Pasan tres días desde su último encuentro en el campus de la universidad hasta que Jungkook y Taehyung vuelven a verse. Durante el primer día, el peliazul no se siente preparado para encarar al azabache, así que sale más tarde de sus clases a posta y llega a casa deseando no cruzarse con él, haciendo el menor ruido posible para que el contrario no detecte su llegada.
En el segundo, Jungkook decide darle su espacio. El azabache no comprende del todo lo que sucede, ni por qué afecta tanto al contrario, pero decide esperar a que sea este quien decida encararle, y no atosigarlo buscándole en la universidad o mandándole mensajes. Lo mejor es que Taehyung se tome su tiempo y sea él quien le busque cuando se sienta preparado para ello.
Taehyung hace que Jungkook sonría más, razón por la cual el azabache no quiere agobiarlo y que todo se vaya a la mierda. Quizás es el rubor que se extiende por sus mejillas hasta la punta de sus orejas cuando Jeon le susurra cosas indebidas al oído, y cómo aún así le sostiene la mirada de forma desafiante. Quizá es lo cálido que se siente su pecho cuando le hace reír, y la sonrisa cuadrada de Taehyung sale a relucir, sintiéndose como la mayor recompensa que el azabache podría recibir. O puede que simplemente sean las ganas que tiene de estamparlo contra la pared y besarlo hasta que se quede sin aire cuando el peliazul le llama imbecil, gilipollas o simplemente lo mira con sus orbes cargados de un odio que Jungkook es consciente de que en realidad ya apenas existe.
Lo que Taehyung y él comparten se siente realmente bien. Se acuestan, no se piden explicaciones y conversan casualmente como si fuesen realmente amigos. Jungkook no está seguro de en qué momento han enterrado finalmente el hacha de guerra (o de si está verdaderamente enterrada siquiera) pero, mientras el peliazul le permita seguir haciéndolo rabiar, el azabache está bien con eso.
Aunque realmente no hay ninguna cláusula (imaginaria, claro está; porque no han firmado un puto contrato de follamigos) que impida Jungkook acostarse con alguien más, el azabache no lo ha hecho. Realmente, no tiene necesidad. En ese aspecto, Taehyung es todo lo que necesita para sentirse satisfecho; así que ¿para qué buscar en otro lado cuando puede tener al peliazul en su cama con tocar a su puerta?
Durante todo el tercer día, Jungkook se dedica a escuchar a Yoongi bromear sobre si está triste por no ver a Taehyung, mientras el azabache solo bufa, llevándose un cigarro a los labios mientras chasquea la lengua con fastidio.
Empezó a fumar poco antes de llegar a Seúl, y realmente no era algo que hiciese a menudo. De vez en cuando, cuando estaba estresado o en alguna fiesta. Últimamente, parece estar mucho más tiempo estresado de lo que le gustaría.
Sumándose al hecho de que sí está preocupado por lo que sea que sucede con Taehyung, están las bromas de Yoongi. El azabache siente que podría fumarse toda la cajetilla en media hora si sigue así.
Min y él se conocen desde hace años, lo ha visto en sus peores momentos y es consciente de que quiere lo mejor para él; pero hay algunas cosas que le hacen pensar demasiado. Taehyung y él no son nada serio, porque Jungkook no tiene relaciones serias. Yoongi sabe bien por qué. Sabe que Min jamás haría o diría algo para molestarle, pero el azabache no puede evitar pensar demasiado algunas veces.
Suspirando, Jungkook se frota los ojos con una mano en señal de cansancio mientras espera el ascensor. Normalmente suele usar las escaleras, pero ese día no se encuentra de humor. Subir los peldaños que le separan de su apartamento se siente como un gran esfuerzo en ese momento, y el azabache no está preparado mentalmente para asumir el reto.
Es una de esas tardes en las que solo necesita comida basura y alguna película mala con la que entretenerse. Cuando las puertas se abren para permitirle salir, el pelinegro mantiene la vista fija en su teléfono, decidiendo entre pedir pizza o hamburguesa.
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neighbours [kooktae]
FanficJungkook es el humano más insufrible con el que Taehyung se ha topado nunca. En los dos años que llevan viviendo puerta con puerta, Kim ha aprendido que el chico de enfrente es un completo imbécil que no merece ni una pizca de su atención. Pero Jun...