¿Nueva pareja gay en South Park?

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Definitivamente tenía que comer algo o moriría de hambre. Su estómago le exigía comida y eso que apenas había pasado un día, pero tenía que aguantar y seguir alistándose para la escuela primaria.

—Ya está, todo listo. —mencionó cerrando su mochila justo para después acomodar su gorro.

Salió de su habitación, bajó las escaleras y comenzó en una búsqueda para encontrar a su padre, grande fue su sorpresa al encontrarse con Toallin... Fumando hierba...

—¡Hey, Toallin! ¿Has visto a mi padre? —preguntó el azabache tratando de ignorar el fuerte olor a marihuana que emanaba la toalla parlante.

—¿Ehh? —dio una calada a su porro —Ahh si, Randy salió hace un tiempo ¿Por qué? —volvió a calar un poco más y se fue tambaleando hacia la cocina.

—Mierda, ahora tendré que ir caminando hasta la parada del autobús...

Después de caminar por un rato miro la hora en su celular, suspiró, eran las 6:58 e iba a llegar tarde si no se apresuraba. De pronto una llamada lo interrumpió, al fijar su mirada en la pantalla pudo observar que se trataba del pequeño Stotch, contestó y siguió caminando.

—¡Stan, buenos días!

—Uh... Buenos días Butters, ¿Crees que tu padre podría recogerme? —paró en seco esperando una respuesta.

—Ehh... Déjame ver...

—Ehh

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—Ehh... Déjame ver. —separó un poco el teléfono de su oreja y volteó hacia su padre —Oye papá, mi amigo Stan pregunta si podemos pasar por el para ir a la escuela. —Nervioso, frota sus nudillos y desvía la mirada hacia cualquier lado que no fuera la cara de su padre.

—Uh, ¿Hablas del pequeño Marsh? Está bien ¿Dónde está ahora? —dijo para seguir leyendo las noticias en el periódico escolar.

—O-Oh... Espera un segundo, papi. —volvió a colocar el móvil en su oreja y con una pequeña sonrisa procedió a preguntar por la ubicación del de pompón rojo.

—Bien Stan, papá pregunta por tu ubicación. ¿Dónde estás?

—Te seré sincero, no tengo ni la menor idea.

— Oh salchichas... Espera, ¿Qué ves a tu alrededor? —Determinado por saber la dirección del azabache tomó asiento en el suelo y prestó total atención al teléfono.

—Marihuana, más marihuana ¡Mira, sorprendentemente más marihuana!

El rubio pudo escuchar suspirar a Stan a través del teléfono para luego retomar la palabra.

—Escucha, ¿Sabes qué? Dile a tu papá que me recojan en casa, iré de regreso ¿De acuerdo? Será más fácil así.

—De acuerdo Stan, nos vemos en un rato —Y sin más el pequeño rubio colgó, se levantó del suelo y dirigió su mirada hacia el mayor —Papá, dijo que fuéramos a su casa... —Sabía que llegarían tarde por ello, pero no iba a dejar a su amigo (Y su actual novio falso) abandonado.

Consecuencias de una apuesta ‹DESCONTINUADA›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora