Las estrellas son hermosas como misteriosas, pueden ocultar un gran poder que muy pocos pueden llegar a utilizar o controlar.
Ellas dictan el rumbo de la vida y el destino, y al hacerlo crearon algo valioso y perfecto; pero al otorgarlo no considera...
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Negaría ante cualquier persona que me puse celoso al ver dos chicos atractivos cerca de mí rubio conversando de lo más normal pero la verdad estaba irritado por la forma en que querían robarme su atención, pero ni siquiera debería, por que vamos es su primo y no debe de haber motivo alguno para sentir eso.
Pero mientras les mostrábamos la casa yo no me despegue de mi pequeño y no me importaba si Ethan se enteraba o se burlaba de mi pero el hermano de Demian no me quitaría a mi rubio eso si que no me costo mucho para que llegue alguien y trate de quitármelo.
—¿Sucede algo cariño? —pregunta en cuanto nos quedamos solos.
Ojalá se tarden dejando sus cosas y espero que las acomoden así tengo más tiempo con mi rubiecito.
—No, ¿Por qué lo preguntas?
—Sera porque no te me separas.
Tal vez le incomodo, pero que idiota fui a lo mejor le gustó el tal Harry pero ni una mierda no dejare que se le acerque aunque tampoco quiero que se sienta que estoy siendo posesivo cuando solo somos amigos; así que quite mi brazo de sus hombros y tome una distancia considerable.
—Lo siento no sabia que querías espacio.
—No era para que te alejaras —dice mientras frunce el ceño y hace un leve puchero.
—Ven acá cariño es solo que te quiero mucho y desconfío de ellos.
Y como ni yo me entiendo confieso a medias mientras lo abrazo.
—Son mis primos James, aunque no sabia de su existencia hasta hace unos días no creo que sean una amenaza —menciona para poner su rostro cerca de mí oído.
—Aun así quiero mantenerte junto a mi por cualquier cosa.
—Me agrada esa idea, sigamos con el recorrido para después empezar a decorar.
—¿Solos tu y yo? —pregunto haciendo que retrocediera hasta que, quedará contra la pared.
—No, te recuerdo que Ethan nos ayudara.
—Podemos mandarlo hacer el postre y así nos quedamos solos —digo para acercar mi rostro hasta su cuello y pasar mi nariz de arriba a bajo de manera lenta provocándole suspiros.
Amo tanto su delicioso aroma que va aumentando cada vez más mientras me entretengo en su cuello.
—James... —suspira exponiendo más su cuello cosa que me agradó en sobremanera.
—Solo piénsalo cariño —digo para dejar un suave beso antes de alejarme de él provocando un jadeo de su parte.
El color sus ojos volvió a cambiar, ahora no se cual me gusta más si el azul o el morado pero lo que más me llamó la atención fue su linda sonrisa.
Pero antes que pudiera contestarme sus invitados salieron de sus respectivas habitaciones para continuar con el lindo paseo, aunque no hablaban mucho lo cuál era incómodo hasta cierto punto.
