Capítulo 2

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Al día siguiente:

Estaba durmiendo plácidamente, cuando la estúpida alarma, me hace levantar, al igual que Elena. Ella se levanta y trata de buscar sus pantuflas color rosadas, abajo de la cama. No quería levantarme, tenía mucha flojera.

- Levántate, se nos va a hacer tarde para las clases - habló Elena, dándome una almohada a mi cara.

- Ya voy - abriendo poco a poco mis ojos, y acostumbrándome a la luz que daba en mi cara el sol.

- Iré a cambiarme - dije yo, aún con sueño, si, lo sé, soy muy floja. Siempre soy así...

- Préstame ropa tuya - dijo ella, y yo asentí sin problema. Entro al baño, lavo mi cara y cepillo mis dientes. Mientras que Elena se cambiaba de ropa. Pues yo, hice lo mismo después de terminar de lavarme mis dientes.

Al finalizar, bajé a las escaleras y fuí a la cocina, para preparar dos platos de comida; el desayuno. Cuestión de minutos, Elena ya estaba en el comedor, con su celular, mirando las redes sociales. Yo terminé de hacer la comida, le dí su plato y comenzamos a comer gustosamente. 

- Cocinas como una profesional - sonrió pero a vez rió a lo bajo - 

- Gracias - sonrío levemente - esta comida, nos hacían en el orfanato - contesté, haciendo una pequeña mueca en mis labios. 

- Que bueno - dijo ella, mirándome  - ¿Extrañas el orfanato? - preguntó, a los segundos desvió su mirada a mi y ahora lo tenia en su plato.
La verdad extraño mucho ese orfanato, no el lugar, sino mis amigos. Ese lugar, para mi era un infierno. Las mujeres que trabajaban en ese sitio, nos golpeaban, nos insultaban. Cuando eres un niño no querrías tener ese tipo de trato; obviamente.
Por eso escape, no me aguante tantos maltratos, hacia meses sufría al igual que los demás. 

- Yo... - ella me miró, esperando mi respuesta - Extraño a mis amigos de ahí, ese lugar para mí fue un infierno - bajé mi mirada - 

- Lo se, pero trata de olvidar eso - respondió ella, su rostro se torno preocupada - 

- Si, bueno, vamos a la escuela, sino nos regañara el profesor por llegar tarde - cambiando de tema completamente. No quería hablar sobre eso. 

- Tienes razón, vamos que se nos hará tarde - dijo ella, levantándose de la silla, tomó su abrigo y su mochila. Yo también hice lo mismo. 

(...) 

- Señor, Tn se va al colegio con su amiga Elena, ¿Qué hago? - preguntó él hombre vestido de negro y con corbata blanca. 

- Cuídala, no quiero que le pase nada - dijo Jimin, sentado en su silla cómoda de la lujosa oficina. Él hombre, se fué del lugar, sin antes hacer una pequeña reverencia enfrente de su jefe. 

Jimin siguió viendo una serie de papeles. De repente suena su celular, a lo que atiende. 

- ¿Hola? - preguntó él - 

- Jimin, el señor Jeon quiere pasar a verlo - dijo Jade desde la otra linea - 

- Dile que pase - respondió firme - 

- Está bien - colgó la llamada - 

A los pocos minutos, tocaron la puerta. A lo que Jimin respondió. 

- Adelante - alzó la voz, para que escuche la persona desde el otro lado de la puerta. Entró un hombre, de unos 30 años, con su traje blanco elegante, como los demás; trajes caros. 

- ¿Qué quiere? - dijo Jimin, con su rostro serio, acomodando su corbata - 

- Quiero ver al maldito de Jungkook, que me diga que le hizo a mi hijo - su tono de voz fue elevada. Estaba enojado. 

𝕸𝖎 𝖆𝖈𝖔𝖘𝖆𝖉𝖔𝖗 |J.M| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora