Era un hombre pelirrojo de orbes color esmeralda, tenía una barba descuidada y vestía con una camisa negra formal, un pantalón de la misma apariencia y unos zapatos también negros como todo lo demás. ¿Él era el padre de los mellizos? En verdad si se veía más joven de lo que era... Y muy atractivo, pero en cuanto éste le volteó a ver apartó su mirada sintiéndose apenado. Se dio cuenta de la importancia, había escuchado hablar de Axl Rose y no por sus amigos, era el dueño del New York Times.
Con una casa que parecía el lujo más pequeño de ese hombre, era obvio que se iba a sentir intimidado, eso más el porte casual del hombre. ¿Qué cara le daba a su suegro?
—. ¿Quién es él? — Señaló al rubio acercándose a los recién llegados, la verdad es que Cobain sí se sentía un poco apenado.
—. Ah, papá, él es mi novio, de quién te hablé. — Courtney parecía emocionada, se aferró al brazo de Cobain sin borrar su sonrisa.
—. Claro, es un gusto, me llamo William pero me dicen Axl. — Extendió su mano hacia el ojiazul sin apartarle la mirada de encima, Kurt solo correspondió dicho gesto con amabilidad. Llevaba un par de brazaletes de plata que combinaban bien con sus prendas negras.
—. El gusto es mío, señor, me llamo Kurt. — Fue tan extraño ese apretón de manos, pero su única respuesta fue soltarlas un tanto rápido desviando su mirada.
—. ¿Qué pasó con tu novia? ¿No va a venir? — El pelinegro pasó de largo ignorando la mirada del mayor hacia el chico de mechones dorados, misma actitud que tuvo la chica jalando a su pareja hacia un sofá.
—. Oh, eso... No funcionó, bueno, ¿A ti qué te importa, mocoso? — Axl apoyó sus manos sobre su cadera observando a su hijo con reproche. —. Aparte que dudo quedarme mucho tiempo, tengo una reunión de trabajo muy importante.
—. Ay, papá, solo era curiosidad. Y nos da igual, siempre estás ocupado. — Las quejas del ojihazel fueron bastante altas, se dejó caer en un sofá individual, la pareja se acomodó en el sofá más grande.
—. Curiosidad mis huevos, deja de preguntar con quién salgo y con quién no, iré a revisar el almuerzo. — Cuando el colorín desapareció por la puerta, Kurt sintió un poco de alivio, por alguna razón lo intimidaba mucho que le observara cada dos segundos.
Nunca lo había visto en su vida, tenía conocimiento sobre a qué se dedicaba por el hecho de ser una figura conocida en los medios, también era de su saber que pasaba muy poco tiempo con sus hijos, al haber sido padre joven tuvo que pasar por muchas cosas pero al mismo tiempo podía ver que tenía una relación de bastante confianza con los mellizos, eso era bastante encantador y explicaba porque le gustaba a tantas personas.
Los hermanos se pusieron a conversar entre ellos sobre la universidad, eso era algo que pasaba mucho, a veces dejaban de lado a Cobain pero nunca le incomodaba, su personalidad introvertida y tímida le agradecía cuando no llamaba mucho la atención. Se levantó al sentir su garganta resaca, «iré por agua» murmuró recibiendo un gesto amable de ambos, se encaminó hacia la cocina con algo de timidez.
Al abrir la puerta pudo ver al ojiesmeralda frente al horno acomodando una bandeja, se adentró con algo de timidez acomodando su cardigan, el hombre parecía estar concentrado en lo que hacía, en cuanto le volteó a ver sintió que se le revolvió el estómago, odiaba tener que convivir con personas nuevas, mucha más en ese tipo de situaciones.
—. ¿Sucede algo, niño? — Cerró el horno quitando los guantes de cocina, los acomodó sobre el mueble poniéndolos a un lado.
—. No, nada, solo venía a buscar un vaso con agua. — Sus dedos jugaron de forma nerviosa con sus mangas, los orbes ajenos la sostenían la mirada de una forma tan intensa y lo intimidaba tanto.
—. Claro, espera. — Fue hacia el mueble tomando un vaso del mismo, luego fue al oasis que tenían al lado del refrigerador para servir un poco de agua, fue hacia el rubio dejando el vaso en su mano.
—. Muchas gracias, señor Rose. — Bajó su mirada hacia el recipiente llevándolo a sus labios, dio un largo sorbo bajo la completa atención del contrario.
—. No me digas así, me siento más viejo de lo que soy. — Hizo una mueca de disgusto bastante graciosa, Kurt retuvo su risa dándole otro sorbo al agua.
—. ¿Y cómo puedo llamarlo? — Bajó el vaso cuando estuvo vacío, el mayor parecía estar pensando en algo.
—. Axl, al igual que todos, puedes tutearme, no me molesta. — Le quitó el vaso mostrando una amplia sonrisa, qué sonrisa tan bonita tenía, el rubio intentó deshacerse de ese pensamiento.
—. Claro, si usted... Sí tú lo dices. — Se corrigió entre risas un tanto discretas, el mismo pensamiento cruzó la cabeza del colorín, Cobain tenía una sonrisa muy hermosa. Y como su avaricia también lo veía: era como la joya más hermosa entre tantos lujos.
Algo que llamó su atención fue lo delicada y suave que se veía su piel, al igual que su cabello brillante con la apariencia de hilos dorados como si fueran de terciopelo, no se resistió y estiró su mano rozando su dedo índice con la mejilla derecha. Kurt se tensó en su lugar ante ese gesto, nunca en su vida alguien había tocado su rostro de esa forma, ni siquiera Courtney.
—. Tú... Cuidas mucho tu rostro, ¿No? — Cualquiera pensaría que Axl amaba los rostro sin imperfecciones, al contrario, le daba igual... Pero para Kurt era distinto, tenía una inseguridad indescriptible que era lo que causaba que se levantara tan temprano, ese comentario solo le hizo creer que no hacía lo suficiente, al menos no para llamar la atención del pelirrojo de forma positiva.
—. Eso intento... — Admitió llevando su mano a tomar la muñeca del mayor para apartarla de su rostro con nerviosismo, ¿Por qué querría llamar su atención? Por supuesto que no, era su suegro. El sonido del horno avisó que la comida estaba lista. —. Iré a decirles que ya está la comida.
—. De acuerdo. — Axl se alejó con rapidez yéndose a dejar el vaso en el lavabo, junto a eso fue también por los guantes de cocina.
Eso fue... Extraño... Kurt no quiso darle más vueltas y solo salió de la cocina yendo a la sala con los mellizos que seguían conversando, sus pensamientos estaban algo descontrolados al igual que su necesidad de llegar a su casa para hacerse una mascarilla. Le avisó a su amigo y a su novia que la comida estaba lista, se encaminaron juntos hacia el comedor, tomaron asiento en espera de que el pelirrojo llegara, al menos la comida fue un poco menos tensa y amena.
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໒❛ 𝐌𝐎𝐔𝐍𝐓 𝐄𝐕𝐄𝐑𝐄𝐒𝐓 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈
Fanfiction'𝕮𝖆𝖚𝖘𝖊 𝕴'𝖒 𝖔𝖓 𝖙𝖔𝖕 𝖔𝖋 𝖙𝖍𝖊 𝖜𝖔𝖗𝖑𝖉. 𝕴'𝖒 𝖔𝖓 𝖙𝖔𝖕 𝖔𝖋 𝖙𝖍𝖊 𝖜𝖔𝖗𝖑𝖉, 𝖞𝖊𝖆𝖍.