Creciendo mediante el alba

Capítulo 9- Términos medios

-Sé que esto no nos gusta, menos a mí a que a ti-dijo.

-A mí menos... Puedes hablar como yo-dije asombrada.

-Hay muchas cosas que no sabes de mí-contestó entre risas.

-No es chistoso, me has engañado-dije furiosa.

-Para ti, porque para mí es graciosísimo-añadió.

-¡Eres imposible!-exclamé.

-Sólo no te enamores de mí... Empecemos la clase-dijo.

¿Qué cosa? ¿cómo pudo haber dicho que no me enamore de él? ¿qué se cree? ... Mi único amor es Sebastián. Me hace enojar tanto que ¡ufg! explotaré de cólera.

-Sólo hagamos lo que debemos. Nunca me enamoraría de ti-dije aún con enojo.

-Si tú lo dices-dijo otra vez entre risas.

No respondí, luego me metería en problemas por asesinar con el pensamiento a una persona.

-El primer hechizo será para abrir portales. Ya habrás oído a Mario algo. La frase es '' OMM AIMM JIEMM SURIEMM ABREIM''-dijo y escribió en la pizarra- Apréndetelas, siéntelas y visualiza un portal hacia un lugar al cual quisieras ir. Queda prohibido ir a algún lugar fuera de este lugar-aseveró.

Cierro mis ojos un instante, trato de conectarme conmigo tal como decía en los libros que leí. Aunque sólo haya leído libros de médiums me sirve porque estoy hecha un manojo de miedos que no sé cómo enfrentar.

Trato de imaginar el lugar al cual llegamos pero mis pensamientos se posan en la biblioteca la cual conocí a mi amado Sebastián. Ojalá no cometa un gran error.

-Omm aimm jiemm suriemm abreimm-repetía una y otra vez.

Cuando ya estaba a punto de rendirme porque no sucedía nada, se abre un portal.

-Vamos a ver a dónde quieres ir-comentó.

No estoy segura de querer ir porque temo al lugar que haya del otro lado de ese portal abierto.

Cruzamos con despacio. Al otro lado como me temía, era la biblioteca.

-Ya imaginaba que nos traerías aquí. ¿Puedes concentrarte, por favor? La vida de muchas personas está en tus manos, ¡entiéndelo!-dijo furioso.

Esta vez, él tenía razón. Gracias a Dios, en este momento no hay nadie... Regresamos a ese lugar y continúo retándome sin piedad.

Pasamos horas tras horas, aprendiendo hechizos del grimorio, me enseñaba cosas para una batalla mágica, no estoy segura de estar lista, ¿será que si puedo?... Extraño tanto a Sebastián, me volveré loca sino lo veo.

Mi día se alegró cuando Mario dijo que era hora de irnos.

Al llegar a casa, leo mensajes de Nohe, duermo un poco, Mario se va al trabajo, realizo mis deberes escolares, pienso en Sebastián, trato de recordar los hechizos del grimorio, estudio para los exámenes de grado y me hago a la idea de no ser la reina del baile...

El día siguiente llego temprano a clase, ni siquiera tenía ánimos para maquillarme, me siento resignada en el aula, ya que era temprano los estudiantes entran de a poco al salón.

-¡Amiga! ¿no has dormido? ¿no te has maquillado? ¿quién eres tú y qué has hecho con mi friend? ¡iugh!-exclamó Nohe.

-Es que he estado ocupada estudiando. No te preocupes-dije mientras ella me maquillaba y peinaba.

-Listo, ahora sí pareces mi amiga, sólo que tienes una mirada perdida, ¿es por Enrrique?-preguntó.

¡No!, ese es un tonto. Fue mi primer pensamiento pero si se lo decía, luego me pediría una gran explicación.

-Sí amiga, creo que aunque haya sido un tonto, aún le quiero-mentí.

-Amiga no eres ni serás la primera a la que le pase eso-rió.

Entró la profesora de ciencias, así que mi investigadora personal y mejor amiga Nohelia se entretuvo en algo más, lejos de mí. Reí.

Empecé a sentirme mal, no sé el por qué, me puse pálida, sentí mareos, y un gran dolor de cabeza...

Abrí mis ojos, me dolía todo, no recordaba nada de lo sucedido anteriormente. Cuando reconocí el lugar me percaté que Enrrique estaba ahí también.

-¿Por qué estoy aquí?-pregunté con la garganta seca.

-Tranquila mi Dianita, estás en la enfermería, te empezó a salir sangre por los orificios de la nariz y te desmayaste, todos se asustaron, en especial yo. No quiero perderte. Te traje de inmediato-comentó.

-¿Por qué me pasó esto?-pregunté. No podía creerlo, Enrrique me había ayudado.

-Diana, esto es serio, debes concentrarte más. Podrás ser poderosa pero si no te canalizas, morirás antes de empezar a pelear-dijo antes de salir de la enfermería.

¿Qué cosa? ¿él dijo que soy poderosa y eso? ¿cómo sabe de esto? ¿cómo sabe de mí? ¿sabe de mi destino? ¿desde cuándo él sabe de esto? ¿está confabulado con Mario? ¿Por qué nunca me dijo nada?... ¿Qué está ocurriendo?...

Llego Carmen Herrera Díaz, la enfermera, justo cuando iba tras Enrrique, pero me detuvo.

-Niña ya llamé a tu padre, vendrá pronto, no puedes salir-dijo con ese tono de adultos cuando odian su trabajo.

Que fastidio, cómo puedo competir con eso, ¿quién es Enrrique?. Él me lastimo en el pasado, de repente todo ese recuerdo amargo de él vino. Me siento peor aún.

Después de una hora de sufrimiento llegó Mario.

-¿Te encuentras bien?-preguntó asustado.

-Sí-dije.

-Hola Carmen, ¿qué pasó?-preguntó.

-Ven Mario, necesito hablar a solas contigo-dijo Carmen.

¿Otra vez más secretos? ¿acaso todo el mundo sabe de mí, menos yo? Sebastián tenía razón, Mario es mentiroso...

-Omm aimm jiemm suriemm abreimm-repetía una y otra vez, mientras lágrimas brotaban de mis ojos cual fuente y pensaba en mi amor.

De repente se abrió el portal a la biblioteca y estaba ahí mi amado. Crucé ese portal mientras Mario y Carmen gritaban:¡no!.

-Hola mi amada señorita, llevo tiempo triste al no verla, ¿cómo llegasteis hasta aquí?-dijo Sebastián.

-Hola mi señorito amado, no dejaba de pensar en ti, le robe un transportador a un brujo, no es nada, ¿en serio me has extrañado?-dije tan emocionada.

-Sí mi amada, sois como la luz del sol alumbrado mediante el alba-dijo

Soy tan feliz, Sebastián me ama y yo a él.

-Estoy tan cansada de las mentiras, cuéntame acerca de Mario-exigí.

-Sólo porque os he hecho una promesa en el pasado. Bueno Mario era un brujo bueno, y estaba destinado a casarse con una bruja tan hermosa y generosa; ya os he llevado a la casa de esa bruja, recordáis el jardín hermoso. Todo cambió en Mario el día que se enteró que un mugroso médium destacado le arrebató el amor de su vida, esa bruja buena llamada Theodora se casó con Frank el médium y Mario se hizo un ser vil y miserable secuestrando a la hija de estos y entregándosela a un brujo de antaño perverso. Ese brujo mató a la niña, los demás se volvieron tristes y vacíos y fue ahí cuando Milano el hermano mayor malvado de Theodora se apoderó de este plano, es muy triste. Ya le he contado la historia-dijo.

-Es una historia bien fuerte, que cruel son todos.-fue lo único que pude decir, la voz se me quebraba cada vez más.

-Sí, por eso no os quería contar, no es nada especial pero debo irme, os veré luego-se despidió y me dio un beso tan dulce, sentí sus labios cual miel y un frenesí de sentimientos explotaron en mí.

Atónita sin palabras me quedé, volví a casa pero no dejaba de pensar en todo lo sucedido este día, ¿Milano es hermano de mi madre? ¿Mario es un resentido? ¿soy la verdadera hija de Tea y Frank? ¿Enrrique y toda la escuela sabe de mis poderes? ¿qué más me esconden?.. Puercas mentiras. ¿O son términos medios?...