El Mariana x Rivers - Aliados Virtuales

Bailando por un Beto

"Besé a Rivers"

La frase seguía siendo procesada por el cerebro de Beto. Es que aunque lo intentaba, no lo podía creer. Estaba de pie frente a Osvaldo, a quien le empezaron a temblar las manos y tenía la cara roja.

- Yo... emmm... lo dije por una apuesta. Dijo el Mariana con voz temblorosa.

- No te creo nada. Te ves muy nervioso.

- Bueno, pues, después de decir algo así ¿Qué esperabas o qué? 

- Es que ¿Enserio besaste a Rivers? Es que... creí que no te gustaba. Contestó Beto curioso.

- ¡Y NO ME GUSTA, MIEN! Pero, ya te dije. Hice una apuesta.

"¿Cómo no se me ocurrió que este wey podía estar en el cuarto? Pinche suerte". - Pensó Osvaldo. 

- ¿Y de qué trataba esa apuesta, eh? 

- Pues... de decirle a alguien que había besado a Rivers. Te ví detrás de la cama y lo dije en voz alta para ya acabar con eso. 

- Mmmm y ¿con quién apostaste? 

- Con... Rocío.

- Y ahora que cumpliste, ¿Qué ganas tú o qué? - Preguntó Beto cruzado de brazos.

- Un hermano menos metiche... ¡Qué te importa, wey!

- Ay, ¿sabes qué? JÓDETE. - Dijo Beto rodando los ojos mientras salía del cuarto.

Al fin estaba solo. Aún sentía su estómago hecho nudos de saber que su hermano lo había escuchado decir aquello. ¿Le habrá creído aquella mentira? ¿Y si Beto le pregunta a Rocío por la apuesta? OJALÁ Y NO. Eso le costaría su amistad con Rivers y no quería perderla. 

Estaba perdido en sus pensamientos cuando le llamó Roier.

- Hey, Mariana. 

- Roier, ¿Qué onda?

- Oye, recién noté que mi refri está vacío, tengo mucha pero MUCHAA hueva de ir al súper ahorita y estaba pensando en ir mejor a comer hamburguesas. ¿vamos o qué?

- Wey, es que no me siento muy bien del estómago... y tengo directo en una hora.

- Has de traer hambre y el Aldo ya me rechazó la invitación ¡ándale! ¡vamos rápido!

"Sirve que me distraigo." - Pensó Osvaldo. 

- Bueno, aquí te espero.

- Es que... ya estoy afuera de tu casa. 

- ¡ESTE PENDEJO! JAJA... ¡Ya voy, mien!

🚶🏻‍♂️🚶🏻‍♂️🚗

Ya en el auto de Roier siguieron platicando. Osvaldo iba atento a la plática, pero también al camino y se dio cuenta que al parecer había cambio de planes.

- ¿A dónde vamos, mien? Las hamburguesas estaban en la calle de atrás.

- Uy, no te dije, pero en lo que salías de tu casa, Rivers me mandó mensaje y nos invitó al Mei Mei. ¿Mejor no? Comida gratis. 

- Sí... mejor. - Dijo el Mariana, su dolor de estómago parecía empeorar.

🍜🍤🍴🙇🏻‍♂️

Ya frente al restaurante, ambos amigos bajaron del auto y Roier aceleró el paso. Claramente tenía hambre.

- ¡Se suponía que mi comida estaría lista, Rivers!