Más Allá de Todo [+18] (EN PROCESO)

CAPÍTULO 5: RETOS

Ian Smith.

Visualizo mi reflejo en el espejo de cuerpo completo que yace frente a mí. Es amplio y me permite seguir observándome, aun cuando camino hasta la cama para tomar la corbata que empiezo a atar alrededor de mi cuello una vez regreso al espejo.

Doy el último tirón al largo lazo antes de acomodar el chaleco sobre mi torso abotonando los botones que se aferran sobre mi abdomen. Sigo con la chaqueta y finalmente coloco el reloj de oro blanco alrededor de mi muñeca. Fue un regalo de padre hace dos años. Observo la hora, tengo el tiempo exacto para llegar a la constructora y atender asuntos importantes.

Paso una mano por mi cabello dirigiéndome a la salida sin prestar mucha atención a la niñera que juega sobre la alfombra con mi sobrino. Harper salió muy temprano de compras y cuando es así puede tardar horas en volver, pero siempre llega con las manos muy llenas de bolsas.

Son veinte minutos lo que tarda el recorrido desde mi casa a la empresa, si no hubiese tanto tráfico a estas horas probablemente llegaría más rápido. Le lanzo las llaves al valet parking una vez desciendo del Jeep, la chica de la recepción me da los buenos días lanzándome una mirada cargando de desespero por ser follada. Yo me limito a asentir en su dirección dejándola decepcionada por mi poco interés. Follé con ella hace menos de un año, pero no lo repetiré. Es nuestro secreto y a menos que quiera ser despedida no hablará, mi nombre tiene poder aquí y es por eso que no puedo dar de qué hablar follándome a todas las sensuales mujeres que se pasean por el edificio.

Las puertas del ascensor se abren dándome paso e inmediatamente Camile se acerca a paso rápido con una falda de tubo negra rodeando sus caderas y piernas. Frunzo un poco el ceño preguntándome cómo hace para tener tanta agilidad con esos tacones de punta delgada. Me tiende un folder que recibo entre mis manos.

—Buenos días —le digo mientras espero que recupere el aire que perdió seguramente al recibir el aviso desde recepción de que había llegado.

—Buenos días, señor Smith —me responde con ese tono profesional que nunca la abandona—. Los planos del complejo en Madrid —me señala el folder que empiezo a revisar mientras caminamos rumbo a mi oficina—. En la página diecisiete está el balance de cuentas de la construcción y al final de los documentos hay un breve adelanto del proyecto propuesto por Adrien Moreau en Varsovia.

Ruedo los ojos ante la mención del imbécil. Uno de mis socios, un puto francés con el ego más alto que el edificio de mi casa y al cual quiero propinarle una golpiza desde hace muchos años. La única razón por la que sigue siendo nuestro socio es porque padre se niega a dejarlo ir y como yo aun no soy el jefe oficial, no puedo hacer más que soportarlo.

Ingreso a mi oficina con los pasos de mi secretaria detrás. Me despojo del abrigo tomando lugar tras el enorme escritorio, enciendo mi ordenador, analizo el contenido del folder confirmando y al mismo tiempo descartando aquellos detalles erróneos que hay en los planos. Diseñar no es fácil, es un jodido arte en el que no todos son deidades. Marco con equis todos los puntos en los que estoy en desacuerdo pasando a revisar el balance que hizo nuestro economista con ayuda del encargado de las finanzas.

—Las cuentas están en orden —le aviso a la mujer que está a la espera de instrucciones—. Avísale a Moreau que se convocará una reunión con el concejo administrativo para tomar decisiones sobre su proyecto y por favor notifícale a Gerald que en dos horas tendrá sobre su mesa el diseño completo del complejo de casas en Madrid.

La mujer asiente anotando en su mente todo lo que debe hacer. Es muy eficiente, callada cuando debe serlo y muy respetuosa. Su profesionalidad la ha hecho escalar junto a mí y es por eso que cuando tome el control total de la constructora, ella seguirá a mi lado.