Stellae

Capítulo 62

No pensé en mi corta vida que me escaparía a mitad de la noche para cruzar la frontera y todo para ver si Killian esta bien, pasar toda la madrugada junto a su madre esperándolos.

—¿Aun nada? —pregunto al ver como revisa su teléfono.

—No, cielo.

—Estarán bien, son buenos en esto.

—Por supuesto Badir es fuerte e inteligente.

Pero aun así estaba preocupada por Killian y Kendall.

—Me alegra tenerte aquí Jazmín —dice sentándose junto a mi en la sala.

—A mi también créame señora, no podía estar en mi casa tranquila.

—No me digas señora dime Ava.

—¿Killian es tan terco siempre?, porque mire que le dije que aun debía de guardar reposó.

—Desde pequeño —responde con una sonrisa nostálgica.

Nuestra platica fue interrumpida cuando entraron por la puerta llenos de lodo y eso parecía sangre me voy a desmayar.

—Ve acostumbrándote siempre llegan así.

Fue abrazar a su familia y ahora me sentía una extraña invadiendo su espacio.

—¿Que haces aquí Lesath? —pregunta en cuanto quedó libre de los abrazos de su madre.

—Estaba preocupada pro Kendall.

—Gracias amiga mía, tu novia me prefiere —se burla mientras me abraza.

—Segura, porque con quien durmió.

No está viendo los problemas y sigue con lo mismo.

—¿Estas saliendo con él? —pregunta la tal Sabrina entrando con Kaleth.

Oh por las estrellas de Stellea ya no puedo con esto pero...

—Si, algún problema —respondo segura.

—No, solo creí que nunca superaría que lo haya dejado.

—Pues ya vez todo en la vida pasa hasta una ruptura de varios años —menciona Kendall con diversión—. Y Jazmín me agrada más que tú.

Ahora yo sola me metí en esto pero que se le puede hacer.

—Creo que todos deberían de ir a descansar —interviene el señor Badir.

—Me voy debo de estar en el colegio.

—No lo creo señorita Benson, mi esposa me ha dicho que no ha dormido.

Solo pude sonreír no pude decir nada, porque mentira no era.

—Se queda conmigo, porque sino hay anillo no comparten habitación la parejita feliz.

Killian solo la miro mal, puede que se esté pasando con sus bromas pero bueno nos metimos en esto por su culpa.

Lo que supe después fue como ya en la tarde cuando desperté y eso gracias a que Kendall me invito a quedarme a cenar, pero antes debía de tonar aire porque se que Killian trataría de hablar conmigo.

Justo como lo pensé alguien tomo asiento mientras veía la laguna.

—¿Qué le miraste a mi hermano?

Por la estrella tan mala suerte tengo.

—Muchas cosas.

—Su futuro cargo, el cual será mío.

—No, hay más en el que eso.

—Claro, dime una.

—Es confiable, terco, gracioso cuando quiere, dulce con su mamá, protector y sabe escuchar aunque a veces quiere tener la razón siempre —digo mientras sonrió.

—Harías una mejor pareja conmigo.

Es un idiota entonces porque me pregunta sino escucha.

—No gracias.

Me levanto pero hace lo mismo para interponerme en mi camino.

—Yo creo que si —menciona par acercarse a mi y tratar de besarme.

Pero le doy un golpe en la mandíbula logrando que se tropiece y caiga.

—Cuando es no, es un no además que clase de persona hace eso con la pareja d es hermano no te basto con Sabrina —reprochó.

—Killian no se merece nada.

—Por supuesto que si después de tener a un pésimo hermano como tu.

—¿Jazmín? —pregunta el señor Badir detrás de mi.

Ya arruine esto bien, ni siquiera una relación falsa puedo mantener.

—Lo siento yo...

—No cielo, escuchamos todo, no puedo creer que seas mi hijo Kaleth.

—Mamá.

—Espero hagas algo Badir.

—Killian lleva a que revisen la mano de Jazmín.

Me tomó con delicadeza por los hombros para sacarme de ahí.

—Perdón creo que...

—Tranquila, ya sabía que Kaleth hacia esto porque quería ser el líder —dice con voz baja.

—Es un idiota.

—¿Cómo esta tu mano?

—Bien, solo es un dolor leve ya pasará.

—Gracias por eso.

—Ni lo menciones.

—Le explicaré a mi padre, para terminar con esto.

—No, esta bien deja que lo sigan creyendo.

—Jazmín.

—Mira no es nada malo además así me ayudas a evitar que mi tía trate de encontrarme pareja —digo recordando la conversación que tuvimos con Daren cuando le conté lo de Mael.

—También me ayuda alejar las propuestas de mi madre o las chicas de pueblo.

Acaso tendrá muchas y por eso acepta tan fácil.

—Bien, gracias por traerme a la frontera nos vemos.

Pero antes de cruzar me cargo para dejarme en mi lado.

—Que clase de novio sería sino te ayudo —dice dando una reverencia.

—Uno muy malo, te veo mas tarde.

Volvió a cruzar a su lado, y yo me fui a mi casa para decirles sobre esto a mis padres tal vez se lo tomen bien.