el inicio del fin.

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"Tus acciones han causado incontables pérdidas económicas. Me siento decepcionada de ti." Mirando de manera inquisitiva a la pelicastaña, que parecía más muerta que viva. "Lárgate."

Asintiendo como si fuera un robot, solo se retiró.

"¿Estás segura de dejarla ir?"

"El sistema de simulación fue un éxito. Ya no la necesito, por mí, ella puede desaparecer."

La noche cayó en la enorme ciudad de Tokio 3. Shimiko tenía un cuchillo justo encima de su garganta, su mano temblaba mientras acercaba el filoso metal a la piel de su cuello. "¿Por qué no puedo terminar con esto?" Las lágrimas seguían saliendo de sus hermosos ojos azules. "Maldición." Notando los utensilios de cocina al otro lado de la habitación, agarrando su cabeza comenzó a desesperarse. "¿Por qué, por qué tengo que ser tan débil en las situaciones críticas?" Parándose, pateó la puerta de su cuarto y la abrió. "Tuve la oportunidad de salvarlo." Abrió la puerta del difunto pelirrojo. "Por qué tuviste que sucumbir contra el ángel." Tomando en sus manos una muñeca que estaba tirada en la cama. "Dijiste que eras el mejor piloto. Vaya mierda de piloto fuiste para dejarte controlar tan fácilmente." Agarró la almohada y comenzó a darle varios golpes. "!Soy patética, soy escoria, soy la mayor mierda de este mundo, pero por qué sigo viva."

Fuera de la habitación, Alfred estaba escuchando todo el llanto de la pelinegra. Realmente le dolió mucho la partida de Aska.

"David, ¿por qué quisiste venir aquí?"

"Alfred, me voy a llevar a Shimiko."

"¿De qué hablas? Ella se puede quedar aquí, no tengo ningún problema."

"Tú no, pero la comandante dijo que la piloto de la Unidad 01 ya no es necesaria que esté aquí."

"David, déjame ayudarla."

"Alfred, sabes muy bien que ella necesita una figura materna, ella está rota tanto mental como físicamente." Mirando con seriedad a su amigo. "Maya la puede cuidar. Si la dejamos sola aquí junto a Pen Pen, ella podría hacer una tontería." Mirando al pingüino que se dirigía a la habitación donde la pelinegra estaba llorando. "Si no te importara, también podría llevarme a Pen Pen. He notado que ella también quiere a tu compañero plumífero."

Quería refutar en eso, pero sabía que él no estaba todo el tiempo que quería en este lugar y no quería que ella hiciera algo que no se pudiera revertir. "Está bien, David. Puedes llevarla."

"Tomaste una de las mejores decisiones posibles, Alfred."

"Sé que los cuidarás, pero podré ir de vez en cuando a tu casa, ¿verdad?"

"Mi casa siempre está abierta para ti, Alfred."

Al día siguiente, Shimiko caminaba sin rumbo alguno por la ciudad. Siempre supo que este trabajo era peligroso. Sabía muy bien que ninguno de ellos tres estaba libre de muerte, pero nunca se esperó que ella fuera la que provocaría la muerte de uno de sus compañeros. "¿Por qué sigo avanzando?" Sentándose en la misma banca donde ella y Aska le daban de comer a los patos. "Es raro que, a pesar de tu personalidad, te gustara darles de comer a los patos."

"Será porque, si no lo haces, las muertes de los que se sacrificaron para que vivas no valdrían para nada." Un peliblanco estaba parado junto a ella, mirándola con curiosidad. "El asiento está ocupado."

Bajando su mirada, "no, está desocupado." El peliblanco no perdió mucho tiempo en sentarse junto a ella, sacando algunos trozos de pan.

"Siento que estás triste, chica. Si me permites, ¿podrías decirme por qué de tu dolor?"

te amo apesar de todo. (Shinji x Asuka) genderbendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora