Capítulo 14

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1 semana después:

Pov Jimin

Tn estuvo todo esta semana encerrada en la habitación y sin comer casi nada, desde ese día que fuí grosero con ella. Me preocupa demasiado su estado. María me dice que está muy pálida, triste y llora todas las noches.

Pues, eso es verdad; todas las noches la escucho llorar. A veces entro al cuarto, pero ella enseguida me tiene miedo o solamente me grita que salga del cuarto.

Ví a María bajar las escaleras con la bandeja de comida. No la comió.

- ¿No quiere comer? - pregunté bufando -

- No, señor. Ella está igual de siempre, no quiere comer y está muy pálida de lo normal. A parte veo como bajó de peso - hace una mueca con sus labios apenada -

- Joder, ésto me está volviendo loco - agarró mi cabello con mis dedos, de forma frustrada -

- Lo siento, señor, he hecho lo posible para que ella coma, pero se niega totalmente - habló, dejando la bandeja de comida en la barra de la cocina -

- De acuerdo, pero trata de convencerla. Tú eres la única que habla con ella, a parte de mí - la miro preocupado -

- Está bien, señor, haré lo posible para que eso no suceda - sonrió levemente con tristeza - iré al patio trasero para regar las plantas, con permiso - hizo una pequeña reverencia y asiento -

- Maldita sea, Tn - susurré para mí mismo -

Pov Tn

Me siento cansada, triste e impotencia. Necesito salir de aquí cuánto antes, no aguanto más. No quiero comer nada, cuánto más estoy enojada y triste no tengo apetito. Siento que he bajado de peso esta semana entera, he comido muy poquito estos días; muy poco.

A veces siento que mi cabeza va a explotar por el dolor que tengo, de vez en cuando tengo mareos y me siento muy cansada; muy cansada. Y ahora mismo siento lo mismo, mi panza gruñe como loco suplicando algo de comida en mi barriga. Pero no quiero ir abajo. Hoy si tengo hambre.

Pero mis ganas son muy fuertes, así que decidí ir a la cocina. Me levanté de la cama, pero al levantarme me mareé mucho y casi caigo al suelo. Me paro firmemente como puedo y camino hacia la puerta. La abro lentamente y con sumo cuidado avanzo al primer piso.

Bajé los escalones y me sostuve de las barandas para no caerme. Mi garganta pedía a gritos agua, así me dirijo hacia la cocina, pero detuve mis pasos cuando ví a Jimin sentado en el sillón con su celular en sus manos.

Lo miro por unos segundos, hasta que el se percata de mi presencia. Al instante se levanta rápidamente hacía mi dirección con su rostro preocupado.

- ¿Te sientes bien? - preguntó tomándome de mis mejillas delicadamente -

- Si, estoy bien - traté de sonar fría. Pero por dentro estaba débil.

- Estás muy pálida, Tn - replicó, mirando mi tez blanca en mi rostro -

- Déjame, ¿Si? - contesté relajada, para mantener la calma. Me alejé de él.

- Está bien - suspiró -

- Iré por un vaso de agua - caminé con cautela hacia uno de los vasos que estaban al alcance -

- Cuidado, te veo mal y no estás bien - miraba como caminaba. Pues, caminaba un poco mal por los malditos mareos que tenía -

- Estoy bien - insistí, fingiendo estarlo. Serví agua fresca en el vaso y lo tomé. Al tomarlo, sentía punzadas en mi cabeza y eso hizo que me tocara mi nuca levemente. Al hacerlo, ví de reojo a Jimin acercarse hacia mi, con mucha preocupación.

𝕸𝖎 𝖆𝖈𝖔𝖘𝖆𝖉𝖔𝖗 |J.M| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora