París siempre guardaría muchos de los buenos recuerdos que Concepción poseía y, de igual manera, de los más dolorosos que marcarían su futuro como mujer adulta. Fue en París donde conoció a sus dos únicos amores, Thérèse, su primera relación, caótica e intensa, y Daphné, con quien compartió dos años de su vida. Con ellas aprendió de las artes amatorias, de celos, de dicha y de los claroscuros del amor.
Las memorias con Thérèse resultaban contradictorias, que fácilmente se podían definir como una emocionante aventura en las que con ella exploró sentimientos y deseos que por años reprimió y, aunque era una atractiva mujer de cabello claro, también era bastante autoritaria, quizá porque era mayor que Concepción, quien se embelesó no sólo por su atractivo físico, sino también por su experiencia en la cama. Probablemente, lo que llegó a sentir por Thérèse fue una clase de admiración que emanaba de la seguridad con la que se movía por la vida y que le hacía ignorar las miradas de reproche. Sin embargo, la rubia parisina, hermosa y segura de sí, era una amante empedernida que no creía en la exclusividad de la relación y, tal vez Concepción habría hecho un esfuerzo por comprender esa naturaleza si se lo hubiera dicho desde un inicio y así haber evitado sentirse estúpida y usada cuando la descubrió con otra.
Fue hasta que terminó la Universidad y comenzó a trabajar en el Musée d'Orsay como restauradora de arte, cuando conoció a Daphné Dubois. Ella era lo contrario a Thérèse en todos los sentidos; poseía una belleza singular pero sus dos más grandes atributos eran la sonrisa gentil y la miraba sincera que siempre le acompañaba, y con esas dos bellas cualidades, Daphné se presentó en el museo junto con su clase de quinto de primaria para aprender sobre el significado del arte y su importancia en la cultura francesa.
Concepción, acostumbrada a los innumerables visitantes, no se percató en un inicio de la profesora hasta que ella, de manera asertiva, se acercó a Concepción para obtener una explicación de las diferentes profesiones que se podían ejercer cuando de arte se trataba. Daphné, más tarde, le confesaría a la restauradora que ese había sido un mero pretexto, ya que, lo que de verdad quería, era obtener su número de teléfono.
La atracción que surgió entre ellas fue inmediata; sin embargo, primero se conocieron en la intimidad de las sábanas y, con el paso de los días, fueron aprendiendo sobre todo lo demás. Fue la relación más formal que Concepción tuvo, la más libre y la más honesta al punto que la joven mexicana no sólo era vista como la novia de la profesora, sino prácticamente como parte de su familia, después de todo, Concepción prefería pasar las vacaciones en el pueblo donde la familia Dubois vivía que en los pretenciosos campos del club de golf que los López-Morton frecuentaban.
Y ese pequeño detalle era el que más problemas ocasionó porque Daphné se sentía como un secreto del que Concepción se avergonzaba. No obstante, y luego de dos años de casi perfección, la profesora por fin pudo conocer a dos de los miembros de la familia de su pareja aunque no a los mejores ni a los más decentes.
Su padre, Alberto, y Raúl se habían presentado sin previo aviso en la puerta de su departamento un sábado por la mañana, invadiendo su hogar como si fueran los dueños del lugar, mirando con desdén el espacio y con repulsión a la mujer con la que Concepción compartía su vida.
El mensaje era claro: o regresaba a México o se olvidaba de la familia, del apellido y del fideicomiso que la tenía viviendo tan holgadamente en una ciudad tan costosa como lo era París.
– Ya veremos si esta desgracia dura cuando se termine el dinero–. Le había dicho su padre antes de marcharse.
Daphné comprendió entonces las razones de Concepción por no presentarla con su familia. Intentó por todos los medios hacerle entender que no estaba obligada a ceder, que el dinero no era importante pero Concepción se sintió atrapada, se sintió temerosa y esos miedos, al final, fueron tan fuertes que terminaron por romper dos corazones.

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COLOR
ספרות חובביםEn un mundo donde la gente vive en blanco y negro, la vida de Concepción se transformará cuando conozca a una mujer que ve de manera distinta.