No pasó mucho tiempo para que me diera cuenta de que había cambiado mis viejos problemas con Lee Donghae por un nuevo conjunto de problemas con Lee Donghae. Podía sentir su ira a una milla de distancia.
En realidad, era peor tenerlo enojado conmigo que tenerlo acosándome. ¿Por qué? Porque la había jodido, por eso. Tenía huevo por toda la cara, y echándole la culpa a su patio no había hecho nada para lavarla. La forma en que me ignoraba, o más o menos obvia forma de evitarme, era para mí un grato recordatorio de que había sido un imbécil. Un real idiota cara de huevo.
Entonces un día estoy regresando de la casa de Kyuhyun donde había pasado el rato después de la escuela, y allí esta Hae en su jardín delantero, cortando un arbusto. Está agitando la cosa. Las ramas están volando sobre su hombro, y claro, a través de la calle oigo sus gruñidos y murmuraciones y diciendo cosas como:
—¡No... tú... no! ¡Vas a... salir... te guste o no...!
¿Me sentí bien con esto? No, no lo hice. Sí, su patio era un desastre, y era hora de que alguien hiciera algo al respecto, pero vamos, ¿dónde está el padre? ¿Qué pasa con Dongchul y Donghwa? ¿Por qué Hae?
Porque lo había avergonzado por ello, es por eso. Me sentí peor que nunca.
Así que me metí dentro y traté de ignorar el hecho de que aquí está mi escritorio y aquí está mi ventana, y justo al otro lado de la calle está Hae, moliendo a golpes un arbusto. No es propicio para la concentración. No, créanme que no. No conseguí hacer nada de tarea.
Al día siguiente en la escuela estaba tratando de conseguir el valor suficiente para decirle algo, pero nunca tuve la oportunidad. Él no me dejó llegar a ninguna parte cerca suyo.
Luego, en el viaje a casa tuve este pensamiento. En cierto modo me asustó al principio, pero cuanto más jugaba con él, más me daba cuenta de que, sí, ayudarlo con el jardín me compensaría por haber sido un idiota. Suponiendo que no me mandaría demasiado, y suponiendo que no decidiría ponerse todo ojitos hacia mi o algo estúpido como eso. No, iría y solo le diría que me sentía mal por ser un cretino y quería compensárselo ayudándolo a cortar de nuevo los arbustos. Punto. Fin de la historia. Y si todavía quería estar enojado conmigo después de eso, entonces está bien. Ese era su problema.
Mi problema fue que nunca tuve la oportunidad. Vine trotando desde la parada de autobús para encontrar a mi abuelo haciendo mi buena acción.
Ahora, saltando atrás, esto no era algo que podía absorber inmediatamente. Mi abuelo no hacía trabajo de jardinería. Al menos, nunca se había ofrecido a ayudarme. Mi abuelo vivía en pantuflas, ¿de dónde sacó esas botas de trabajo? Y esos pantalones vaqueros y camisa de franela, ¿qué pasaba con esos?
Me agaché detrás del techado de un vecino y los observé durante diez o quince minutos, y hombre, cuanto más los miraba, más loco me ponía. Mi abuelo ya le había dicho más a él en esta pequeña porción de tiempo que lo que me había dicho a mí todo el año y medio que había estado viviendo con nosotros. ¿Cuál era su trato con Lee Donghae?
Tomé el camino trasero hacia casa, que involucró subir dos cercas y patear al pequeño terrier estúpido del vecino, pero valió la pena, teniendo en cuenta que evitaba la fiesta en el jardín de enfrente.
Una vez más no tengo deberes hechos. Cuanto más los miraba, más loco me puse. Todavía era un idiota cara de huevo, mientras que Hae se reía a carcajadas con mi abuelo. ¿Alguna vez lo he visto sonreír? ¿Realmente sonreír? ¡No lo creo! Pero ahora estaba hasta las rodillas en las hierbas, riendo.
En la cena de esa noche se había duchado y cambiado de nuevo en su ropa normal y pantuflas, pero él no parecía el mismo. Era como si alguien lo hubiera enchufado y encendido la luz.
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Delirando
RomanceEsta es una historia narrada en dos voces. La primera vez que Donghae vio a Lee Hyukjae, perdió la cabeza. La primera vez que Hyukjae vio a Hae, corrió. Así ha sido más o menos el patrón para estos dos vecinos hasta el octavo grado, cuando, mient...