besado, sobre todo porque nunca nadie lo había besado sin su consentimiento. Nunca nadie le había pedido una cita sin conocerlo, ni había insistido tanto en ellos. Taehyung simplemente nunca ha sido tan popular románticamente hablando como para lidiar con ese tipo de situaciones.
Odia que todo eso haya pasado justo hoy, en su día especial con Jungkook. Odia no estar pasando el tiempo besándolo y mimándolo, en lugar de recorriendo todo el campus en su búsqueda para aclararle un jodido malentendido que realmente ni siquiera tendría por qué aclararle porque ni siquiera son pareja, pero Taehyung se siente en la obligación de hacerlo porque es el chico del que está enamorado y Kim no quiere que Jungkook se aleje de él por nada del mundo.
Además, una voz al fondo de su cabeza no para de recordarle el tipo de pensamientos que debe de estar teniendo Jungkook en esos instantes, y cómo la situación debe de parecerle demasiado familiar. El pelirrojo tiene ganas de vomitar ante la mínima posibilidad de hacerle tanto daño a Jungkook como esa gilipollas con la que salía en Busán. Se odia a sí mismo solo de pensar en hacer sentir al azabache tan reemplazable e insignificante como ella.
Jungkook nunca podrías ser insignificante ni reemplazable para él. No cuando es todo en lo que piensa, y todo lo que quiere. No cuando, al estar a su lado, Taehyung se siente la persona más afortunada del jodido universo.
Después de recorrer todo el campus de la universidad corriendo como un loco y recibiendo las miradas curiosas de todas las personas que se cruzaban en su camino, Taehyung llega a la conclusión de que el azabache se ha debido de marchar ya. Tampoco ve su coche en el aparcamiento, y eso realmente le desanima, ya que confirma su teoría.
Durante todo el trayecto en autobús que le lleva desde la universidad hasta su casa, se dedica a tratar de llamarlo, sin obtener una sola respuesta. Tras cinco mensajes y seis llamadas perdidas, decide que es suficiente. Puede que Jungkook no quiera hablar con él, pero Taehyung no va a simplemente rendirse cuando se trata de lo que tienen. Piensa luchar hasta el final, porque Jungkook merece la pena.
Mientras observa por la ventana cómo las calles de Seúl se inundan de gente y de coches que parecen ir a todos lados y a ninguno a la vez, llenando la carretera de un caos de volantazos y semáforos, Taehyung saca de dentro de su mochila su regalo de aniversario. Ha envuelto el vinilo que compró expresamente para Jungkook en un papel de regalo con estampado de IronMan, ya que sabe que es el superhéroe favorito del pelinegro, cosa excesivamente adorable. No se sentía capaz de esperar hasta su cumpleaños para dárselo, así que ha decidido aprovechar la situación.
En realidad, solo buscaba una excusa para hacerle un regalo al azabache, porque le encanta consentirlo de vez en cuando. Aunque Jungkook no quiera saber nada más de él (cosa que espera profundamente que no ocurra), Taehyung quiere que al menos tenga el vinilo. Se merece algo mucho mejor, pero el pelirrojo espera de todas formas que lo acepte.
Revisa una última vez su teléfono por si Jungkook ha decidido dar señales de vida, volviendo a guardarlo en el bolsillo de su pantalón al no haber recibido ninguna respuesta del pelinegro.
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neighbours [kooktae]
FanficJungkook es el humano más insufrible con el que Taehyung se ha topado nunca. En los dos años que llevan viviendo puerta con puerta, Kim ha aprendido que el chico de enfrente es un completo imbécil que no merece ni una pizca de su atención. Pero Jun...