Capitulo 15

18 3 4
                                    

Como se lo había prometido a Scor, estaba esperando a que Adhara entrara a su habitación para poder disculparme porque vaya si me pase un poco con ella, con todo lo que le dije

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como se lo había prometido a Scor, estaba esperando a que Adhara entrara a su habitación para poder disculparme porque vaya si me pase un poco con ella, con todo lo que le dije.

—Jazmín —exclamó sorprendida por verme ahí.

Y claro que era raro entrar y encontrarme sentada en su cama jugando con su almohada favorita esa que mi abuelo le regalo cuando cumplió tres.

—¿Crees que podamos hablar?.

—Por supuesto pero deja mi almohada ahí Jazmín —dijo cerrando la puerta—. ¿Qué pasa?.

—Siento mi comportamiento hacia ti, sin mencionar lo que te dije no te merecías nada de eso fui infantil al reaccionar de esa manera.

—No pasa nada Jazmín, yo también tuve algo de culpa —respondió con una leve sonrisa.

—Ya no quiero estar mal contigo, eres mi hermana Adhara y te quiero mucho.

—Es horrible estar así nunca hemos tenido malos entendidos o peleas de este tipo, te extraño —dice mientras me abrazaba a lo cual respondí.

—Yo también lo hice de eso no tengas la menor duda.

Después de un largo silencio volvió hablar.

—Prométeme que me dirás siempre si algo que hago te molesta.

—Te lo prometo, pero bueno creó que ya debo de irme ya es un poco tarde.

—Pero si subiste desde hace más de una hora, ¿Qué estuviste haciendo? —cuestionó observándome.

—Nada solo me puse la pijama y deje preparada mi cama para cuando terminara de hablar contigo.

—Y yo pensé que estarías dormida.

—Quería disculparme contigo antes.

Solo negó con la cabeza mientras me arrojaba una almohada.

—Oye deberías de hablar con...

—No, y no quiero que me lo nombres —digo deteniendo su intento de intervención.

Porque una cosa es que resolviera las cosas con ella a otra muy distinta hablar con ese que le coquetea a todo el mundo.

—Pero Jaz.

—Adhy estamos bien y con eso me conformo podrías hacer lo mismo.

—Por ahora si.

—Bien me voy a dormir que descanses.

—Igual, te quiero.

—Yo también te quiero, no hay que volver a pelear —suplique volviendo a abrazarla.

—Es lo mismo que te pido yo.

Salí de su habitación después de haber arreglado nuestro mal entendido y agradezco que haya dejado el tema de Mael por la paz.

StellaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora