Cambio de Juego [SOPE]

28

Los Admirals habían derrotado al equipo contrincante en el sexto partido, eliminándolos de los playoffs. Seúl pasaba a la final de la Copa Stanley contra los campeones de la Conferencia Oeste, Los Ángeles. La serie comenzaría en tres días.

Hoy, Yoongi iba a hablar con el entrenador Hwang. Había preguntado a su entrenador antes de la reunión de vídeo del equipo si podía reunirse con él en privado después.

— Si son malas noticias, preferiría no oírlas —, dijo Hwang, en cuanto Yoongi entró al despacho del hombre. Su tono era mortalmente serio, pero era mucho más suave de lo que parecía. Él querría saberlo de cualquier manera.

— No lo son —, le aseguró Yoongi, y se sentó en una de las dos sillas que había frente al escritorio de Hwang. — No debería serlo, de todos modos.

— Tienes veinte minutos. Dispara.

Yoongi exhaló y comenzó el discurso que había preparado. — Hay algo que quiero contarte sobre mí que probablemente se hará público muy pronto. Sé que no es el mejor momento para hacerlo, pero realmente creo que es por el bien del equipo y por el mío propio que...

— Por Dios, Min —, dijo Hwang. — ¿Puedo obtener el formato de viñetas de esta cosa?

— Soy gay.

Hwang se quedó helado y miró a Yoongi como si acabara de decirle que era un mago.

Por favor, no me grites. No por esto.

— Eres gay.

— Sí.

Hwang se llevó las manos a la cara y se recostó en su silla. Cuando bajó las manos, sonreía. — ¿Cuántas veces has dicho esas palabras en voz alta?

Yoongi le devolvió la sonrisa temblorosa, aliviado. Todo iba a salir bien.

— ¿Antes de ahora? Dos veces. La primera vez fue a mi agente. La segunda vez a Namjoon, Kim y Lee.

Hwang asintió. — Inteligente, diciéndoles primero.

— Me lo imaginaba.

— Y me lo dices porque...

— No quería que te enteraras por otra persona. Quiero hacerlo público. Pronto.

El rostro de Hwang volvió a ponerse serio. — ¿Cuándo, exactamente?

— Después de los playoffs —, dijo Yoongi rápidamente. — Lo prometo. No tengo que decírselo al resto del equipo todavía. No estoy tratando de distraer a nadie.

Hwang pareció considerar esto. — ¿Por qué ahora?

— Porque no quiero seguir viviendo una mentira. Y... Estoy con alguien. No es justo para él.

— Ah. Estás enamorado. Eso tiene sentido. El amor hace que los hombres hagan todo tipo de tonterías.

Yoongi esbozó una pequeña sonrisa. — Creo que esto podría ser lo más inteligente que he hecho.

— Sabes lo que va a pasar, ¿verdad? Cuando esto salga a la luz. ¿Tienes un plan para eso?

— Más o menos.

Hwang maldijo en voz baja. Yoongi se preguntó si tal vez habían terminado. Entonces Hwang dijo: — Cuando jugaba, era el único jugador no blanco de la liga. En un país como Corea donde tener la piel tan clara e hijo de un padre afromamericano...

Yoongi no dijo nada.

— Mi camino hacia la NHL fue... desafiante, digamos. No creo que haya habido un solo partido en el que no haya escuchado a un jugador, o a un aficionado, o a un padre, o, diablos, incluso a un árbitro, tener algo que decir sobre un hombre negro que juega al hockey.