Bajo las estrellas (offgun)

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décadas atrás.

Una mujer de negro fina como la misma flor de loto con una sonrisa hermosa había sido maldecida por los cielos por tener un alma tan oscura llena de odio, maldad atormentada como un demonio sobre la tierra qué vaga entre la oscuridad, entre las tinieblas, hambrienta de sangre fresca por naturaleza siendo carnívora de carne virgen sagrada, desde su existencia corrompia almas nobles de luz a oscuras haciéndolas cometer actos tan terribles y atroces, para después alimentarse de ellos después de jugar con esas almas sin embargo le apetecía aun más las almas pequeñas de crías recién nacidas, otras en gestación matando las crías estando aun en el vientre de su madre o seres vírgenes y puros, se volvía joven y hermosa con solo alimentarse de una sola gota de sangre le daba vida.

una noche ella bailaba el bosque bañada de sangre de haberse alimentado de una cría recién nacida cuando vio en el cielo una luz tan brillante qué la cegaba por completo haciéndola correr a la oscuridad, sin embargo aquella luz era tan hermosa qué le causaba inquietud, la vio caer del cielo a la tierra atrayendo su atención, descalza con su ropa negra de telas largas, sus cabellos negros bañados en sangre siguió la dirección en la qué había caído aquella luz tan brillante, cuando vio a distancia una omega embarazada ser iluminada por aquella luz teniendo un cachorro después de parir, una energia vital tan inmensa sintió en ese bebé qué le causaba una sed, olfateando su sangre era un manjar para ella, hambre de alma y carne, un inocente bebé llenó de luz pura era algo único la cual un apetito inmenso llenó su alma de deseos de querer poseer lo y alimentarse de ello, sin embargo en su primer intentó de poseer esa criatura fue un completo fracasó por primera vez en su vida, una barrera blanca de su luz propia como un destello contra ella qué la volvía ciega al ser tan brillante le impedía acercase a el, un ser de luz y ella un ser tan oscuro, como el bien y el mal.

la bruja negra se obsesiono con esa luz del alma tan pura e inocente qué le daba más sed y hambre de ello queriendo alimentarse de el nada saceaba su sed y hambre, por años lo vigilo, siguió, lo vio crecer esperando el momento oportuno para obtenerlo sin embargo no pudo acercarse a el cuando lo vio ser cuidado por la mujer albina blanca, la luna la misma quien la había maldecido dándose cuenta que ese pequeño cachorro no era solo un siempre ser de luz si no la misma luz de la mujer diosa de los cielos, no podía acercarse a el busco por todos los medios acercarse a el por años.

la bruja una noche se encontró con un hombre anciano chaman y ciego en la mitad del bosque en la oscuridad, la amenazó de alejarse del hijo de la luna, ella llena de rabia maldijo al hombre anciano a muerte, siguió acechando al hijo de la luna sin embargo desde la oscuridad miró un hombre tan oscuro como ella, llenó de frialdad, crueldad de alma oscura sin embargo de sangre caliente como la misma lava brillaba ante sus ojos de la misma manera en que lo hacía el hijo de la luna sin embargo tan distinto, la bruja se sintió atraída por ese ser tan fuerte y despiadado, olvidando por completo sus planes de comerse al hijo de la luna sin embargo fue consumida por los celos al ver que el hombre que tanto deseaba tenia en sus brazos su carnada, rabia juro comérselo le estaba arrebatando el hombre de sus sueños.

consumida por el odio busco la manera de hacerle daño encontrando una forma a través del libro del anciano vidente después de su muerte a través del libro con aquella maldición de alimentarse a través de el, la bruja se hizo más fuerte con aquella luz qué había arrebatado del alma de la estrella reencarnada como de la luna misma, la bruja se dio cuenta que consumiendo el alma de esa estrella la convertía en una diosa y obtendria lo que ella quería, la rabia no dejó de crecer cuando sintió dos corazones latir dentro de ese ser de luz, volviéndolo aun más celosa y envidiosa juró comerse por lo menos uno de esas crías y sacrificar al otro, utilizando al ser terrenal más temido del sur, susurrandole en su oído, a través de sus sueños sembrando odio, egoísmo, codicia con promesas tras promesas de darle lo que más deseaba.