una decisión difícil (tercera temporada)

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Han pasado seis años desde que no volvimos a ver a Armin, cada día lo extrañaba más. El tiempo pasaba y anteriormente hablábamos en el chat del grupo y un día simplemente dejo de hablar; se había salido del grupo y había eliminado su número, por un momento pensamos que había cambiado de número. Pero paso el tiempo y no supimos más de el; así que nos resignamos y seguimos con nuestras vidas.

Eren y yo terminamos nuestros estudios con honores y habíamos pasado el internado y ahora éramos residentes; sin embargo el hospital estaba pasando por una mala racha por lo que si no hacíamos algo iba a cerrar pronto.

Eran las cinco de la mañana, mi reloj biológico seguía siendo tan exacto aún en esta vida; espere unos minutos hasta que mi alarma sonó, tome el celular y toqué la pantalla para apagar la alarma. Me talle los ojos y me levante; era mi primer día como residente y estaba nerviosa, mis padres me habían dado una casa como regalo de graduación, al principio no estaba tan de acuerdo pues era mucho gasto para mi, pero al final termine aceptando pues además era una de las tantas propiedades que ellos tenían. Si, mis padres literalmente nadaban en dinero pero eso a mi y a Crista no nos deslumbrada; sin más me levante de mi cama, camine a mi armario y busque ropa. Tome un vestido entallado color negro unas botas negras que llegaban a la rodilla y obvio mi ropa interior y una chamarra de mezclilla y me adentre en el baño.

Espere a que el agua se templara para poder entrar a la regadera mojando todo a su paso, talle mi cabeza y luego lave mi cuerpo, amaba el aroma del jabón líquido que usaba, era un aroma dulce pero acogedor. Recuerdo que hace dos años Sasha me lo había recomendado y quedé fascinada; terminando me envolvi en la toalla y luego me vestí, desayune rápido, tomé mis cosas y las llaves de mi auto y parti hacia el hospital.

Armin.

Era sábado por la tarde, estaba muy ocupado arreglando unos documentos importantes cuando escuche la puerta, di el pase. La puerta se abrió dejando ver a una mujer muy sonriente - ¿qué quieres Jeanne?-
- ya pasaron seis años ¿y aún no me llamas tía?- la mire con una cara de pocos amigos - vamos al grano que no tengo su tiempo- dije regresando mi vista hacia los documentos - el hospital Sinah está apunto de quebrar- por dentro sentía un vacío en el corazón pues era el hospital donde trabaja el doctor Jeager y el mismo que maneja la universidad donde estudian Eren y que no demostraba por nada - ¿y?-
- ¿ cómo que "y"? Sobrino, es tu oportunidad para hacer tu primera compra- era cierto, desde que me gradúe no hice más que arreglar papeleo pero jamás hice una compra - y ¿qué quieres que haga?-
- regresar a tu ciudad y comprar el hospital- suspire y acomode los documentos - esta bien acepto- dije sin más - pero una condición. No quiero que te acerques a esos que dices ser tus amigos. De lo contrario te obligare a regresar- dicho esto salió de mi despacho. Me recargue sobre el respaldo de la silla suspirando con frustración .

Había que pagar un precio para volver a ver a mis amigos, me levanté de la silla y me dirigí a una de las mesas que tenía en el costado, recuerdo que en mi cumpleaños mi tía me había regalado una botella de licor; misma que ahi tenía. Tome la botella y verti el licor en uno de los vasos que ahí tenía, luego le puse algunas uvas congeladas para después sentarme de nuevo y tomar de el
- chicos en verdad perdónenme-

(T/N)
Al llegar al hospital bajé del auto encontrándome con Eren, nos saludamos y nos dirigimos hacia los vestidores
- ¿has sabido algo?- pregunto Eren del otro lado de los casilleros
- nada desde hace cinco años ¿tu?-
- Tampoco, pareciera como si se lo hubiera tragado la tierra-
- bueno, la verdad es que de por si a su tía no le gustaba que hablara con nosotros, según ella éramos una mala influencia, por cierto ¿ supiste quien va a comprar el hospital?-
- no. Solo nos convocaron a la junta-
-¿qué dijo tu padre?- Eren suspiro con pesadez - no me dijo mucho solo que en el correo que le mandaron hace una semana el remitente solo tenía iniciales A. A. Pero hasta ahi-
- será dificil. Después de tantos años de esfuerzo- Eren y yo terminamos de cambiarnos y nos dirigimos hacia nuestro lugar de trabajo; llegamos al área de enfermería pues ahí se encontraban los vestidores de los internos. Ambos entramos y nombramos a nuestros internos; un grupo de seis jóvenes se posaron frente a cada uno, dicho y hecho yo lleve a mis internos por un lado y Eren por otro lado, explicándole reglas, lugares, dándoles algunos consejos entre otras cosas, luego de ello pudimos presenciar una cirugía.

Eren y yo les dimos un descanso a nuestros internos para que pudieran comer pues el primer día era el más pesado y eso lo sabíamos ambos; sin avisar la hora de la junta llego; fuimos convocados a la sala, ahí estábamos Eren, Zeke, doctor Jeager y Dina quien como supimos fue la primer esposa del señor Jeager pero se divorciaron sin embargo mantienen una buena comunicación debido a Zeke. Esperamos unos minutos en lo que el señor Jeager se preparaba mentalmente, Eren y yo nunca vimos necesario que estuviéramos aquí o más bien, yo no vi que fuera necesario sin embargo aquí estoy.

Pasaron unos minutos en silencio solo escuchando el sonido de las hojas siendo acomodadas, el señor Jeager carraspeo la garganta y se acomodó la corbata para después sentarse.
- eh convocado a esta junta, pues como saben eh recibido un correo electrónico de un anónimo que quiere comprar el hospital-
- señor, no puede-
- doctora (T/A) déjame hablar por favor. Se que todos están desconcertados de quien es la persona que quiso comprar el hospital, y el por que decidí vender el hospital sin embargo creo que es lo más prudente en estos momentos-
- entonces es un hecho ¿venderas el hospital?-
- así es Eren, el comprador llegó ayer a la ciudad y hoy está aquí para dar legalidad a la compra-
- ¿y qué pasará?-
- doctora, no debe preocuparse. El aseguró que no tenía intenciones de desaparecer el hospital- suspire y mire hacia el techo. Esperamos unos segundos, hasta que Zeke hablo - papá, ¿qué pasará con nosotros si decide despedirnos-
- no se con exactitud, son muchas cosas- escuchamos la puerta ser tocada, el señor Jeager se levanto
- ya llego- solto un suspiro y abrió la puerta - buenas tardes licenciado, llega justo en el momento.
- buenas tardes Doctor Jeager, me es grato saber que llegue a la hora exacta- un hombre de traje muy elegante se posó frente a nosotros, examinando cada detalle. No podría creer de quién se trataba, mi corazón latía a mil por hora y mi cuerpo temblaba. .

Alas de libertad - Armin Arlert y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora