Entré al comedor con mi capucha, podían impedirme que la usara en clases, pero no en el almuerzo. Tomo una manzana, un sándwich y un jugo de naranja y los pongo en mi bandeja para pagar.
Esto es algo mas sobre mí, mi padre siempre me llena de dinero, pero a mí no me interesa mucho, a él le importa solamente lo que la gente opine de él, por eso en la calle me trata como a una reina, pero en el momento en el que cruzamos las puertas de la casa es un completo monstruo.
Me gusta imaginar que es la historia de una Princesa que es custodiada por un ogro en una torre, que espera que un ángel, si, un ángel, no creo en los principes, la salve y la lleve a tener un "Felices por siempre", solo que, no estoy siquiera cerca de llegar a ser una princesa, no vivo en una torre, ningún ángel existe ni vendrá a salvarme y por último no llegara un "felices para siempre" lo único que si existe y pasa, es que tengo a un ogro custodiándome, Fin de la historia.Me siento en la única mesa que está vacía, a la otra esquina donde se encuentran las porristas y un par de chicos del equipo de fútbol alrededor de ellas, o más bien llamados "Popularidad máxima"
Me siento y arremango mis manga, pero al momento de ver mis muñecas me arrepiento y las vuelvo a ocultar rogando que nadie me hubiese visto, empiezo a comer y a escuchar una canción clásica en mi IPod mientras miro a la gente pasar a mi lado posando su mirada y atención en mí, pero aun así no dicen nada ni se molestan en hacer un comentario ante mi soledad y la capucha en mi cabeza.
El resto de las horas pasa, profesor por profesor se dirige a cada una de nuestras aulas y se presenta con la materia que dictaría y su nombre. Al momento en que la campana suena salgo disparada al restaurante de Mia, ella es una vieja amiga de la familia, y de hecho la única amiga que tengo, aparte de su ayudante Lee, es dos años mayor que yo. Ninguno de los dos sabe los maltratos de mi padre hacia mí, y no quiero que lo sepan, porque si eso llegase a ocurrir demandarían a padre, lo podrían llevar a la cárcel, pero el alguna vez me advirtió algo "Si esto se llega a saber, yo me iré a la cárcel, pero si me voy que valga la pena" Y lo único que pude interpretar de eso, fue una muerte segura para mí.
Cuando llego a casa, el aún no está ahí, así que corro y pongo la comida en el microondas esperando en la cocina mientras mis manos tiemblan esperando a que entre por la puerta, siempre es así, la espera logra matarme una y otra vez cada que espero la hora para mirarlo. El timbre suena y yo pongo su comida a calentar, la llave suena en la puerta y siento como esta se abre y se cierra al momento.
-¡Ya llegue! -Grita desde la puerta-.
-Ya voy -Grito esperando a que suene respetuoso, tomo una cuchara rápidamente y me muevo hacia él. Sé que, este bien o este mal, él va a buscar un pretexto fuera de lugar para desahogarse de todo el odio que trae encima, el odio contra su jefe, contra su vida, contra el mundo, pero específicamente...contra mí.
-Aquí esta -Se lo pongo delicadamente en la mesa, rogando para que este bien y para que su golpe se valla suavizando, pero al momento en que mete una cucharada a su boca, sé que algo anda mal por la mirada y la mueca que pone en ese momento, una cuchara vuela hacia mi provocando que yo me agache para no recibir el golpe, definitivamente algo andaba mal-.
-Provocaste que me quemara -Dijo molesto, yo lo mire con confusión, sabía que era estúpido hacerlo pues 1)él no me daría una explicación 2) Cuestionarlo lo molestaría mas, al igual que todo lo que hago- Tu jodido almuerzo, se calentó mucho -Esto ya era mucho, él se estaba pasando definitivamente, y si por cada pequeño e insignificante error me golpeaba, en más de un año estaría metros bajo tierra- Vete a tu habitación -Dijo frió y serio, su mirada fija en mí, haciéndome temblar del miedo- ¡Ahora! -Rugió, yo corrí escaleras arriba hasta llegar a la habitación, al parecer había logrado tener este día sin golpes-.
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Warrior Angel.-Ross.
Teen FictionElla no quería seguir con su vida tan miserable, pero él se convirtió en la salvación que no esperaba, la salvación que sin saber necesitaba y le devolvió la vida a sus oscuros días de encierro. Scarlett vive con su padre, que se ha encargado de ha...