Alas de libertad - Armin Arlert y TN

sera dificil

Pasaron los días, todo era tan tranquilo. Lo cuál me tenía aliviada, era cierto que el abuelo de Armin nos regañó un poco por dejar que Armin se embriagara pero al final terminó riéndose sobre todo cuando le mostré los vídeos mismos que les había enseñado a mis amigos y a mi familia con anterioridad.

Estaba con Armin y su abuelo en su casa pues me habían invitado a comer con su familia; habíamos tenido una convivencia muy amena. La comida era deliciosa y las risas eran parte de nuestra tarde.
- por cierto (T/N) ¿qué te parecieron los anillos que te regalé para ti y Armin?- al escuchar aquella pregunta Armin escupió su jugo lo cual me hizo reír - son muy hermosos pero.....- el abuelo de Armin no me dejo hablar - nada de peros, el dinero no importa si se trata de ustedes-
- abuelo, es mucho yo....- no pude seguir hablando pues nuevamente fui interrumpida
- Armin, (T/N) lo único que deseo es verlos felices- su mirada era tan sincera, era la misma mirada que tenía Armin. Me sentía afortunada de tener a personas como ellos, sin embargo los momentos felices pueden acabar y eso lo sabia desde hace más de mil años.

El abuelo jamás nos había hablado de una complicación que tenía en el corazón desde hace dos años lo cual nos tomó de sorpresa cuando de pronto se tocaba el pecho y comenzaba a respirar con dificultad
- abuelo ¿qué pasa?- dijo Armin su cara cambio a una de preocupación, de lo poco que aprendí en la carrera de medicina pude atenderlo en lo que venía la ambulancia; esperamos minutos en lo que llegaba la ambulancia, uno de los paramédicos se trataba de Zeke quien atendió al abuelo muy bien. Ambos nos fuimos con el al hospital y de ahí se lo llevaron a un área especial.

Mientras tanto Armin y yo esperábamos en la sala, ambos estábamos preocupados de a poco llegaron nuestros amigos para apoyarnos. Esperamos un rato en lo que nos daban noticias del abuelo.

Movia mi pie con una evidente ansiedad, los minutos eran cruciales. Pasaron 2 horas cuando salió el doctor Jeager pero por su rostro sabíamos que no tenía buenas noticias - familiares del señor Arlert- Armin se levantando y siguió al doctor, pero se detuvo y me miró, entendí que quería que lo acompañara. Tome su mano y nos dirigimos hacia la habitación.

El ambiente se sentía tenso llegamos a la habitacion, y ahí estaba; en una camilla conectado a miles de cables y un respirador artificial. Nos miro pero sus ojos reflejaban tristeza con una sonrisa débil nos pidió que nos acercaramos. El tomo nuestras manos - Armin, (T/N) recuerden lo que les dije, quiero que sean felices, que cumplan sus metas y siempre se apoyen el uno al otro-
- siempre lo haremos asi- dije con una sonrisa débil - me temo que no podré verlos casarse ni tener hijos, pero puedo irme con la certeza de que serán felices y se amaran siempre-
- pero ¿qué dices?- la voz de Armin se estaba quebrando, yo no podía evitar que las lagrimas salieran de mis ojos - abuelo. Usted se va a recuperar téngalo por seguro- dije mientras me limpiaba con el dorso de mi suéter - antes de que me vaya quiero que me prometan ambos que se van a esforzar, se van a apoyar y nunca se van a dejar- ambos asentimos sin evitar que las lagrimas salieran. La maquinita de pronto comenzó a emitir un sonidito. La mano de Armin se tensó, de su garganta salió un grito sonoro que alertó a los médicos, nos sacaron a ambos de la habitación.

Luego de unas horas le entregaron el acta a Armin, con ayuda de nuestros amigos comenzamos con los preparativos para el funeral.

Al día siguiente, pasé a la casa de Armin; de ahí esperamos para Jean llegara; y de ahí nos dirigimos a la funeraria. Recordaba el dolor que me causaba estar en un funeral, llegamos y ahí estábamos todos.
- Armin dime ¿le avisaste a tu familia?- el asintió sin verme, simplemente camino hacia el ataud. Suspire pesado y me dirigí a mis amigos para saludarlos, el lugar era algo amplio, según las instrucciones del abuelo Arlert había dejado dinero suficiente para poder costear todos los gastos médicos y funerarios; luego me acerqué a Armin abranzandolo con fuerza; su manos tomó la mía y se volteó para poder abrazarme; coloco su cara en mi hombro y comenzó a llorar con más fuerza; unas cuantas lágrimas salían de mis ojos.

Escuchamos unos pasos acercarse al lugar, al voltear pude ver a una mujer rubia, y un hombre alto de buen porte. Aquella mujer llevaba un vestido pegado en color negro con un abrigo que a leguas se veía que había gastado miles de dólares en el, por su parte aquel hombre llevaba un traje elegante. Sus tacones resonaban por todo el lugar y llegaba a ser molesto, le di unos toquecitos a Armin para poder separarme - permíteme debo ir con ellos- dije. El me detuvo - te acompaño- dijo y nos dirigimos a ellos tomados de la mano, la mujer al vernos se quitó los lentes de sol, luego dirigió sus ojos desde mis pies hasta mi cabeza y miró después a Armin
- querido sobrino- dijo ella mientras lo