Capítulo 1

1K 53 37
                                    

- Si señor - respondió un hombre, con su voz grave -

- ¿Que va hacer con ella mi señor? - hablo el otro hombre, un poco más alto que el anterior -

- Ya lo veremos, solo quiero tenerla para mí - habló Jimin -

- ¿Tanta obsesión por ella? - otro individuo se presentó, se encontraba en la esquina del sillón de la oficina. Se cruzo de piernas y espero la respuesta del recién nombrado.

- La quiero para mi, desde el primer día que la vi, me pareció una mujer hermosa - sin darse cuenta, su rostro se encontraba una pequeña sonrisa.

- ¿Cuantos años tiene? - preguntó él, un tanto curioso.

- Ella tiene 17 años - su rostro ahora estaba serio. - ¿Para que viniste? - preguntó, mirándolo -

- acomoda su corbata rápidamente - Vine para darte esto - entregándole una serie de papeles -

- Esta bien - resopló - lo firmare después, puedes retirarte Jade - el hace una pequeña reverencia y se retira del lugar, cerrando la puerta.

(...)

Hace semanas, siento como alguien me persigue por todas partes donde vaya, de hecho ayer, había una camioneta negra, parado enfrente de mi casa. Eso me aterroriza.
Trato de no salir tanto a la calle, puede que alguien demente haga algo conmigo, y no quiero eso. Me senté hacer a comer el desayuno que había preparado hace unos minutos. Comienzo a mirar por la ventada que estaba a unos centímetros de mi; para mi suerte, no había nadie.

Iba a comer el ultimo bocado que quedaba en el plato, cuando de sorpresa, alguien toca el timbre, pego un brinco del susto. Me paro de la silla, y me dirijo hacía la puerta.

- ¿Quién es? - pregunté al lado de la puerta; no hubo respuesta.

- ¿Quién es? - insistí, elevando mi voz un poco más. Tampoco hubo respuestas.

Suspiré, pues ya me cansaba que toquen timbre todos los días, creo que son los pequeños vecinos que juegan en la calle. No le dí importancia. Me dí la vuelta, para ir a la mesa, pero algo me detuvo. Escuché un pequeño sonido proveniente abajo de la puerta. Me dí la vuelta, para mí sorpresa, había un pequeño sobre de color blanco que decía "para mi baby".

Esto no lo había dicho, pero, también me mandan sobres con cartas abajo de mi puerta, o sino en mi ventana de mi habitación, al principio pensé que era una broma de mis compañeros de clase, pero después... ya nada era gracioso. Son escritas por un joven que se hace llamar "J". Eso me molesta demasiado. Abrí la puerta bruscamente y contesté...

- ¡Déjame de molestar, no quiero tus estúpidas cartas! - alzo la voz, casi gritando. Los pocos vecinos que estaban afuera, se quedaron viéndome, con rostros confundidos. Como si pensaran que estoy loca.

Me adentré a mi casa, obviamente, tiré a la basura la carta. Me fuí a mi habitación y me tomé un baño. Pues tenía que ir a la escuela.

(...)

Entré a la clase, me senté al lado de mi amiga y ella habló.

- Hola Tn, ¿todo bien? - preguntó preocupada, ella notaba mi rostro serio.

- Pues, otra vez las mismas cartas, Elena, eso ya me asusta - baje mi cabeza -

- De seguro, es una broma que te hacen tus vecinos, no te asustes, no tengas miedo - acarició mi melena - todo va a estar bien - aseguró -

- Gracias amiga, contigo puedo confiar - sonrió levemente -

- Cuenta conmigo cuando sea - sonrió alegremente. Ella es una amiga en las que se puede confiar, es muy agradable y tiene un buen corazón.

𝕸𝖎 𝖆𝖈𝖔𝖘𝖆𝖉𝖔𝖗 |J.M| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora