El sábado en la mañana me despierto, bajo a preparar mi desayuno y me encuentro con mi papá... Esta dormido en el sofá, ¡¿Como carajo llegó anoche y por qué no me despertó?! Empiezo a dudar de la realidad, él esta ahí acostado y no sé si deba despertarlo o simplemente dejar que duerma, tiene una botella en la mano que cuelga del sofá, esto es una broma.
Su celular empieza a sonar, corro a esconderme en el lugar más cercano fuera de su vista.
-¿Hola? -Su voz suena algo arrastrada, lo que me indica que si, esta ebrio-. Si cariño... Claro, voy para allá... -«¿Cariño? ¿Esta saliendo con alguien?» Mi mente máquina respuestas pero ninguna suena coherente-. ¡Scarlett! -Grita-. Maldita niña... ¡SCARLETT!
-¿Si? -Llego corriendo a donde el está, se pone su chaqueta y toma el pomo de la puerta-.
-No me esperes hoy. -«¡Gracias!»-.
-Esta bien. -Digo tratando de controlar mi emoción. Sale por la puerta y la cierra, permitiendome escuchar el dulce sonido del motor del auto abandonado su lugar y hago un baile poco coordinado y feliz en la puerta de la casa para luego salir corriendo para no atrasarme y llegar a tiempo a... No sé, lo que sea con Ross-.
Tomo un pantalón y una sudadera negra, de las mismas que llenan más de la mitad de mi armario. Dejo mi pelo suelto y voy al restaurante de Mia, hoy esta más lleno que nunca.
-Hola.
-Hola cariño, Estamos llenos de pedidos, me estoy volviendo loca. -Dice a toda velocidad apenas permitiéndome entender lo que dice, Miro el reloj en mi muñeca-.-Aún tengo tiempo, puedo ayudarte si quieres.
-¿Lo harías? -Muevo mi cabeza en forma de respuesta-. ¡Eres un ángel! Dile a Lee que vaya a la caja, yo iré a ayudar a la cocina y tu ayudarás con los pedidos. -Busco a Lee por el lugar, esta a punto de tomar el pedido en una de las mesas, saluda a la clientela, un grupo de chicos, me acerco a él y lo corro con la cadera-.
-Hola, seré su mesera hoy... -Lee me mira sin atender-. Y tu estarás en la caja. -Lo animo con empujones a irse-.
-¿El especial del día? -Pregunta un chico mirandome-.
-Tenemos Lasaña y Espaguetis con carne.
-Bien, Quiero un Espagueti con carne. -Apunto en un pequeño facturero lo que él ordena y dedico mi atención a los demas-.
-¿Y ustedes?
-Tengo una pregunta. -Dice uno de los chicos-.
-Claro.
-¿Si pido lasaña, viene tu número incluido?
-No. Esa especialidad no esta disponible este día. -Digo divertida-.
-¿Cuando esta entonces? -Dice el mismo chico-.
-El 30 de febrero. ¿Algo más?
-En este caso, queremos espaguetis todos. -Dice otro chico, yo intento no reirme de ellos-.
-¿Y para tomar? Hay refrescos, jugos naturales, limonada...
-Limonada.
-¿Les puedo ofrecer un postre?
-A ti.
-Dice uno de ellos.
-Mira, yo no...
-Ella no es parte del menú. -Escucho una voz a mi espalda y me sorprendo inmediatamente, ¿Que hace él aquí?-.
-¿Y él es tu...? -Pregunta un chico algo sorprendido-.
-Soy su... -Intenta responder por mi-.
-Es mi novio. -Digo en un arranque que intenta que me dejen de molestar-.
-Oh... ¿Eso significa que no me darás tu numero? -Muerdo mi mejilla interna para no reírme, este es un momento serio-.
-No.
-Entonces es todo lo que pediremos.
-Bien. -Agarro la mano de Tomás y lo empujo hacia la cocina-.
-Lo siento, sólo buscaba que me dejaran de molestar. -Siento como me sonrojo-.
-No te preocupes. ¿Trabajas aquí?
-No, estoy ayudando a una amiga, hay mucha gente en el lugar. Jamás te miré por aquí.
-Casi siempre vengo.
-Entonces te daré una mesa. -Empiezo a caminar y él me sigue y se sienta en una mesa libre-.
-¿Que te puedo servir? -Él elige y me hace reír mientras lo hace-.
-Mia. Necesito cuatro espaguetis, cuatro limonadas y una hamburguesa. -Pongo los pedidos en unos ganchos y Mia me mira divertida-.
-¿Sales con él?
-¡No! ¿Que te pasa? -Tomo unos platos y los pongo en una bandeja-.
-Es mi... Amigo. Nos conocemos hace poco.
-Si, claro. -Dijo sonando poco convencida. «Bah, que crea lo que quiera»-.
Cuando el restaurante quedó con sólo unas personas, almorcé y me arregle un poco el cabello, lista para... Ver una película con Ross. Sí, me dijo que no lo llamará profesor.
Cuando llego al parque me siento en una banca, y me dedico a buscarlo, pero no lo encuentro por ningún lado.
-Hola. -Dicen de la nada al lado mío. Realmente, por un momento creí que me había dejado plantada-. Fui a comprar helado mientras llegabas. -Mostró una bolsa en donde habían dos tarros de helado-. No sabía cual te gustaban, así que traje de chips de chocolate y de cereza, que son los que me gustan a mi. -Dice riendo. «Los adivino, también son mis favoritos»-.
-Hola. -Logro decir sonriendo-.
-¿Vamos? -Muevo mi cabeza aceptando y empezamos a caminar a su casa-.
Me siento un poco nerviosa pero aún así logro hablar con él como siempre lo he hecho, cuando llegamos al edificio donde vive, saluda al de seguridad y presiona los botones del ascensor que al instante abre sus puertas, me deja pasar primero y luego sube él, presiona el botón del piso 12, ¡Maldicion, si que es un edificio alto! El ascensor se detiene, me permite bajar y luego lo hace él, miro el pasillo donde hay 2 puertas nada más, abre la puerta número 24 y me deja pasar, empiezo a ver el lugar con curiosidad, es grande, las paredes son color hueso y los muebles están bien combinados, el lugar esta ordenado.
-Ponte cómoda. -Me sonríe y me señala la sala en donde hay un tv de pantalla plana, me siento en el sofá, él llega con refrescos y palomitas de maíz-.
-Gracias. -Digo cuando me entrega un refresco-.
Él pone la película que empieza con Q hablando sobre Margo...
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Ella estaba tan jodidamente hermosa, no podía concentrarme en la película, Maldición fue una mala idea, su risa, sus ojos, demonios, a este paso terminare enloquecido, y lo que es peor, ella es mi estudiante y no debería estar aquí, tampoco me debería gustar y debería dejar de parecer un pervertido... Pero hay tantas cosas que están mal en este momento que ya no sé si me importa que mi carrera, libertad y reputación estén en riesgo.
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Él sonreía a la pantalla, yo le sonreía a él. Se miraba tan bien. Y yo no debería mirarlo, tampoco deberían estar aquí.
Él gira y nota que lo estoy mirando, le sonrio sonrojada pero volteo mi cabeza al TV de nuevo. Los nervios han desaparecido, me siento segura a pesar de estar en donde no debería.
Giro de nuevo y él me esta mirando, me sonríe y yo le sonrío. Y él se acerca a mi, y yo también me acerco a él. Y el observa mis labios, y yo los de él. Y siento su respiración entrecortada al igual que la mía. Y noto como sus ojos me miran... Y me doy cuenta que lo hacen igual que los míos. Y... me queda seguro que no es como un profesor debería mirar a una estudiante de último año, ni como una estudiante debería mirar a la única persona que la a tomado en cuenta. Una simple corriente de aire es lo que separa sus labios de los míos, pero la magia se rompe y los cupidos voladores se estrellan cuando él se separa de mi de golpe.
-¿Quieres helado? Voy por helado. -Dice rápidamente entrando a la cocina-.
El corazón que creí haber perdido empieza a palpitar de nuevo, ¿¡Por qué no acorte esa distancia!?
Y Q sigue buscando a Margo. Y yo sigo esperando ese beso que no pudo ser, y puede que tampoco sea.
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Tardé en escribir esto... Porque no estaba segura de si los hacia besar o no, pero no. Muajaja :v
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Warrior Angel.-Ross.
Novela JuvenilElla no quería seguir con su vida tan miserable, pero él se convirtió en la salvación que no esperaba, la salvación que sin saber necesitaba y le devolvió la vida a sus oscuros días de encierro. Scarlett vive con su padre, que se ha encargado de ha...