Chapter 05: Grape Candies

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Cada minuto, cada fracción de segundo parecía ser insuficiente para ambos. El compartir sus labios se había convertido en un hábito, algo que solo podían disfrutar por un breve momento y que solía valer mucho más que todos los milisegundos implicados.

El recuerdo de cómo iniciaron sus pequeñas sesiones de besos se volvía cada vez más borroso. Habían sido semanas desde aquello y DongMin lo único que deseaba es que jamás se terminaran. Bueno, tampoco negaría que también quería aumentar el tiempo de su duración.

Para su mala fortuna, las ocasiones en las que podían encontrarse solo sucedían en la compañía y mayormente solo involucraba asuntos del trabajo. Los besos sucedían en el tiempo minúsculo que sobraban en los horarios de trabajo, quería más que solo eso y ahora que las labores en la compañía empezaban a templarse solo era cuestión de tiempo para que DongMin pudiera ser capaz de disfrutar más de su tiempo juntos.

Las ventas estaban siendo un éxito; se había logrado firmar varios contratos con clientes prominentes en poco tiempo. MinHyuk estaba satisfecho, sentía que este año volverían a obtener un posicionamiento increíble en el mercado. En cuanto a su relación con DongMin, no sabía que nombre ponerle aún, pero estaba seguro que se encontraba feliz con lo que sea que tuviesen.

No había tenido tiempo de razonarlo. Poco tiempo para pensar en sus problemas y demasiado para centrarse en sus labores. Solía ser así, el trabajo lo absorbía en ocasiones. Aunque tampoco le resultaba complicado deducir que sentía una atracción por DongMin, tal vez incluso desde hace un tiempo ya que no había tenido problemas en considerarlo, así como no los había tenido para aceptar sus gestos.

No lo sintió como un pensamiento incongruente, nunca antes se había sentido atraído por un hombre, al igual que jamás creyó en la imposibilidad de que sucediera algún día.

Dos golpes en la puerta corrediza de madera, MinHyuk no escuchó respuesta del otro lado pero decidió entrar en la oficina personal de DongMin de igual manera.

—Con permiso... —dijo, entrando con cautela notando la ausencia de DongMin y luego murmuró para sí mismo—. ¿Debería esperarlo?

Rozó con sus dedos la suavidad del sofá cercano a la entrada, considerando su decisión. MinHyuk abandonó su breve cavilación para detenerse a apreciar la pulcritud y sencillez de la oficina. Era un poco más grande que la suya, pero tenía el estilo minimalista que parecía ir acorde al estilo de DongMin. Su escritorio lucía tan despejado, solo poseía un computador, un bloc de notas color negro, un pequeño organizador de acero y un frasco de caramelos decorado con un lindo lazo blanco.

Miró con intensidad el adorable frasco y luego regresó su mirada hacia atrás cuando escuchó a DongMin entrar a su oficina.

El rostro de DongMin, que anteriormente lucía molesto, se iluminó en el momento en que reparó en la presencia de MinHyuk—. Oh, hola. ¿Necesitas algo o...?

—Vine por las copias del programa de compensación. Tienes las mías ¿No?

—Sí, espera... —Se aproximó hacia su escritorio y abrió uno de los cajones para sacar la carpeta.

MinHyuk se acercó unos pasos hacia su escritorio, para cuando DongMin logró conseguir la carpeta y alzó la vista se encontró con MinHyuk admirando el frasco de caramelos que sostenía con su mano.

—Lindo. —Miró a DongMin con una sonrisa, agitando el frasquito suavemente como un gesto divertido.

Las comisuras de los labios de DongMin se curvaron levemente y colocó la carpeta en su escritorio mientras respondía—. Fue un regalo. La subgerente SuHa me obsequio eso luego de notar que suelo cargar conmigo caramelos con regularidad. Fue un gesto lindo de su parte, pero todos son caramelos de uva.

CARAMEL | ChackyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora