Capítulo 4- Encuentro

427 34 43
                                    

Domingo 10 de diciembre, 4:30 pm, Centro de control de los chicos del zodiaco.

Una habitación que muchos la describirían como algo increíble, otros simplemente la describen como algo nostálgico. Cada marca en la pared, cada silla he incluso la gran mesa familiar, todo exactamente igual a como lo dejaron.

Pero lo que en realidad le sacó lágrimas a los actuales maestros, no fue el lugar, sino el reencontrarse.

Sarian sin darle mucha importancia a su alrededor saltó encima de Geroge haciendo que este perdiera el equilibrio y se cayera con el menor aún aferrado a un abrazo.

— Estúpido bipolar de mierda, actor de pacotilla, idiota...— lloraba Sarian mientras comenzaba a ofender a su antiguo amigo— ¿Cómo no tuvistes el valor de darme una llamada al menos?, Idiota, idiota, idiota.

Camilo sin pensarlo mucho dejó a su hija en los brazos de Liam y saltó también al abrazo de ambos aplastado cada vez más a George, quién soltó un quejido de dolor.

— Estoy quitándole el puesto a Libra, dejen de usarme de colchón para abrazos— protestó por primera vez George, aunque estaba feliz de poder encontrarse a esos chicos, le invadía la nostalgia.

— ¿Que pasó con mi puesto?— preguntó dudoso Libra, no comprendía a que se refería ese hombre, miró a uno de sus compañeros pidiendo explicación, Acuario solo señaló a Liam quien reía divertido— Ahh...

— Oye, oye, no intentes robarte a mi marido— saltó Leandro acercándose al abrazo para poder recuperar a su pareja quién seguía llorando como si de un niño pequeño se tratase— Vamos Sarian, compórtate.

Después de que todos tuvieran lo que es un cálido encuentro siendo observados por los nuevos chicos del zodiaco, les era algo tedioso ver eso, expeto para Sagitario y Virgo quienes lloraban en silencio por el pequeño reencuentro.

— Me dan asco— susurró Tauro recibiendo el apoyo de los poco que lo escucharon, aunque este no pensó que uno de los mayores lo llegaría a escuchar.

— ¿Qué te da asco exactamente?— cuestiona Liam cruzando sus brazos con su mirada fija en el toro— ¿Te da asco que viejos amigos se abracen y tengan un lindo reencuentro, o te da asco tu personalidad de mierda?.

En ese momento ya comprendían todo, Sarian iba a enfrentarse a ellos con enojo, pero una risa lo detuvo, Caín estaba riendose, por la conducta que presentaban esos chicos, ni Escorpio era tan amargado como ellos.

— Primera lección— apunta Caín con un dedo a Tauro quién se resignaba a morderse la lengua antes de protestar, los ocho adultos delante de él lo destrozarían en un instante— Si ustedes no aprenden a trabajar en equipo morirán, en la guerra si no tienes una columna de apoyo, todo se derrumba.

— Y no solo trabajar en equipo— siguió Vincent acomodando sus espejuelos— Tienen que aprender a ser amigos, a confiar el uno con el otro.

— Ese será su primer exámen— habló Leandro. Los doce jóvenes no comprendían el como los mayores hablaban como si lo hubieran planificado todo— Su trabajo en equipo, si no logran en menos de una semana al menos ayudar a sus compañeros.

— Nos retiraremos, no crean que esto nos interesa— Camilo sonrió ampliamente con un toque de inocencia que hacía ver las palabras más atemorizantes.

— Al contrario, bueno si, me interesa entrenar a Sagitario, es una cosa linda, tierna, adorable, abrazable, ¿Leandro podemos adoptarlo?— hablaba Sarian quién ya abrazaba a él anteriormente mencionado, quien se sonrojaba y se ponía nerviosa murmurando incoherencias. Aunque la verdadera pregunta era, ¿Cómo había llegado ahí?— Sagitario, tú eres mi protegido, si sucede algo sin pena acércate a mi para decirme y electrocuto a cualquiera que se meta contigo.

Recuerdos y DiferenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora