Warrior Angel.-Ross.

Capítulo 14: Camino a Casa.

-Y bien. -Dice Ross sacandome de la ensoñación-. ¿Vas a dejar que te lleve o te quedaras aquí y seguiras siendo una chica terca?
-E-esta bien. -Tartamudeo torpemente. Ross me suelta y me guía hasta el otro lado del carro, abre la puerta para mi, espera a que suba y luego la cierra. Su olor inunda mis fosas nasales y la temperatura empieza a calentar mi cuerpo que ya se estaba congelado-.
Me quedo sentada en silencio mirando mis manos moverse con algo de incomodidad.
Ross sube al auto y cierra la puerta, empieza a conducir en silencio dejando el ambiente pesado y aburrido, abro la ventana para sacar un poco la cabeza, cierro los ojos y disfruto del viento y unas cuántas gotas de lluvia golpeando mi cara, me quedo un rato disfrutando esa sensación, cierro la ventana y me devuelvo a ver a Ross. Miro su perfil detalladamente, su cabello rubio despeinado, sus ojos color miel, su ceño fruncido con concentración y su nariz un poco arrugada... sus labios delgados y rosados.
-¿Terminaste la inspección a mi rostro? -Abro los ojos como platos e intento que mi boca no se abra en sorpresa, tomo compostura de nuevo sintiendo mis mejillas arder y regresar automáticamente mi mirada al frente mientras escucho una risa salir de sus labios-.
-Te ves muy linda con el rojo. -Giro bruscamente a él con una mirada asesina que lo hace reir aun más-. Es un cumplido, se supone que no te debes enojar.
-Pues muchas gracias. -Respondo con sarcasmo mientras ruedo los ojos-.
-¿Quieres poner algo de música? -Muevo mi cabeza afirmando- ¿Emisora o tengo unos CD'S? -Señala la guantera, la miro un poco insegura-. Abrela, ningún animal saltará a tu cara si lo haces. -Se burla girando sus ojos-.
-Tienes buena música.
-Es la primera vez que sale de la boca de alguien.
-¿Tienes a Bruno Mars con Metallica y Maroon 5? -Suelto una carcajada y él se encoje de hombros-.
-Es una muy buena mezcla para tu información. -Niego con la cabeza-. Solo pon a Bruno Mars y deja de criticar mi música. -Dice riendo-.
Pasamos cantando el camino hasta que estábamos cerca de mi casa, yo solo me limitaba a decirle a donde tenía que dirigirse mientras una suave lluvia nos acompañaba en el fondo.
-Es aquí. -Escucho el sonido del seguro del carro y me desabrocho el cinturón teniendo un estúpido debate interno sobre dejarlo pasar o no hacerlo-. ¿Quieres... -«Madre mía»- pasar? -Se mira algo sorprendido, ¡Yo estoy sorprendida! Si mi papá llega estoy jodida-.
-Si, esta bien. -Bajo del carro y él lo estaciona al otro lado de la casa, cuando baja se dirige a mi-. Por si a tu papá se le ocurre venir en carro. -«Demonios, bendita sea su inteligencia, asi mi padre pensará que es de los vecinos»-.
-Pasa. -Le indico con mi cabeza la puerta, él entra despues de mi-. Siéntate, iré a preparar cafe.
-Te acompaño.
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-¿Quieres... pasar? -Eso si fue una sorpresa, pero al parecer estoy tan ansioso que no calculo mis opciones-.
-Si, esta bien. -Respondo, ella baja y decido aparcar el carro en la casa de enfrente, mientras pienso en porque demonios no me negué, se supone que soy un "adulto responsable" a cargo de su estudiante, que es menor de edad... y ahí voy, a entrar a su casa cuando ella esta sola.
Entro a la casa y ella ofrece café así que la acompaño a la cocina.
-Sientate mientras los preparo. -La escucho y me siento en una butaca.
Pone algo en la estufa y me da la espalda, detallo mejor su vestido, en la espalda y en la cintura bien ajustada, se agacha y se saca sus tacones dándome un grandiosa vista de lo poco que el vestido oculta. «Oh Dios, esta chica no tiene compasión conmigo.» en este momento maldigo el día en el que nací hombre.
-Estos zapatos estaban matandome. -Se voltea a mi y yo no soy capaz de pronunciar palabra-. ¿Estas bien?
-Si, si, solo estaba pensado. -Pronuncio rápido y algo atropellado-.
-Oh... -Un silencio incómodo inunda la sala, ella se gira y mezcla el cafe, trayendome una taza y sentándose en la butaca frente mi, se quita el enorme brazalete de su muñeca y la masajea dejando ver unas cuantas marcas en ellas. «Oh no... que sufra cualquiera menos ella.»
-¿Que te...?
-Nada. -Dice muy seria y nerviosa de repente-.
Yo intentaba negar lo que ya era evidente; ella se estaba haciendo daño.
-¿Por qué lo haces?
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Bien, no quiero responder preguntas personales como en el primer día que nos vimos.
-Fue mi gato. -«Bien, ¿es necesario hacer una nueva lista de mentiras? Eso no es algo que él vaya a creer muy fácil, es decir, esta en mi casa y no hay ningún gato por aquí y las heridas aun no estan curadas, ¡Bien hecho, torpe!»-.
-¿Tienes un gato? ¿Dónde esta? -me mira con sus cejas levantadas-.
-Se...escapó... ayer. -Sonreí inocentemente-.
-No suenas sinceras.
-Pues tienes que creerme porque así fue.
Ross esta a punto de reprochar mi respuesta pero un freno suena en las afueras de la casa e instintivamente tomo a Ross de la mano obligándolo a salir de la cocina y seguirme mientras pienso un lugar en donde escondernos y repito la palabra "mierda" un monton de veces, lo primero que se pasa por mi cabeza es el armario de mi cuarto.
Entramos y cierro la puerta del cuarto, me empujo con Ross al largo y estrecho armario y él choca contra un estante del que caen unas cajas y dan en su cabeza, quiero echarme a reír pero recuerdo que este es un momento serio y me controlo.

La puerta del primer piso es cerrada de un portazo que hace que la casa vibre, una caja mas cae pero yo me tumbo a ella atrapandola en el aire y quedando aun mas pegada a Ross.
-¿Pero que de...?
-Shh... -Tapo su boca rápidamente con la mano que tengo libre mientras evito caerme con una de las cajas tiradas en el piso.
Unos pasos suenan en la escalera y ellos se acercan cada vez más.
-Scarlett... -La voz de mi padre se acerca-. ¿Dónde se metió? -Se escucha el susurro de mi padre fuera del cuarto-.
-Por favor no digas nada.
Susurro mientras quito la mano de la boca de Ross muy despacio, estoy parada en un pie que se esta cansando, asi que lo intento bajar sin hacer ruido pero fracaso miserablemente en mi intento y estoy a punto de caer, pero los brazos de Ross rodean mi cintura quedando perfectamente a mi alrededor.
-¿Qué es lo que pasa?
-Shh por favor... -Susurro al igua que él. Mi pecho sube y baja con la respiración acelerada, Ross no ha quitado las manos que estan al rededor de mi cintura y yo sigo sosteniendo una de las cajas con una mano que ya se está cansando. «Por favor, que se vaya rapido.» Los pasos suenan de nuevo alejándose de la habitación, mi respiración se tranquiliza y subo despacio la caja a un estante.
-Quédate aquí. -Lo miro suplicante para girar y salir con cuidado, pero él me toma por la muñeca-.
-Espera, dime qué sucede.
-Te explicaré cuándo regrese, te lo prometo, pero quédate aquí.
Explicarle esto va a ser... dificil.
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Lo mejor de la vida, regresar y ¡Bum! 1k vistas... ay :3 Gracias a tod@s. Los amo con mi cora <3