Capítulo 22

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Pov Tn:

Abro lentamente mis ojos, encontrándome con Jimin. Él está durmiendo gustosamente y prefiero dejarlo dormir un poco más.
Me levanto al baño despacio y me doy una ducha relajante.

Cada vez que pensaba en Jimin, me acuerdo de lo que pasó anoche. Oh por dios...
Mis mejillas se pusieron rojas al instante. Termino de bañarme y cubro mi torso desnudo con una toalla de color naranja.

Salgo del baño y ¡Tremendo cuerpo tiene éste hombre! No lo había visto a esta vista... Jimin estaba cambiándose, mientras que todavía estaba sin camisa. Me sonrojé un poco al verlo y él se dió cuenta de mi presencia, hasta que habló.

- Hola, cielo, ¿Cómo dormiste? - se acercó a mi sonriendo -

- Bien, Jimin - bajé la cabeza sonrojada, al recordar lo que pasó anoche nuevamente -

- Me encanta cuando te sonrojas - rió a lo bajo, mientras que me dió un beso en mi frente -

- Voy a cambiarme - cambio de tema rápidamente y me volteo, pero Jimin me detiene tomándome de la mano suavemente -

- ¿Qué pasa, cariño? - se acercó más, hasta que nuestros rostros se pusieran muy cerca -

- ¿Qué? - respondo, haciéndome la inocente. Se perfectamente a lo que se refiere -

- No te hagas, ¿Te hice daño? - me miró fijamente -

- ¿Cómo? No... - hablé con nervios -

- Déjame verte - tomó una de sus manos a la toalla, para quitarmela -

- ¡No, Jimin! - dije avergonzada -

- Entonces dime - habló -

- No, para nada - contesté con cautela -

- Está bien - acarició mi mejilla delicadamente - ¿Quieres venir a mi oficina hoy? - preguntó sonriendo -

- Bueno - sonrío -

- Bien, iremos a desayunar y vamos a mi empresa, ¿Te parece, preciosa? - besa mis labios -

- Si, me perece bien - dije yo. Camino hacía el armario y elijo una ropa que sea cómoda y bonita para ir a la empresa. Tú me entiendes, vestirme para lugares importantes, para decirlo así....

Termino de cambiarme y veo que no está Jimin, de seguro bajó, así que hice lo mismo. Bajo los escalones y María está poniendo unos platos en la mesa, con una una fuente con comida. Jimin está sentado, de seguro esperándome.

Ambos me miran y María habla al instante.

- Hola, querida. ¿Cómo estás, tienes hambre? - preguntó, mientras se acercaba a mi -

- Hola, María - sonrío - si, tengo un hambre que da calambre - hago un pequeño puchero en mis labios y sobo mi estómago -

Desde ayer que no como nada.

- Claro, siéntate - rió ella por mi comentario reciente -

- Gracias - me siento en la silla, en frente de Jimin -

- Conque tienes hambre, ¿No? - asumió él, levantando una ceja -

- Si, tengo hambre - lo miro -

- Come, corazón - me sirve arroz con una pechuga de pollo -

- Gracias - le agradezco nuevamente. Ella se nota que se preocupa por mí.

Sinceramente, me cae super bien ella, parece mi madre.

𝕸𝖎 𝖆𝖈𝖔𝖘𝖆𝖉𝖔𝖗 |J.M| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora