Nuestra Familia (Spirk) // (Kirk x Spock)

CAPITULO 6: MAS QUE SATISFECHO

"¿Spock?" T'Svai había desbloqueado fácilmente el código de la cerradura de los aposentos de Spock y entró para encontrarlo sentado en su estera de meditación de espaldas a ella.

"Investigaré la seguridad que rodea a los mecanismos de cierre de este lugar", dijo Spock con frialdad, sin moverse de su lugar.

"Spock, tienes conocimiento de que tengo formación en ingeniería", le recriminó ella en voz baja. "Sabes que siempre he tenido aptitudes para la programación. Y también sabes que heriste a Jim cuando te fuiste tan bruscamente".

Spock se puso rígido, pero no se giró hacia ella. No podía permitir que ella viera el dolor y la confusión grabados en sus rasgos. Pero, ella tenía otros planes.

T'Svai dio la vuelta para mirar a Spock, y se quedó helada cuando vio una lágrima que rodaba por la mejilla del vulcano.

Se arrodilló frente a él y se la quitó con uno de sus sensibles dedos. No le sorprendió que él intentara ocultar sus pensamientos. "Spock, no te agotes levantado inútilmente los escudos. Los dos sabemos que estás sufriendo".

Spock la miró con obstinación. "¿Cómo está Sybok?", preguntó, intentando desviar su atención.

"Él está bien, tú no", no debía distraerse. Eso debería saberlo. "Spock, di lo que piensas", le dijo ella.

Spock había escuchado esas palabras de su padre poco después de la muerte de su madre. Y le habían ayudado a superar su dolor en aquel momento. Spock se preguntaba si hablar con T'Svai sería capaz de sofocar los sentimientos de desesperación que se aferraban a su sentido.

"Está resentido conmigo, ko-kai", dijo Spock en voz baja. "Por supuesto que está disgustado conmigo. La noche en Jonquilius no fue por su propia voluntad. Y esta situación tiene el potencial de arruinar su carrera. Es lógico que esté resentido conmigo".

"Spock", T'Svai lo puso de pie. "James no está resentido contigo. Está lleno de alegría. Está contento con este acontecimiento. Ama a tu pi'kosu. Y te quiere a ti"

***

"Bueno, creo que he arruinado tu momento", suspiró McCoy mientras colocaba un cuenco de sopa plomeek delante de Jim. "No puedo decir nada de tu gusto a estas alturas", miró el tazón con desagrado mientras Jim se metía la sopa en la boca con entusiasmo. "Pero supongo que significa que la bebé está sana".

"Sí", dijo Jim con calidez. No podía superar el hecho sumamente feliz de que hubiera un bebé adentro de él. Tenía una vida formándose en su vientre. Sonrió. Tenía al bebé de Spock creciendo dentro de él. No podía pensar en nada que deseara más en ese momento.

"¿Estás bien con todo esto, Jim? Es algo repentino", McCoy se sentó frente a Jim. "Quiero decir que no sabemos mucho sobre esto, podría ser peligroso. Si te sientes incómodo con algo de esto... podemos detenerlo".

"¿Quieres matarla? ¡No!". Jim parecía horrorizado. "¡Este es mi bebé! ¡Es el bebé de Spock! No puedes hablar de... ¡sacarla de mí!"

"Cálmate Jim", dijo McCoy, alarmado por el arrebato del rubio. "Sólo te estaba haciendo saber que tienes opciones. ¿Así que estás bien con esto?"

"Estoy mejor que bien, Bones", dijo Jim acariciando su vientre con cariño. "Voy a tener un bebé. El bebé de Spock. La única cosa que podría mejorarlo es tener a Spock aquí dentro siendo feliz conmigo". Jim suspiró con tristeza, terminando la sopa en un tiempo récord.

"Lo será cuando se dé cuenta de que no le odias por esto", refunfuñó McCoy. "Ahora necesitas dormir. Deja que... eh... como se llame hable con Spock y tú duerme".