Capítulo 60

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Al llegar a la guardia Killian y Kendall aun no llegaban lo cual es bastante raro ellos siempre son los primeros en llegar

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Al llegar a la guardia Killian y Kendall aun no llegaban lo cual es bastante raro ellos siempre son los primeros en llegar.

—Tal vez no vendrán —dice Scor.

—Lo dudo.

—Pero puede ser una posibilidad Jaz.

Sería mejor comenzar antes que se nos haga tarde.

—Lo sentimos chicos, ya saben trabajo nocturno —dice llegado Kendall.

—No te preocupes se entiende.

—Gracias Ethan.

Y después de estar hablando, comenzamos con el recorrido, aunque Killian no parecía estar tan bien como quería aparentar, así que en cuanto me quede a unos cuantos metros atrás con Kendall no puede evitar preguntar.

—¿Qué le paso?

—Nada, solo es cansancio.

—Me vas a mentir.

—Eso es una jugada sucia —responde riéndose—. Bien pero yo no te dije nada.

No evite sonreír en grande al ganar esto, cosa que no creí posible.

—Habla.

—Ayer durante la defensa de la frontera Killian fue herido en un costado.

—Porque vino, puede ser grave.

—Es un necio de lo pero, tienen dolor pero dijo que las responsabilidades son primero.

—Y tu porque no le dijiste que se quedara —exclamó molesta.

—Enserió crees que me haría caso o por lo menos me escucharía —menciona con ironía, para luego reírse—. Si es así me tienes mucha confianza.

—¿Porque no sana?.

—Es un lobo sin vinculo.

Me encontré de hombros mientras negaba con la cabeza sin entender nada.

—Se supone que tu melodía te ayuda a que tu lobo sea fuerte, poderoso y más si tomamos en consideración que Killian es el futuro líder —explica para comenzar a dibujar sobre diferentes cosas que solo me confundían mas—. En resumen necesita de su melodía para que pueda recuperarse pero como no tiene y además lo rechazo es un poco débil en ese sentido.

—Es una tonta.

—Estúpida suena mejor.

—¿Y no hay manera en que sane?

Es que no puedo creer que prefiere arriesgarse a que le contagie con tal de cumplir con sus cosas.

—En esa parte le toca a él y a su lobo nadie puede hacer nada.

—Le pediré algo a mi tío, tal vez pueda ayudarle.

—Gracias Jaz, enserió —dice para guardar silencio y luego verme con una mirada de cachorrito—. ¿Puedes quedarte a dormir en mi casa?

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