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Jungkook se toma su tiempo para desvestirlo, haciendo que Taehyung bufe con impaciencia. El azabache está siendo un jodido grano en el culo en ese instante, y si no se encontrase tan necesitado, el peliazul se habría levantado y se habría marchado hace rato.

Cuando por fin Jungkook termina de desvestirlo, Taehyung suspira "Eres un imbécil." masculla, haciendo sonreír al pelinegro.

"No creo que sea para tanto." farfulla Jungkook contra su cuello. Sus dientes rozan la piel sensible de este, haciendo jadear al contrario en respuesta.

El peliazul se agarra a sus hombros, antes de deslizar las manos por su pecho y hasta su abdomen, llegando a la cinturilla de sus boxers negros.

"Quítate esto." exige, todavía sin mirarlo.

Jungkook suelta una carcajada "No seas mandón, precioso." se burla, besándolo antes de que Taehyung pueda replicar.

Este se dedica a morderle levemente el labio inferior en señal de desaprobación. Jungkook le acaricia la mejilla con el pulgar en señal de disculpa.

Finalmente, el pelinegro se estira hasta la mesita de noche, agarrando el lubricante y los condones y haciéndole un gesto a Taehyung para que se acerque. Le gustaría besar a Taehyung toda la noche, pero él también necesita tener al peliazul pegado a su cuerpo lo antes posible.

El contrario obedece a las palabras del azabache, viendo cómo Jungkook se sienta sobre la cama, palmeándose los muslos para que Taehyung se siente sobre estos.

"Voy a prepararte, precioso." murmura, besándole el cuello. Taehyung hace un sonidito de afirmación, dejándose hacer entre los brazos del pelinegro.

La piel de Taehyung es suave y delicada, y encaja a la perfección entre los dedos del pelinegro. Jungkook está embobado con la forma en que su tez canela se mezcla con la suya, y en cómo el peliazul suspira bajo su toque.

Taehyung gime sin vergüenza cuando el azabache empieza a prepararlo, agarrándose fuerte a sus hombros y pegando su frente a la del contrario.

"Kook... Oh, Dios." murmura, con las mejillas rojas.

No sabe si es el hecho de que ha pasado algo de tiempo desde la última vez que se acostaron, o lo guapo que se ve Jungkook esa noche lo que le hace extremadamente sensible. Quizá es simplemente el vino. En realidad, Taehyung no pretende ponerse a pensar en eso ahora.

"Eres tan precioso." murmura Jungkook, depositando un pequeño beso en su mandíbula "Me encantan tus piernas. Te verías tan bonito con una falda..." asegura, haciendo jadear a Taehyung ante el pensamiento, mientras sigue embistiéndolo con sus dedos "Te follaría hasta que no pudieses caminar." le promete, y el peliazul lloriquea contra su cuerpo.

"Jungkook, por favor. Por favor..." balbucea, mirándolo con los ojos brillantes y las mejillas rojas.

"Habla, precioso." Jungkook le muestra una sonrisa ladina.

"Fóllame." murmura el peliazul, colorado a más no poder.

Sabe que al azabache  le encanta que le ruegue, y él está demasiado necesitado de su cuerpo como para negarse en ese instante.

Finalmente, Jungkook lo tumba debajo de él, despojandose por fin de sus boxers y poniéndose el condón antes de cernirse sobre él.

Lo agarra de los muslos, haciéndole aferrarse a sus caderas. Le gusta follar a Taehyung de cualquier forma, pero le encanta verlo mientras lo hace. Cómo sus ojos se cristalizan por el placer, cómo sus hebras se despeinan por la almohada y cómo se deforma su rostro en una mueca.

Cuando Jungkook empieza a moverse tortuosamente lento, Kim quiere golpearlo y borrarle esa sonrisa de gilipollas que tiene en la cara.

Está a punto de insultarlo de nuevo, cuando el azabache acelera el ritmo y entonces Taehyung no tiene nada más que hacer que agarrarse a sus hombros y sollozar.

neighbours [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora