Chapter 01: Strawberry Candies

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Había algo a lo que MinHyuk solía estar acostumbrado desde hace muchos años. El sentimiento de sobresalir en algo siempre le había resultado satisfactorio, desde la secundaria MinHyuk solía destacar en todo lo que se propusiera, ser el mejor y nunca dejar de serlo. Jamás tuvo problemas con las expectativas, de hecho, le encantaba rebasarlas y odiaba el pensamiento de alguna vez ser el número dos. MinHyuk creía que si era bueno en algo, ¿Por qué no ser el mejor en ello siempre? Puesto que se le daba de maravillas serlo.

No hubo mucha diferencia cuando ingresó a la universidad, por lo que era de esperarse que tampoco la hubiese al comenzar en su trabajo. La atención, los elogios, la admiración, sí, MinHyuk solía tener que lidiar con ello usualmente. A simple vista, MinHyuk parecía haber sido bendecido por dotes inigualables, la competencia no duraba mucho en su mismo territorio, por ende, nunca se sintió verdaderamente amenazado.

Como cada mañana, MinHyuk se levantaba temprano, se preparaba y se vestía con su traje impoluto, ajustaba un reloj en su derecha, peinaba su cabello elegantemente, anudaba su corbata a la perfección y luego tomaba el metro mientras observaba el paisaje durante el recorrido hasta que llegaba a la segunda parada donde finalmente salía de la estación directo hacia la compañía.

Al entrar era usual para él recibir un saludo apropiado para su posición en la compañía por cada empleado que se topara en su camino, recibir la usual atención a la que él tanto adoraba estar sometido a principios de la mañana. Saludó cordialmente tanto a sus compañeros como a sus superiores e incluso algunos obreros. No existía nadie en la compañía quien no le guardara respeto.

MinHyuk dejó salir una sonrisa satisfecha mientras subía al ascensor y presionaba el botón para el piso del dpto de Ventas, en el cual desempeñaba su papel como Gerente de Equipo de Ventas y donde había marcado un antes y un después para la compañía.

No era una exageración haberlo nombrado como “la leyenda” del dpto de Ventas, MinHyuk había alcanzado exitosamente cada plan que la empresa había puesto en marcha, había realizado cantidades de ventas excelentes, atrapado clientes potenciales antes que la competencia y los había mantenido satisfechos a lo largo de sus cuatro años en la empresa.

Una vez que salió del ascensor caminó hasta llegar junto a los cubículos donde sus subordinados se hallaban ocupados en su deber, los miró de reojo mientras asentía cordialmente ante la abundancia de saludos que le llegaban.

—Buenos días, Gerente Park...

—Buenos días, HooIn. —MinHyuk le dedicó su atención. El chico le hizo entrega de una carpeta. Echó una ojeada a la carpeta y luego le miró de nuevo—. ¿Tienen listo el libro de ventas que solicité? Lo necesito en mi oficina antes de la reunión con el equipo de Marketing.

—Por supuesto, jefe. Se lo llevaré en unos segundos...

El chico obedeció rápidamente y se dirigió a cumplir con su orden. MinHyuk estaba acostumbrado al acatamiento inmediato de sus órdenes, tampoco había fluctuación alguna por ese lado.

Tanto tiempo acostumbrado a ser el número uno, el más sobresaliente, el más tenaz y sin precedentes. Ese era MinHyuk.

—Buenos días, Gerente Park. —Al escuchar ese saludo provenir de su costado, MinHyuk giró su rostro topándose con la persona que en ese momento le había hablado.

Claro que... Su error había sido creer que se mantendría siendo el número uno por siempre.

—Buenos días, Gerente Lee. —MinHyuk saludó de regreso, logrando obtener una sonrisa cálida del susodicho.

Transferido desde la sucursal de Busan, había conseguido un ascenso a Gerente de Equipo de Ventas con tan solo seis meses en la compañía sucursal y conseguido un trasladado a la empresa matriz. Eficiente, ingenioso, prodigioso, insuperable e innegablemente encantador; cada una de esas palabras servía de sinónimo accesible para Lee DongMin.

CARAMEL | ChackyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora