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"¿Cuánto tiempo ha estado Aska aquí, David?"

"Más de catorce horas seguidas," respondió David, fumando un cigarro. "Le preocupa mucho la Tercera Elegida." Observó la cara de preocupación de Alfred y añadió, "Tranquilízate, ella ya pasó el estado de gravedad."

"Aún no ha despertado. Mientras más tiempo esté inconsciente, el daño a su cerebro será mayor."

"Tampoco podemos forzarla a reaccionar," exhaló un poco del humo. "Mira, yo ya me tengo que ir. Tengo que llegar antes de las once para estar junto a mi esposa." Tomó el hombro de Alfred. "Confía en mí, ella se recuperará."

"Confío en ti, David."

"Descansa, amigo mío. Realmente estás cansado. Ve y duerme en tu casa. Aska se quedará junto a Shimiko. Creo que a él no será tan fácil convencerlo de que vaya a casa." Miró compasivamente a su compañero de trabajo. "Tienes que ser fuerte. Se podría decir que eres una de las pocas personas apreciadas por ellos."

Suspirando, el pelimorado decidió no atormentarse más y se fue a dormir. Con Shimiko ahora en coma, él debería ser quien alimentara a Pen-Pen.

Los días pronto se convirtieron en semanas. Siempre estaba allí parado, esperando que esa tonta abriera los ojos y le dijera algo, cualquier cosa. Pero ella seguía ahí, tirada, como si no le importara nada.

"¿Cómo estás, Aska? Debe ser agotador ir a la escuela y venir para tus pruebas."

"No es agotador en lo absoluto," respondió, mirando al doctor David, quien lo veía con preocupación. "Todavía no se sabe cuándo despertará, ¿verdad?"

"No se sabe. Una persona en estado de coma usualmente es impredecible. Puede despertarse ahora, dentro de unos minutos, en algunos días, o si tiene mala suerte, nunca. Todo depende de la fuerza de voluntad de la persona, del deseo de vivir. En una fantasía, es tentador para algunos; otros solo lo ven como escapar de sus problemas y no tener preocupaciones."

"Me estás diciendo que ella no podría despertar."

"No solo te estoy diciendo que ella podrá eventualmente," dijo David, despeinando al pelirrojo. "Solo dale tiempo. Cuando menos te lo esperes, estará de vuelta con ustedes."

"Disculpa, David-san. La comandante Yui te está llamando," interrumpió alguien.

"Claro," dijo David, deteniéndose en la puerta. Giró sobre sus talones para ver al piloto. "Aska, si no quieres más ramen, te invito a comer a mi casa. Mi esposa también estaría feliz de ver a los nuevos pilotos."

"Claro," respondió Aska, sonriendo. No tendría que comer ese asqueroso ramen que sabía más a plástico que a pasta.

"¿Qué está pasando?" Notó que el medidor del pulso de Shimiko comenzaba a ser errático. "¡Segundo, llama al doctor!" Trató de detener los movimientos de su compañera, agarrando sus hombros para mantenerla acostada. "¡Shimiko, soy yo! Escúchame, cálmate." Un fuerte golpe de la pelinegra lo hizo retroceder. "¿Cómo...?" Notó cómo ella seguía dormida pero daba patadas y golpes por todos lados, como si estuviera luchando con algo.

"¡Déjenme! ¡Déjenme en paz! ¡Suéltenme ahora, maldito monstruo!" Llorando y gritando, sus movimientos podrían provocar más daño en sus ya lastimadas manos y costillas. Dentro de la mente de la pelinegra, podía ver a su Eva sin la característica armadura, pareciendo un humano con la cara deforme, sin pelo y con una sonrisa malévola. "¡Suéltame ahora! ¿Qué quieres de mí?" Sus ojos se llenaron de terror cuando las mandíbulas del Eva se abrieron con la intención de devorarla. "¡Aléjate, aléjate! No quería morir, por favor, suéltame." Su rostro solo podía expresar puro terror.

te amo apesar de todo. (Shinji x Asuka) genderbendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora