Jugar bajo la lluvia 2/2

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En una sala de conferencias moderna, con enormes ventanales y una vista panorámica de un centro financiero, China, Rusia, Corea del Sur y Alemania estaban reunidos. La atmósfera era pesada, y el aire parecía cargado de tensión mientras todos miraban una pantalla donde un mapa de América Latina se mostraba en gris. Ningún punto de conexión, ninguna señal, nada.

China, de pie con las manos detrás de la espalda, no lograba ocultar su frustración. "Esto no tiene sentido." Su tono era frío, pero cada palabra llevaba una carga de irritación. "Perdimos comunicación con nuestras empresas hace tres días. ¡Tres días! Y nadie sabe nada. Es como si toda la región hubiera... desaparecido."

Rusia, sentado con los brazos cruzados, gruñó con desdén. "México era mi principal socio comercial en esa región. Tenía proyectos estratégicos allí. Y ahora, ni siquiera sé si esas fábricas siguen funcionando. ¿Quién demonios apaga todo un continente de esa manera?"

Alemania frunció el ceño mientras revisaba su tablet. Sus ojos repasaban los datos inútiles una y otra vez. "No hay señales de actividad en las cuentas bancarias de nuestras subsidiarias. Ni una sola transferencia. Es como si los empleados hubieran abandonado sus puestos de trabajo, pero sin ninguna explicación. Y no es solo Costa Rica, es toda la región. Este nivel de desconexión no puede ser casual."

Corea del Sur, sentado al otro extremo de la mesa, jugueteaba nervioso con un bolígrafo. Su rostro mostraba preocupación, pero también desconcierto. "Colombia era uno de mis mayores mercados. Proyectos , centros de datos... Todo estaba en marcha. Pero ahora, ni siquiera las embajadas responden. ¿Qué clase de bloqueo es este? ¿Alguno de ustedes ha recibido siquiera un rumor?"

China golpeó la mesa con el puño, haciendo temblar los vasos. "¡No es un simple bloqueo! Esto no es algo que un país o incluso varios puedan hacer sin ayuda externa. ¿Y si alguien más está detrás de esto? ¿Estados Unidos? ¿Una alianza inesperada? ¿Un golpe militar masivo?"

Rusia negó con la cabeza, su expresión era una mezcla de irritación y cansancio. "¿Estados Unidos? Por favor. Ellos ni siquiera tienen control sobre su propio patio trasero. Si esto es un golpe, alguien está jugando un juego mucho más grande ."

Alemania se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en la mesa. "¿Y qué pasa si no es un golpe? ¿Qué pasa si se trata de algo interno?  Los latinos siempre han sido caóticos, con problemas internos. Pero esto... esto es diferente."

Corea del Sur levantó la vista, sus ojos mostrando una mezcla de curiosidad y preocupación. "¿Y si no es caos? ¿Y si esto es algo organizado? No tenemos información suficiente para sacar conclusiones, pero estamos completamente a ciegas. ¿Qué hacemos si este silencio es intencional?"

China apretó los dientes, su mirada fija en el mapa. "No podemos quedarnos así. Necesitamos respuestas. Tengo millones invertidos en infraestructura, minería, fábricas. Y ahora no puedo controlar nada. Esto va a costarnos más que dinero si no lo resolvemos rápido."

Rusia se inclinó hacia atrás en su silla, exhalando con fuerza. "¿Y qué sugieres? No podemos entrar allí como si fueran nuestras tierras. No sabemos qué está pasando. Ni siquiera sabemos si alguien está escuchando del otro lado."

Un silencio incómodo cayó sobre la sala. Todos sabían que la situación era más que inusual. América Latina, una región siempre activa y llena de noticias, estaba en completo silencio. Sin explicaciones, sin señales de lo que había ocurrido. Las empresas estaban incomunicadas, los empleados no respondían, y cualquier intento de establecer contacto parecía caer en un vacío absoluto.

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