Recuerdos y Diferencias

Capitulo 3- Terminado

Martes 5 de diciembre, 1:03 pm, Madrid.

Al fin llegaba la hora más deseada por los doctores el descanso para ir a almorzar, aunque todavía peligraba que un paciente entrara en caso de urgencia. Ser doctor y tener tiempo libre no iban en la misma oración.

Caín quien ahora dirige el hospital de quien había sido su padre una vez, se encuentra en una reunión bastante desagradable en su opinión, preferiría estar haciendo una cirugía de vida o muerte a tener en precencia a esos dos adolescentes tan particulares.

Uno el cual ya parecía ser un poco más maduro. Con ropa completamente oscura y elegante, llena de joyas plateadas. Su cabello revuelto de color negro como la mismísima noche y ojos azules oscuros que pareciera que cadecen de vida detrás de unos espejuelos color negro.

El otro chico más relajado que el anterior, cabellos azules teñidos, sus ojos son de un tono ámbar, sus orejas están llenas de piercing. Lleva ropa simple como un suéter color negro y unos jeans, un gorro negro con algunos adornos plateados y muchos anillos en sus dedos.

— En resumen de lo que han dicho, ustedes y sus demás grupos de amigos están reunidonos para que entrenemos a una pila de mocosos porque Orión y Ofiuco se volvieron incluso más inútiles que antes— Caín cruzó sus brazos mientras espera la respuesta afirmativa que conocía que iba.

— Supongo que algo así, ¿Vas a ayudar o no?— dijo sin muchas ganas Capricornio, detestaba a él peliblanco, tan solo habían entrelazado las palas necesarias y sentía deseos de estrujarle la cabeza.

— ¿Por qué lo haría? Perdería lo poco que volví a recuperar y que perdí por hacer de héroe, ¿Que me convencería de volver a perderlo todo?— el peliblanco se hecho hacia delante colocando sus codos en la mesa entrelzando sus manos.

— ¿Por tus amigos caídos?, No sabré mucho de lo que pasó, pero piensa que la guerra que supuestamente ganaron, no la han ganado al cien por ciento, dos enemigos escaparon, ¿O me equivoco?— sonrió prepotente Libra, ganadose una mirada gélida de Caín— No me mires así, las posibilidades de que los otros siete acepten son de un 94%, en el hecho hipotético de que suceda y todos acepten, quedarás fuera como el cobarde con temor a enfrentar sus miedos.

— En otras palabras, no serías más que escoria andante. ¿Que prefieres?, ¿Soñar con la muerte de los caídos o soñar con una linda victoria?— continúo el mayor de los signos.

Caín achino los ojos, lo estaba presionando psicológicamente, conocía de eso, ya que una vez alguien lo había intentando con él, no negaría que lo había conseguido, pero el volver a ese lugar no era algo que quiera. Aún de seguro quedaban recuerdos de muchas de las maldades que debieron haber hecho. Además, volver a encontrarse con sus antiguos compañeros, no se sentía listo para eso.

Miró a ambos jóvenes, uno lleva su antiguo nombre el cual rechazó y desprecio y al parecer el chico cuida y adora. ¿Por qué ello no pudieron adorar su puesto tanto como al parecer lo hacen está nueva generación?.

Se nota lo engreído que pueden llegar a ser, incluso la falta de equipo que llevan, pero aún así, quieren triunfar, ellos si quieren ser héroes.

— Aborrezco a los héroes_ susurró el peliblanco mirando a un punto fijo aún pensativo— Pero está bien, los entrenaré, al menos en lo básico que conozca, cuando los vea listos me retiraré, si necesitan ayuda, ya no es problema mío, solo me consentrare en entrenarlos.

— Eres un amor de persona— le guiña el ojo Libra con una sonrisa triunfante logrando que el mayor suelte un suspiro cansado.

Miércoles 6 de diciembre, 10:58 pm, Londres.