Alas de libertad - Armin Arlert y TN

una primera vez

Los meses pasaron, la universidad nos absorbía mucho y muy pocas veces teníamos oportunidad de ver a Armin y aveces solo iba yo y esta fue una de tantas; debido a que Eren y Mikasa estaban de viaje y a que Connie, Sasha, Jean, Reinner, Bertold y Annie estaban más atareados que yo con respecto a la universidad tuve que visitarlo sola lo cual disfrutaba bastante pues tenía a Armin para mi solita; disfrutaba de la presencia de Armin, mismo que había accedido a ir al gimnasio después su recuperación y es que su abuelo y yo le insistiamos una y otra vez hasta que el accedió.

Su abuelo había salido por unas cosas de su negocio y tardaría en llegar mientras tanto Armin y yo platicabamos y reíamos. De un momento a otro estaba encima de el, sus manos rodeaban mi cintura; mis ojos iban desde los suyos hacia sus labios y nuestras respiraciones chocaban. Sin más lo bese, era un beso lento y apasionado.
- espere tanto para hacer esto- confesó haciendo que ambos rodaramos en la cama y siguió besándome. Cuando de pronto la puerta se abrió, Armin se levantó de golpe mirando hacia la puerta
- ¡oh chicos! Perdónenme... los interrumpi- el abuelo de Armin había entrado con una bandeja. Dejo la bandeja en el buró cerca de la puerta y se tapo los ojos
- discúlpenme- dijo en tono avergonzado  y salió de ahí. Por nuestra parte Armin se dejó caer a mi lado y yo tomé una almohada que puse en mi rostro mientras gritaba - no es buena idea hacerlo aquí- dijo y escuchamos algo deslizarse por la puerta de Armin. Me levanté de la cama para ver que era. Mi rostro se puso tan rojo como un tomate al ver lo que era y a lo lejos escuchamos la voz del abuelo de Armin - ¡Usen protección! No quiero ser bisabuelo tan joven- grito.  Tome el empaque y lo deje en la mesita de noche mientra veía a Armin voltearse boca abajo en su cama...

Sasha seguía riéndose a carcajadas mientras Armin y yo estábamos de un color muy rojo
- ¿de verdad iban a hacerlo?-  pregunto Mikasa mientras sostenía su bebida. Ambos asentimos - no puedo creer lo que están diciendo- siguió Sasha tomando una alita de la canasta, Nicollo quien estaba con ella también se reía a carcajadas y luego hubo una pausa - Armin ¿por que no pusiste seguro en la puerta?- pregunto Eren entre su risa - no pensé que mi abuelo regresaría tan pronto y me gano el calor del momento- Crista e Ymir también reian. De hecho todos reian hasta que de pronto Crista los callo a todos
- ¡escuchen!- ordeno ella -Debido a que mañana es el cumpleaños de mi querida hermanita tenemos que darle un regalo muy especial- dijo ella mostrando picardía en sus ojos -yo tengo aquí quince dólares- dijo Eren poniendo el dinero en la mesa -yo tengo también quince dólares- siguió Jean - no tengo nada por que solo tengo para pagar la comida. pero espero que esto sirva- dijo Nicollo sacando de su bolsillo dos empaques de condones. Armin y yo estábamos que no cabiamos de la pena - ¿cada cuando lo hacen?- pregunto Connie expectante
- una vez a la semana- contesto Sasha mientras seguía comiendo
- ¿desde hace cuánto?-
- cuando llevábamos un año de relacion- ambos nos sorprendimos pero no le dimos importancia. Crista tomó los treinta dólares y pensó - con esto les alcanza para tres horas- dijo
- ¿tres horas de que?- pregunte acabandome mi bebida
- ustedes dos van a perder la virginidad-
- ¿disculpa?-
- ya esperaron mucho tiempo asi que dejen de hacerse los inocentes que no les queda- replicó Eren. Mientras Jean y Sasha nos tomaban casi a la fuerza y nos llevaban hacia el auto de Jean. Todos se subieron al auto y Jean arrancó - lindo auto Jean- comento Armin mientras veíamos por la ventana y escuchamos a Crista y a nuestros amigos hablando sobre no se que cosas - ¿que te parece este?-  pregunto Eren - es muy corriente- contesto Crista - ¡Mira ese!- dijo Jean - no quiero que mi hermana y Armin tengan una infeccion dijo ella - ¿qué hotel cobra diez dólares por horas?- pregunto Connie - yo tengo otros sesenta dólares- comento Crista. Luego de unos minutos Crista solto un grito - es ahi- señaló a lo que Jean aparcó el auto.

Todos bajamos bueno a Armin y a mi nos bajaron y así como nos sacaron del bar así también nos metieron a la recepción del hotel. Ambos estábamos llenos de confusión. Crista se acercó a la recepcionista y luego de unos minutos ella se  nos acercó con unas llaves y nos las dio - piso dos, habitacion sesenta y seis. tienen tres horas aprovechenlo-
dijo mi rubia hermana luego de eso nos empujaron al ascensor
- ¡Gozenlo!- grito Jean y las puertas del elevador se cerraron y este se movió. Ambos nos miramos sonrojados y llenos de pena, pero también estábamos felices por el detalle que estaban teniendo nuestros amigos. Salimos del ascensor y buscamos la habitación
- aquí es- dijo Armin introduciendo la llave y girando el picaporte. Ambos entramos, el lugar estaba lleno de velas y arreglos florales.

Mi celular sonó y era un mensaje de Crista
" pedí el paquete romántico para ustedes dos" el celular de Armin también sonó " acabala matador"
Ambos entramos y observamos el lugar Armin cerro la puerta detrás suyo. Luego de  un momento a otro me estampó contra la pared - hay que aprovechar que nadie nos interrumpe- de pronto una faceta que no conocía de Armin salio a relucir. Comenzo a besarme, era un beso apasionado y lleno de deseo; sus manos recorrían mi cintura levantando mi blusa. Sus besos bajaron a mi cuello dejando un fino rastro de saliva incline mi cabeza a un lado para darle más espacio. Mientras mis dedos se enredaban en su cabello. Ambos nos encaminamos hasta la cama, llegando al borde desabotone su camiseta, dejando al descubierto su torso. Acariciaba su torso con la llema de mis dedos; la temperatura aumentaba considerablemente. Armin me apegó más a su cuerpo y sus manos acariciaban mi espalda; un campanar sonó indicando las doce de la noche - feliz cumpleaños- dijo Armin recostandome sobre la cama; el edredón era tan cálido.

Se colo enmedio de mis piernas mientras seguía besándome, ambos solo estábamos en ropa interior