Capítulo 2- Caos

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Lunes 4 de diciembre, 2:00 pm. Tockyo.

Si algo le desagrada a los nuevos héroes del zodiaco, es trabajar en equipo, pero principalmente a dos personas, Tauro y Acuario, ambos conocidos por lo independiente y reservados que son con sus cosas y vida, a pesar de haber ya convivido cinco años con sus compañeros, ellos fueron quienes menos interactuaron.

Lo que menos esperaban ambos, al exigir hacer misiones solos, fue que al final se encontraran ellos dos. Algo no encajaba, buscaban personas diferentes, de eso estaban seguros, entonces ¿Por qué estaban delante del mismo lugar?.

— Esto tiene que ser una jodida broma— sonrió irónico el albino, buscó nuevamente el archivo que le había entregado Ofiuco solo dando las coordenadas del lugar y la foto del individuo que debía de encontrar.

— Eso debería decirlo yo— está vez se quejó el de espejuelos, quien hizo lo mismo que el acuariano— Yo tengo que encontrar a quién vive encima de esta floristería.

— Yo también— giró los ojos molesto el acuariano, esperaba que eso no fuera un plan de Ofiuco y Orión para que si hicieran el trabajo juntos.

De la floristería sale un pelirrojo con una gran sonrisa cargando en su espalda a una niña morena, muy extraño para el país que se encontraban. Acuario miró el archivo viendo la foto y confirmando que es la persona que buscaba, en cambio Tauro hizo un gesto de confusión.

El albino sin dudarlo mucho se acercó al pelirrojo, el cuál le llamó bastante la curiosidad el jóven que se acercaba. Cabellos completamente blancos, ojos grises y una cicatriz pequeña pero resaltante en su labio, vestía raramente ropa elegante, una camisa de manga largas blanca junto a una chaqueta que llevaba el símbolo que representaba al zodiaco en el lado derecho.

— Oye, tú— habló sin mucho respeto el acuariano el cual recibió un carpetazo en su cabeza de parte de Tauro, quién se acercó acomodándose sus gafas— ¿Estás idiota o que?.

— No seas descortés con tu superior— regaño el toro con un gesto de desagrado, el pelirrojo con solo ver el símbolo en la chaqueta de ambos chicos comprendió muchas cosas, también al ver lo extravagantes que eran, Tauro tiene un cabello color negro bastante desordenado y unos ojos púrpuras los cuales casi no se notan por su flequillo tupido y espeso y también por sus espejuelos. Su ropa es un uniforme correctamente puesto que al igual que el de Acuario tiene en su parte derecha, el símbolo del zodiaco— Señor, me gustaría conocer si con usted vive otra persona... Además del mocoso.

Camilo solo comenzó a reírse bajando a la niña de sus brazos, no podía creer que volvería a ver ese símbolo más allá de las viejas noticias que hablaban de ellos. No negaría que le daba nostalgia recordar viejos tiempos, pero también le revolvía el estómago al recordarlos.

— Supongo que hablas de Liam— habló por primera vez el pelirrojo, Tauro solo alzó sus hombros dejando en claro que no sabía bien a quien buscaba— Vengan pasen los dos, les prepararé algo de té, así podremos hablar tranquilamente.

Ambos jóvenes asintieron. Camilo tomó la mano de su hija quién se mantenía en silencio mirando las nuevas personas a su alrededor. Los cuatro entraron a la floristería, un lugar muy tranquilo y bastante animado, aunque no se detuvieron ahí, pasaron por una puerta la cual los llevaba a una gran escalera.

Subieron en silencio, solo se podía escuchar los pasos. Cuando subieron el último escalón caminaron hacia lo que parecía ser la entrada de la casa, se quitaron los zapatos por orden del mayor y entraron.

Los tres más jóvenes se sentaron en dónde indicó Camilo para el poder ir a hacer el té. En lo que esperaban miraron a los alrededores de la casa, no era muy grande, pero si estaba llena de objetos lujosos, de tecnología y retratos familiares.

Recuerdos y DiferenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora