Crepúsculo (J.Jx K.T)

Libro abierto (p5)

Bajé la vista cuando sentí que me pilló mirándolo detalladamente descubrí cúal era el detalle diferente en su rostro.

-¿Acabas de ponerte lentes de contacto?- pregunté sin darle muchas vueltas al asunto-

-No-

-Vaya- murmuré- Te veo los ojos distintos-

Se encogió de hombros y desvió la mirada.

De hecho estaba seguro de que habían cambiado. No se me había olvidado ningun detalle de la última vez que nos vimos.
Aún recordaba el intenso negro de sus ojos, un negro que sobresaltaba por su piel pálida.

Hoy tenía un color totalmente diferente, eran de un ocre extraño, más oscuro que un caramelo, pero con un matiz dorado.

No entendía cómo podían haber cambiado tanto, a no ser que por alguna razón me mintiera sobre los lentes de contacto. O tal vez Forks me estaba volviendo loco en la palabra literal.

Obverve como volvía a apretar sus puños al bajar la mirada.

En aquel momento el señor barner llegó a nuestra mesa para ver mejor por qué no estábamos trabajando y hechó un vistazo a nuestra hoja ya rellena.

-En fin, Jungkook...- empezó a decir-

-Tae identificó tres de las cinco diapositivas- respondió antes de que pudiera terminar-

El profesor me miró con expresión escéptica.

-¿Has hecho antes práctica de laboratorio?-

-Con la raíz de una cebolla, no.-

-¿Con una blástula de pescado blanco?-

-Sí-

El profesor asintió.

-¿Estabas en un curso avanzado en Korea?-

-Sí-

-Bueno- dijo después de una pausa- supongo que es bueno que ambos sean compañeros de laboratorio-

Murmuró algo más mientras se alejaba. Una vez se fue, comencé a garabatear en mi cuaderno-

-Es una lástima lo de la nieve, ¿no?- preguntó Jungkook-

Me pareció que se esforzaba por conversar conmigo.
Era como si ubiera escuchado mi conversación con Jessica durante el almuerzo e intentaba demostrar que me equivicaba. Lo cual era imposible. Me estoy volviendo paranoico.

-En realidad, no- dije con sinceridad en lugar de fingir que era tan normal como el resto.-

Seguía intentando quitarme esa estúpida sensación de sospecha, y no lograba poner una fachada socialmente aceptable.

-A ti no te gusta el frío-

No fue pregunta.

-Tampoco la humedad-

-Para ti ha de ser dificil vivir en Forks- concluyó-

-Ni te lo imaginas- murmuré con desaliento-

Por algún motivo que no alcancé a desifrar, parecía fascinado con lo que acababa de decir. Su rostro me turbaba de tal modo que intenté no mirarlo más de lo que exigía la buena educación.

-Entonces, ¿Por qué viniste aquí?-

Nadie me había preguntado eso, no de forma tan directa e imperiosa como él.

-Es... Complicado.-

-Creo que podré entenderlo- animó-

Hice una larga pausa y miré sus ojos.