Te mira

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Armin y yo estábamos siendo presionados cosa que comenzaba a ser algo molesto; y claro Armin y yo si queríamos casarnos pero estábamos más enfocados en nuestras carreras que la idea de una boda era demasiado lejana; así que primero nos enfocabamos en lo más importante ahora.

Paso el tiempo y el embarazo de Mikasa iba de maravilla; de vez en cuando iba al hospital para su revisión y posterior a eso esperaba a Eren ya que el salía diez minutos después de que Mikasa saliera de su revisión y así se iban juntos. Poco después se nos anunció que sería niña por lo que muchos del grupo habíamos decidido comprarle cosas para la bebé - Mikasa se ve hermosa en ese estado- dijo Eren mirándola mientras ella esperaba en la sala de espera - vaya que estas muy enamorado- dije mientras revisaba en la tableta los registros de los pacientes - ¿no me digas que no te sientes así con Armin?-
- si, pero yo no sonrio como idiota al verlo-
- claro que si, te eh visto como sonríes- aquel comentario me hizo sonrojar - bueno esta bien- de pronto sentí un escalofrío
- ¿sucede algo?- negué y simplemente seguí con lo mio, aunque aquella sensación no se iba del todo ¿qué está pasando? Y sin darme cuenta ya estaba en la casa junto con Armin -¿sucede algo?- preguntó mientras salía de mi trance - no es nada-
- Eren me contó que has estado extraña desde hace rato ¿segura que todo está bien?- asenti dándole un sorbo a mi tasa de té; terminamos de cenar y nos dirigimos a la cama. Me preocupaba esa sensación tanto que no pude cerrar los ojos por un largo rato; miraba al techo sintiendo la cama moverme debido a los repetidos movimientos de Armin quien dormía tan plácidamente; decidí tomar un poco de aire y aclararme. Tome una de las almohadas que había caído al suelo y una  cobija, me puse mis pantuflas y sigilosamente salí de la habitacion, abri la puerta que daba al jardin y camine por el pequeño pasillo hasta llegar al estanque artificial que teniamos y me sente en una de las sillas. Mire la caja de cigarros que tenia ahí, dude mucho si fumar o no debido a que a Armin no le agrada el olor. Pero después pensé en tomar un baño para quitarme el olor así que no le vi problema; tome uno y lo puse en mi boca para después encenderlo, tampoco me agradaba el olor pero aveces me relajaba, mientras esperaba miraba mi teléfono cada cierto tiempo para lograr distraerme hasta que de pronto comenzo a llenarse de mensajes de un número desconocido, lo que hizo que la poca tranquilidad que tenía se fuera dando paso a un ataque de ansiedad un número desconocido a mi parecer; intente no darle más vueltas al asunto y termine mi cigarrillo, apagándolo en el cenicero; me acerque al estanque que estaba iluminado por algunas luces ecológicas y veía como nadaban los peces en total calma, aunque como era de noche solo alcanzaba a ver de tres a cinco por máximo pues la mayoría dormía debajo de las rocas y algas que teníamos ahí; mirarlos me daba tranquilidad.

De pronto sentí a alguien a lado mío, como supe quien era, no me moleste en lo absoluto en voltear
- crei que dormías-
- yo crei que estabas a mi lado-
- lo siento, no podía dormir-
- ¿hay algo que te preocupa?-  negué, y escuché un suspiro
- tienes olor a cigarrillo; normalmente no fumas a menos que te sientas ansiosa o algo te preocupe ¿está todo bien?- asenti, lo último que quería era que mi novio se preocupara y más aún que pusiera en riesgo su vida.

Pasaron los días y los meses, las cosas iban bien y comenzaba a distanciarme de Armin, aveces no llegaba a la casa a dormir, pues me iba a anterior casa en la que vivía antes, otras veces me iba al sillón a dormir o me mantenía en el jardín; eso había comenzado a preocupar a mis amigos y sobretodo a Armin. Pero no había nada que pudiera hacer; aquel último mensaje había sido tan claro.

No sabia que hacer estaba atrapada; un último mensaje había llegado, era mi día de descanso, tomé el celular y miré la pantalla

( número desconocido)

¿Estas lista para irte? Recuerda que no puedes decirle a nadie; ni a la policía ni a tu noviecito.... estaré esperandote  y no quiero sorpresitas, tendrás que dejar tu celular....

Estaré lista en diez minutos

Si no sales en diez minutos iré a visitar a tu novio.

Finalice la conversación, dude por unos instantes, Floch era un manipulador de primera y habia encontrado la casa de Armin. De pronto recorde que Ymir y Pocco eran policias y ellos podrian ayudarme.

Puse manos a la obra, escribi una carta para Armin con un mensaje oculto para Ymir y Pocco, sabia que lograrian descifrarlo asi que simplemente deje la carta, saque el chip de mi telefono y lo escondi en uno de mis zapatos para que pudieran rastrearme sin que Floch se enterara.

Escuche un auto aparcar cerca de la casa me asome y pude ver a Floch salir del auto y entrar a la vivienda - ya pasaron los diez minutos- dijo y miro la carta debajo de mi telefono.
- ¿que dice esa carta?- se le entregue para que la leyera, confiaba en que no era suficientemente listo para entender ruso, y mucho menos si aquel mensaje asimilaba ser un simple adorno. Solo se concentro en el texto que habia escrito en nuestro idioma. Doblo la carta y la dejo en el mismo sitio; tomo la maleta y la abrio examinando su contenido. No podia evitar sentirme nerviosa pues en cualquier momento podria descubrir el chip que tenia en el zapato.

Una vez terminando tomo la maleta y a ratras me llevo al auto
- mientras mas pronto nos vayamos mas lejos estaremos- dijo metiendome al auto a la fuerza, aventó la maleta al asiento trasero y arranco.

~Armin

La jornada había terminado, solo quería llegar a casa y ver a (T/N) me preocupaba demasiado, se había vuelto más distante, casi no dormía conmigo, ya nisiquiera nos bañabamos juntos ni habíamos tenido relaciones los dos últimos meses; suspire para después meter la llave a la cerradura, la casa estaba a oscuras; tenia la impresión de que (T/N) se había ido a casa de sus padres o la que antes era suya; pero todo se me vino abajo cuando encontré su celular y debajo una hoja en blanco doblada por la mitad, la abrí y no pude evitar sentir las lágrimas caer por mis mejillas.

~ (T/N)

La noche callo y eso me hizo sentir nerviosa, hicimos una parada en un hotel de paso en medio de la carretera para descansar; no se cuanto habíamos viajado, estaba cansada al igual que floch. El habia salido a comprar algo de comida mientras yo estaba en la habitación encerrada.

Después de unos minutos el regreso con na caja de pizza y dos refrescos - debes comer para tener energías- dijo abriendo la caja; de principio me negué pero no tenía de otra tenia hambre y mis tripas me delataban - mañana salimos antes del amanecer, termina de cenar y te duermes- dijo con autoridad. Asenti y seguí comiendo.

Alas de libertad - Armin Arlert y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora