El edificio residencial "Ossian Ellys" era uno de los más antiguos del barrio en el cual se encontraba, pero no por eso dejaba de ser menos vistoso. Tenía fama gracias a su asombrosa arquitectura con toques victorianos, pero sus interiores gozaban de un estilo industrial que por mucho resultaba lo más llamativo del lugar. Su construcción interior había sido reformada para darle aquella característica urbana, empezando desde el revestimiento de las paredes con ladrillos hasta la madera de pino de los suelos y la sobria mobiliaria con tonos oscuros armonizando con la paleta de colores fríos de las paredes. No era el sitio más costoso de la zona, ni mucho menos el de mayor renombre, pero residir en él era una satisfacción que muchos querrían llegar a experimentar.
Resultaba una pena que el actual dueño, un coreano de mayor edad y de sangre inglesa, solo permitiera huéspedes con relación a sus familiares y cercanos, por lo que no cualquiera tenía el lujo de vivir allí. Siendo así, sus inquilinos debían sentirse exclusivos, pero justo en ese momento, en uno de los tantos departamentos del susodicho edificio, uno de sus inquilinos gritaba de frustración creando una brecha entre la gracia del edificio y la inutilidad de un mero humano.
—Ugh, esto no funcionará —balbuceó MinHyuk, ofuscado. Una de sus manos se hallaba en su cabeza, apretando con ligereza algunos mechones de cabello; su otra mano estaba posada sobre el mueble de baño del lavabo y sus ojos observaban el patético reflejo de su silueta en el espejo—. ¡¿Por qué es tan difícil decir algo como "me gustas"?! Agh...
Sabía cómo se sentía con respecto a DongMin, pero no hallaba una forma para expresarlo en palabras. Era incapaz de hacerlo y no porque no quisiese, es que había algo en él que le impedía hacerlo. No era la primera vez que se encontraba en esta situación, había perdido muchos de sus intereses amorosos e incluso novias por culpa de esa incapacidad de decirles cuanto apreciaba tenerlas a su lado.
Siempre pensó que los actos eran mejor que las palabras, ¿Tan importante era dejar en claro los sentimientos en palabras?
Sin embargo, era la primera vez que estaba tan comprometido en solucionar su problema. Quería decirle a DongMin que le gustaba, porque lo hacía, y demasiado.
—¿Qué pasa si tengo problemas para decirte como me siento? DongMin... —Apoyó ambas manos en los costados del mueble suspendido y bajó la cabeza suspirando—. Parezco un inútil. Ni siquiera puedo confesarme hacia mi propio reflejo correctamente.
Otro motivo de su frustración también lo era que habían pasado días, casi dos semanas en donde había perdido oportunidades para solucionar las cosas con DongMin. En parte porque anduvo dándole vueltas al asunto por días y también porque el trabajo no se había mitigado ni un poco, lo cual había impedido sus oportunidades de hablar. Era consciente que DongMin se encontraba decepcionado gracias a él y que el ajetreo laboral le había venido como anillo al dedo para su actitud distante.
Como un ente fantasmagórico salió de la habitación de baño y se dirigió a su dormitorio que quedaba a cinco pasos de su posición. Se lanzó sobre el colchón de su cama y tomó uno de los almohadones abrazándolo contra su pecho. Pensó en qué demonios debía hacer, no podía pedirle consejos a MyungJun porque sabía que pondría una condición por sus consejos: saber todo al respecto, y sinceramente no tenía ganas de lidiar con su escasa prudencia. También tenía a SanHa, pero él también estaba fuera de discusión. La última vez que le había pedido un consejo amoroso había recibido una dura cachetada en su rostro por parte de la chica en cuestión y supo la razón por la que las novias de SanHa no duraban más de un mes.
—Si tan solo existiera un medio para aligerar las palabras y expulsarlas de mi boca... ¿Y si escribo una carta? —Sintió un escalofrío desagradable recorrerlo y se sacudió en la cama a causa de su propia repulsión—. No, no. Demasiado cursi.
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CARAMEL | Chacky
FanfictionDesde que ese chico llegó a la compañía, MinHyuk perdió muchas cosas. Su título como el más sobresaliente de la compañía, a su chica. DongMin no lucía como un problema al principio, y ahora, además de él, un segundo problema se había presentado en f...