my only angel (l.s)

siete

kissyglamour te dedico este cap aunque te siga teniendo rechazo por hacerme ver ese tweet horrendo sabor a caca de cerdo, pero igual te amo bais

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Cuando salieron de la cafetería, la pareja se separó de Niall, despidiéndose para ir rumbo al vecindario donde el rizado vivía.

Caminaban ambos tranquilos por una calle poco transitada. Harry iba abrazado a Louis, quien tenía su brazo izquierdo envuelto en los hombros de su novio. El menor contaba animadamente acerca de lo que hizo en clases ese día, los dos exámenes que había dado donde estaba seguro que sacaría el máximo puntaje en ambos, contó también acerca del nuevo álbum que sacaría su artista favorito. Pero en un momento guardó silencio al darse cuenta que Louis no lo estaba escuchando realmente y le pareció muy extraño ya que este siempre le prestaba toda su atención.

— ¿Lou? —habló un poco más fuerte, sobresaltando un poco a su novio, quien lo miró por primera vez en todo ese tiempo.

— ¿Sí, princesa?

— ¿Pasó algo? Estás muy callado desde que salimos de la cafetería... —dijo preocupado.

—No amor, solo me duele un poco la cabeza, lo siento, ¿me estabas contando acerca del álbum ese, verdad? —apretó más a Harry contra su cuerpo para luego besar su sien; sin embargo, este no se quedó tranquilo.

— ¿Estás seguro? Sabes que puedes contarme lo que sea, papi.

Louis sonrió, borrando todo rastro de seriedad en su rostro. 

—Te amo mucho, demasiado. —se detuvo en la acera solamente para tomar los labios de su novio con los suyos, iniciando un dulce beso que relajó mucho a Louis, ya que Harry lo sintió mucho menos tenso que antes.

—Yo también te amo, papi. —pegó su frente con la del castaño, encontrando un bonito lugar lleno de paz en medio de la calle.— ¿Estás seguro que no hay nada que me quieras decir?

—En serio, amor, solo me dolía la cabeza, además tengo que ir a trabajar a las 5 así que procuraré descansar un rato antes.

— ¿Sabes qué es bueno para el dolor de cabeza? —preguntó, jugando con la camisa de cuero.

— ¿Qué cosa?

— ¡Muchos besitos de tu princesa! —Harry besó repetidamente todo el rostro de Louis, haciéndolo reír y dejarse besar de todas las formas posibles.

—Eres lo mejor que me pasó, princesita linda. Por cierto, tengo algo para ti. —dejó solo una mano en la cintura del menor para sacar con la otra la pequeña cajita negra donde estaba el anillo que le había comprado.

Harry sostuvo en sus manos la cajita para abrirla, y al hacerlo sonrió automáticamente. Amaba los anillos y la mayoría de los que usaba a diario habían sido regalo de Louis, y otros de sus padres y amigos. Sin embargo, su favorito siempre sería el anillo de una rosa que Louis le había regalado cuando cumplieron 1 año juntos. Era un anillo de promesa. Él le prometió nunca hacer algo que pudiera dañarlo, nunca mentirle y siempre cuidarlo, mimarlo y consentir todo lo que su bebé quisiera. 

Harry lloró de ternura ese día.

—Lou... es hermoso. —se colgó rápidamente del cuello del mayor, atrayéndolo en un fuerte abrazo.— Me encanta, te amo mucho.

—Te amo, mi chiquito.

Ambos respiraron hondo en los brazos del otro, sintiéndose en completa paz, a salvo, tranquilos, su pequeño espacio en donde nadie podía interferir. Eran todo para el otro y lo volvían a confirmar cada vez que se abrazaban, con cada risa que compartían, con cada susurro nocturno. Se amaban tanto.

—Déjame te lo pongo. —susurró el mayor, tomando el delicado anillo en sus dedos para introducirlo en el de su novio. Luego, dejó un beso en el dorso de su mano.

— Por cierto, este fin de semana unos chicos de último año harán una fiesta creo, Sabrina nos invitó ya que es amiga de Zayn, no estaba seguro de querer ir pero Zayn insistió que lo acompañásemos porque realmente le gusta una chica de tu curso, ¿me acompañarías?

—La fiesta de Jake, si escuché. —ambos siguieron caminando en la misma posición, con Harry siento abrazado por los hombros.— Me invitó pero no tenía pensado ir realmente, pero si quieres puedo acompañarte.

—Tal vez sea divertido. No sé, nunca me habían invitado a una fiesta de último año. Todos pasan de mi.

—Es porque todos son unos idiotas. —concluyó.— La verdad, para mi nunca fue la gran cosa, solo ir, beber, fumar, lo común. Hace como un año que no voy a alguna fiesta creo, pero será bueno ir contigo. Además, ni loco te dejaría solo. Los hombres de mi curso son unos hijos de puta pretenciosos. 

—Siempre te tengo a ti para cuidarme, papi. —comentó Harry con una sonrisa inocente. 

—Siempre lo haré. —luego se acercó al oído del menor y dijo en un susurro: —Y quién sabe... tal vez podamos perdernos por ahí para poder follarte a gusto. Con la música tan alta no habrá problema con que grites todo lo que te haré gritar, y lo mejor de todo es que solo yo te escucharé.

— ¡Lou! —Harry escondió el cuello en el pecho de su novio, abochornado con las mejillas muy rojas.

—No actúes tímido ahora porque ambos sabemos que eres todo lo contrario a eso. —siguió fastidiando para ver hasta dónde podría aguantar Harry en público.

—Eres malo. 

—Puedo serlo aún más, si quieres.

— ¿Ah si? —preguntó, entrando en el juego y mirándolo a los ojos, desafiándolo.— ¿Qué tanto más?

—Tendrás que esperar hasta el fin de semana para averiguarlo. —guiñó un ojo y se detuvieron ya que ya habían llegado al vecindario de Harry.

A partir de ese punto, el menor caminaba solo hasta su casa que quedaba a solo tres cuadras y Louis lo miraba desde su lugar, asegurándose que entrara sano y salvo a su casa.

— ¿No vendrás hoy a dormir conmigo? —preguntó con un puchero en sus labios.

—No puedo, amor, lo siento. —se disculpó dejando un beso sobre la nariz de su princesa.— Pero te lo recompenso el fin de semana.

—Usaré las bragas rojas que tanto te gustan. —señaló coqueto.— Adiós, papi. —se inclinó hacia delante para besar los labios de su novio.

—Hablamos más tarde. —selló todo dándole una pequeña palmada en el trasero de Harry, haciéndole morder ligeramente su labio inferior mientras daba la vuelta para caminar hasta su casa.

—Me dejas caliente y con ganas de ser maltratado y te vas así. Me las vas a pagar, Tomlinson, advertido estás. —lo apuntó con un dedo, entrecerrando sus ojos para verse amenazante. Cosa que no logró porque Louis se rio.

—Eso ya lo veremos, niño.