Una vida desde cero

Capitulo 7.

(Lucy)

¿Que hora es?- me levante sin ver ningún rayo de luz pasar por mi ventana- las 4 de la madrugada...- vi el reloj y quería matar a alguien.

Me levante sin sueño para ir al baño pero antes me asome en la ventana encontrándome con Nathan en bóxers rojos.

Hola rojita- saludo viendo mi pijama, que no era nada común para una chica de mi edad.

Para ti también va lo mismo, rojito- le indique con una mirada el color de su boxers.

Pues no seas pervertida y no mires lo que tengo ahí abajo- comento con aire pervertido.

Ni que quisiera ver tus impurezas- me gire para irme del balcón de donde estaba pero Nathan me llamo.

¿Que haces levantada a estas horas de la madrugada?-

¿Y tu porque estas a estas horas levantado?- le pregunte a lo que el bufo.

Yo pregunte primero- inclino un poco la cabeza dejándome ver una pose demasiados sexy si se podía decir, ¿porque debía que estar en boxers?

Pues solo me levante porque Morfeo me pateo el trasero diciéndome que era hora de levantarme- conteste sarcástica- te toca.

Cuando tengo que pensar me gusta asomarme en el balcón- sin mirarme me hablo solo miraba la altura que había entre el suelo.

¿Y en que pensabas?- coloque mis codos en el barandal posicionando mi cabeza en las palmas de mis manos.

En muchas cosas, mi familia, mis hermanos, mis amigos y en ti-me observo queriendo saber algo con unos ojos oscuros como la noche.

¿En mi?- pregunte- que tengo que ver en eso?

Demasiado- afirmó cansado- nos vemos mañana rojita.

Espera!- antes de que pueda decir mas entro en su habitación dejándome sola en el frío de la noche.

Estupido- mascullé y entre en mi habitación.

Intente que el sueño venga a mi pero sin mucho éxito, cuando por fin mis ojos se cerraron y el sueño me enrollo en sus brazos sonó el estupido despertador.

¡Oh por favor!- grite al escuchar ese molesto sonido- sueño infernal sale de mi cuerpo y posee a otro!- pedí parándome peor que zombie.

Auch!- cuando iba abrir la puerta me golpee con esta en la frente- debo que dejar de abrir puertas con los ojos cerrados.

Baje a la cocina viendo que no había nadie despierto, que suerte la mía, genial ahora tendré que hacerme el desayuno yo.

Con toda la pereza del mundo tome un vaso de agua cogi una manzana y me fui a mi habitación, me vestí con unos jeans negros y un swearter de lana color piel y café, mi cabello lo ate en una coleta aunque quisiera dejarlo suelto no me siento cómoda así.

Buenos días- sorpresivamente al bajar todos ya estaban despiertos y listos.

Aquí tienes tu desayuno- me senté y al instante Al mes sirvió un exquisito desayuno.

Gracia- como todas las mañanas al desayunar era tan silencioso sin excepción los sonidos de los mensajes de los celulares de mis padres.

Me levante y me fui a lavar los dientes, cogí mis cosas y salí de casa encontrándome con Nathan.

¿Que tal rojita?- me saludo,lo malo de todo es que el ya estaba embarcado en su auto a punto de salir y yo aquí pidiendo que se largue pronto.

¿Que quieres Nathan?- le hablé con mala gana ya que mi auto no funcionaba.