Chapter 04: Watermelon Candies

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Encorvado con la cabeza pegada sobre el antebrazo que tenía apoyado en la pared, de esa forma DongMin intentaba ingresar el código para acceder a su departamento mientras detrás de él MinHyuk lo miraba impaciente dandole golpecitos al piso con su pie.

—Apártate. Déjame hacerlo... —DongMin se hizo a un lado, dejándose deslizar por la pared hasta caer en el piso. MinHyuk tomó su antiguo lugar y colocó su dedo en uno de los botones del dispositivo de seguridad—. Dime el código.

MinHyuk ingresó los cinco dígitos en el dispositivo mientras DongMin se los dictaba con pequeñas pausas, cuando la puerta emitió el pitido de abertura MinHyuk se inclinó hacia DongMin para ayudarlo a ponerse de pie.

—Cerraré la puerta. Ten cuidado ¿Vale? —MinHyuk advirtió mientras soltaba a DongMin y se daba la vuelta para cerrar la puerta, acto seguido escuchó a DongMin caer detrás suyo haciendole volverse hacia atrás—. Dios, sería increíble si dejaras de tropezarte con todo.

DongMin se reincorporó de su caída sentándose en el suelo con un rostro soñoliento.

—Quería quitarme... los zapatos... —habló mientras se inclinaba para deshacerse de su zapato izquierdo, ya que el otro zapato había conseguido acabar en la esquina de la entrada luego de la caída.

Sin comentar nada, MinHyuk se colocó de cuclillas ofreciéndole ayuda para zafarse de su zapato, luego se irguió y ofreció su mano para impulsar a DongMin arriba dejándole junto a la pared para que se apoyara mientras se quitaba sus propios zapatos. Seguido de eso, ambos se adentraron más al departamento y MinHyuk estuvo a punto de sentirse impresionado por la apariencia del lugar, pero lo tuvo claro desde que puso un pie en el edificio: el hecho de que Lee DongMin cada vez era más surrealista.

La divinidad tenía un departamento de doble planta con un espacio modesto y una decoración minimalista moderna. Lucía demasiado para un hombre que se creía que vivía solo y que además solo llevaba ocho meses como gerente de ventas.

—Debo de suponer que tu habitación está en la segunda planta. —Miró a DongMin, quien estaba a punto de dormirse en su hombro—. ¿Gerente Lee?... Santo cielo.

Tardó unos minutos ayudando a DongMin a subir las escaleras sin tropezar, una vez arriba, MinHyuk abrió la puerta de la primera habitación y tuvo suerte al encontrarse con el dormitorio de DongMin. Se propuso a llevarlo hasta su cama y lo derrumbó sobre esta, luego suspiró aliviado e hizo un movimiento para alejar la pesadez de sus hombros.

—Bien, luce como si ya hubiese terminado mi trabajo contigo... —dijo, su mirada fijada en un DongMin durmiente. MinHyuk lo pensó un poco y se decidió—. Pero, veamos si puedo conseguirte algunas pastillas para la resaca antes de marcharme...

MinHyuk se dio la vuelta, pero una mano sobre su muñeca le impidió dar un paso. Se volteó sobre su hombro y miró a DongMin sosteniendo su muñeca, notando de inmediato los ojos cerrados y los labios de DongMin murmurando un casi inaudible "No te vayas".

Un tanto sorprendido, MinHyuk titubeó sobre que hacer, así que, dubitativo, se volvió hacia DongMin tomando su mano y poniéndose de cuclillas frente a la orilla de la cama tratando de tomar una acción.

—Está noche solo me has hecho cuidar de ti... —reprochó en un susurro mientras acomodaba la mano de DongMin sobre la cama y admiraba su rostro apaciblemente dormido—. No debería importarme continuar haciéndolo por unos minutos más...

Seguido de sus palabras, MinHyuk apartó con suavidad algunos mechones que ocultaban el rostro de DongMin y lo miró con ternura, dispuesto a cuidar de ese problemático hombre por un poco más de tiempo.

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MyungJun recostó su espalda contra el alféizar de la ventana y acercó el encendedor hacia sus labios encendiendo el cigarrillo posado entre ellos. Inhaló el humo despacio mientras dirigía su mirada hacia MinHyuk, el cual se encontraba recogiendo una lata de Sprite de la máquina expendedora. MyungJun dejó escapar el humo de entre sus labios y luego de dispersarlo con su mano dijo:

CARAMEL | ChackyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora