Capitulo 17- ¿Rapunzel?

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Exactamente habían pasado tres días en aquella torre con solo libros, pinturas y variod obejtos para el cabello. Si su sueño alguna vez fue tener el pelo largo dejo de serlo más cuando tenía que lavarlo. Así se había tornado la vida de Sagitario, no tuvo que cuestionarse muchas cosas, le fue sencillo deducir todo.

Libra era la bruja que lo acogió, también en el proceso comprendió que la historia no era la original, solo tenía pequeños detalles que la hacían parecer. No tenía sus poderes por lo que de algún modo se sentía vacío por dentro.

— ¡Sagitario!, Deja caer tu cabello— escuchó desde abajo, realmente detestaba esa parte, en ningún momento dijeron lo doloroso que era, realmente la fantasía debería quedarse como fantasía.

— Ya voy.

Pero algo que nunca cambiaba de aquel arquero, es su dulce voz llena de esperanza y felicidad, ni el maltrato a su cabello le quitaba eso. Cómo en la película, lanzó su largo cabello para que Libra subiera. Tuvo que ejercer fuerza para así subirlo, sintiendo como el peso del mayor jalaba sus cabellos que gracias a la supuesta magia de este no se rompían, fuera un desastre uun cabello tan largo y con tantas puntas rotas.

Al estar Libra dentro, recogió su largo cabello para sin muchos ánimos ir a buscar un cepillo e ir peinadolo en lo que su supuesto padre o madre le hablaba.

— Ay Sagitario, fue horrible afuera, gente mala, quisieron robar la comida que te traje, por suerte sé defenderme, yo te veo tan inocente he incapaz de hacer algo contra ese mundo— comenzaba a hablar Libra mientras dejaba la canasta— Mira tus facciones tan femeninas, tu cuerpo tan delgado y débil.

Sin poder evitarlo el arquero miró su cuerpo, no era tan delgado y puede que su constitución física haya perdido algo de masa muscular ya que dejó de hacer ejercicio, pero no era débil.

— Si papá, comprendo tu charla diaria, no pienso salir de aquí.

Esos tres días las conversaciones siempre iban a lo mismo, realmente solo esperaba que quien fuera su príncipe o ladrón llegara de una vez para salvarlo e irse de una vez por todas de esa torre que solo le provocaba dolor de cabeza.

— Que bueno que comprendas mi pequeño.

Así también se fue el día, Libra siempre de iba antes de que el sol bajara por completo dejándole la noche y toda la mañana para él solo. Le era realmente tranquilizador solo tenerlo cinco horas y no más.

— Acuario, ¿Dónde estarás?, Espero que si te tocó una historia no sea igual de aburrida que está— murmuró el arquero mirando la luna apoyandose en aquella ventana— Te extraño.

Sagitario se pasaba todas las noches mirando la luna, le recordaba el blanco cabello de su pareja durante tantos años, incluso en el fondo esperaba con ansias que su salvador fuera al menos la copia barata de Acuario.

— ¡Sagitario!.

Al escuchar su nombre bajó la cabeza mirando a Acuario, incluso se restregó los ojos para volver a ver, ¿Realmente era Acuario?. ¿Acaso sus pensamientos fueron escuchados?.

— ¡¿Acuario?!.

— ¡¿Mi Sagitario?!— gritó ya algo más emocionado al ver que lo llamaba por su nombre, eso hizo que rápidamete el arquero dejara caer su actual largo cabello verde.

Acuario con algo de duda escaló hacia cima y al tan solo pisar el suelo de la torre un fuerza cayó sobre él envolviendolo en un fuerte abrazo.

— No lo puedo creer, estamos juntos, en el mismo cuento, ¿Qué te tardó tanto?— decía el arquero en aquel abrazo que evidentemente le fue correspondido.

Recuerdos y DiferenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora