El Mariana x Rivers - Aliados Virtuales

Peligro en la cocina

2 semanas habían pasado desde que el Mariana y Rivers habían sido parte de una pelea en parejas. Aún comentaban pequeños detalles confundiendo a Aldo, quien pensando que era parte de una broma, no quiso caer y no les hizo más preguntas. Iría a un concierto así que se desconectó temprano ese día de la llamada dejando a sus 2 amigos.

- Es que... yo no sé mien ¿qué quieres hacer tú? Preguntó el Mariana.

- Podríamos jugar Overcooked. Llevo días queriendo jugar. 

- Aaaay no sé. A mí me estresa esa chingadera, pero... no sé. Si quieres te puedo cumplir ese gustito pero nomás por hoy, pinche enanito.

- ¡VEES! ¡¿QUÉ TE COSTABA?!.... sólo lo siento por los pollitos de colores que apostaron a que te negarías a jugar. Dijo Rivers riéndose.

- Pinches pollitos, qué poca fé, me cae. Aunque qué se podía esperar de ustedes viendo a quien tienen de ídolo.

- ¡¿AH SÍ ESTÚPIDA!? ¿Después de que te salvé de aquella madriza que te metieron en el ring así respondes?

- QUE ME HICIERON TRAMPA MEN. De no haber sido por esa morra, tú ni habrías tenido necesidad de subir a pelear, lo tenía todo controlado... como siempre.

No hubo respuesta.

- ¿Rivers? Hey mano ¿me oyes? 

Ahora miró su pantalla la cual mostraba su imagen trabada. No le llegaban más comentarios tampoco.

- Chingada madre... que la... ¿ahora qué habrá pasado? 

Golpeó el teclado ya empezando a desesperarse y se dio cuenta que ahora su brazo sobre el teclado no podía moverlo. Miró su monitor y ahora en él miró la pantalla de inicio del juego sugerido por su amiga, pero él no recordaba haberlo puesto.

Posicionó sus ojos en el brazalete que portaba en su muñeca derecha y fue lo último que pudo apreciar antes de que quedara por tercer ocasión sin poder ver nada.

Lo entendía ahora. Nada ganaría desesperándose. 

🥚🎂🍴🤷🏻‍♂️

Respiró profundamente una... dos... tres veces hasta ser interrumpido por un delicioso aroma. ¿era eso chocolate?

Abrió los ojos y miró un ambiente aún más irreal y colorido de lo que habían sido sus 2 aventuras anteriores. Creyó estar solo hasta que miró a un personaje que lo miraba directamente. Era una mujer con una cabeza bastante redonda, nariz grande de ojos oscuros. Vestía ropa azul y tenía cabello castaño hasta los hombros.

- ¿Hola? Le dijo la mujer. Esa voz no podía ser otra que...

- ¿Rivers?

- ¿MOJÓON? ¿Pero qué te pasó? Te ves todo gordito y adorable. Dijo Rivers riéndose.

El Mariana no lo había notado, pero efectivamente, su cuerpo lucía diferente. Lucía el mismo uniforme azul que su amiga, un mandil blanco, unos lentes grandes redondos y podía distinguir una pequeña línea negra sobre su manga derecha, supuso que era su pulsera.

- No mames. Primero acabamos dentro de este pinche juego y ahora resulta que soy un gordo enano igual que tú. Tantas idas al gym para acabar así.

Rivers no contenía su risa. Tenía ganas de jugar ese videojuego, pero vivir el juego hacía la experiencia mucho mejor. 

- ¿Qué huele a quemado? Dijo Rivers tratando de guiarse por el olor.