Crepúsculo (J.Jx K.T)

Primer encuentro (p5)

Mientras manteníamos esta conversación, dirigía miradas furtivas una y otra vez donde se sentaba aquella extraña familia.

-¿Siempre han vivido en Forks?- pregunte, seguro que los había visto en mis viajes de vacaciones en el verano-

-No- respondió obvia, incluso si yo no sabía nada- Se mudaron aquí hace dos años, vinieron de algún lugar de Alaska-

Uno de los Jeon, levantó la cabeza mientras los estudiaba y nuestras miradas se encontraron, en esta ocación con su mirada llena de curiosidad. Cuando desvié la mirada, me pareció que los suyos brillaban una expectación insatisfecha.

-¿Quién es el chico de pelo negro?- pregunté-

Lo miré de nuevo disimuladamente y él seguía viendome, pero no con la boca abierta como todos, a diferencia de los demás, su rostro reflejó una ligera contrariedad. Así que desvié de nuevo la mirada.

-Se llama Jeon Jungkook. Es guapisimo, por supuesto, pero no pierdas el tiempo con él. No sale con nadie. Quizás ninguna de nosotras le parece atractiva- dijo con desdén, una clara muestra de despecho, me pregunte si se había declarado y él la había rechazado-

Mordí mi labio inferior para ocultar la sonrisa. Entonces lo miré de nuevo, había girado el rostro, pero me pareció ver estirada la piel de su mejilla, como si tambien estuviera sonriendo.

Los cuatro abandonaron la mesa al mismo tiempo. Todos se movían con mucha elegancia, incluso el musculoso.
Me desconcertó verlos.

Permanecí en el mismo lugar con la misma chica y sus amigas más tiempo del que me hubiera quedado estando solo. No quería llegar tarde a mis clases el primer día. Una de mis nuevas amigas, que tuvo la consideración de recordarme que su nombre es Jessica, tenía, como yo, la clase de segundo de Biología a la hora siguiente. Nos dirigimos al aula juntos. No hablaba nada, se veía que es tímida.

Apenas entramos, Jessica se fue a sentar a su mesa con dos sillas y un tablero de laboratorio con la parte superior de color negro, igual a la que tenía en Korea. Me hubiese gustado sentarme con ella, pero ya compartía asiento con alguien. De hecho, todas las mesas estaban ocupadas salvo una, y por su piel tan pálida pude ver que se trataba de Jungkook, que estaba sentado cerca del pasillo central junto a la única silla vacante.

Lo miré de manera furtiva mientras avanzaba por el pasillo para presentarme al profesor y éste me firmara el comprobante de asistencia. Entonces, cuando yo pasaba se puso rigido en su lugar. Volvió a mirarme fijamente y nuestras miradas se encontraron. La expreción de su rostro cambió a uno de hostilidad, airada. Aparté la vista confundido.
Tropecé con un libro que había en el suelo y tuve que aferrarme a la mesa de aguien, la chica que se sentaba allí soltó una risilla.

Me había dado cuenta de que tenía los ojos negros, como el carbón.

El profesor de Biología me firmó el comprobante y me entregó un libro, ahorrandose la presentación. Supe que íbamos a caernos bien. Y por supuesto, no le quedó más remedio que mandarme a la única silla libre de la clase.
Mantuve la mirada fija en el suelo mientras caminaba a mi nuevo asiento, junto a él, ya que la hostilidad de su mirada aún me tenía aturdido.

No alcé la vista cuando deposité el libro en la mesa y me senté, pero lo vi cambiar de postura al mirar de reojo. Se inclinó en dirección opuesta sentandose al borde de la silla, apartó el rostro como si algo apestara y colocó su mano en su cara tapandose nariz y boca.
Olí mi camiseta con disimulo, olía a detergente de lavandería, ¿Cómo eso podía ser ofencivo? No quise darle más vueltas al asunto y decidí prestarle atención al profesor.

Por desgracia, la clase trató de anatomía celular, un tema que ya había estudiado, pero de todos modos tomé apuntes cuidadosamente sin levantar la vista del cuaderno.