Capítulo 12: Castigos.

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(Martes)

Despierto con el sonido del infernal despertador, con el ánimo inexistente y con menos ganas de seguir que lo que ya es normal.
Podría faltar al colegio con la excusa de la fiesta del Ogro, o tal vez se podría decir que la comida de la señora Thompson me hizo mal, pero por otro lado... pueden llamarlo del colegio y estaré jodida.
Punto para el estúpido colegio.

Dos horas de historia...¿Quien mierda diseñó el horario? Sí, me gusta la historia, pero mirar a una señora con el ánimo en los aires no era algo que me agradaba demasiado, y menos en este momento. Luego de dos largas horas que tenian que ver más con la vida de la profesora que con la misma clase me dirigí a la tercera, luego a cafetería en dónde evite totalmente a Tomás, no quería sus disculpas y si no se iba a disculpar, no queria verlo de todos modos.
Pasé tranquila hasta mi última hora; música.
Un Ross aburrido y serio entra a la sala, sonrío instintivamente sin evitar sentirme tonta por verme como todos las demás chicas, por lo que me doy un par de cachetadas mentales para ver si reacciono y borro esa sonrisa. No, sigue ahí.
-Tengo un anuncio para ustedes. Pasa. -Le manda a alguien al otro lado de la puerta, entra un chico que hace que mi sonrisa desaparezca y me den ganas de hacerme una bolita y desaparecer mientras que las demás se ponen derechas, podría jurar que hasta los chicos se alegraron de verlo-. El Señor Thompson ha decidido cambiarse de salón. -Tomás busca en toda la sala hasta que se topa con mi mirada y sonríe de oreja a oreja, yo solo intento cambiar mi mueca por una sonrisa que no sé si logro alcanzar-. Y estará con nosotro, espero que lo traten bien, puede sentarse... -Ross mira la sala al mismo tiempo que yo lo hago, el único puesto vacío esta a mi lado. «No me sorprende mi suerte»-. Ahí. -Señala a mi lado y lo veo caminar con una sonrisa-.
-Se te puede pegar lo raro si te acercas mucho. -Escucho que alguien le dice, giro a ver «¡Vaya! De nuevo, no me sorprende» y Britt esta tras él, Tomás me sonríe y se gira hacia ella con una mirada coqueta. «¡No inventen!»-.
-Cariño, -Puedo ver a Britt casi derretirse con esa sola palabra-. dile rara o como quieras, pero a ella la conozco hace solo días y a ti hace años, y aun así me cae mejor que tu. -Le dice sin quitar la sonrisa para luego girar y mirar al frente. Lo miro con sorpresa al igual que Britt y los curiosos que trataban de escuchar la conversación. Segundos despues un papel cae en mi mesa-.

"Que clase de brujería le hiciste? Zorra ♥"

La misma caligrafía de siempre.

"Asi que cambiaste de 'Britt' a 'Zorra ♥' Eso esta bien, va mas con tu personalidad :)"

Tiro el papel para atrás sin importarme si le llega o no.

"No jueges conmigo, maldita. Alejate de él, te lo advierto, Tomás es mío"

"Es una amenaza? Pero que bajo has caido. Por cierto, yo no soy quien se acerca ;) ve a ladrar con tus amigas...oh, cierto, no tienes."

Tiro el papel una vez mas. Y miro al profesor acercarse a Britt que escribe algunas cosas en el papel.

-Veo que ustedes dos ya se llevan bien. -Pongo cara de molestia al igual que ella y el profesor toma el papel de sus manos y comienza a leer-. Esas no son palabras para una señorita. -Maldicion, como me molesta eso, 'mimimimi' hago muecas imitandolo sin pensarlo y sin fijarme si me mira o no. Algunos de la sala se rien-. Estan castigadas. Y usted por 2 días.
-¿Qué, por qué?
-Miré lo que hizo. -Me giña un ojo y se va a sentar dejandome sin aliento-. Pueden comenzar el taller.

Media hora despues suena el timbre y todos comienzan a tomar sus cosas, Britt sale disparada y gruñendo de la sala. Yo toco el hombro de Tomás para llamar su atención.
-Gracias por...defenderme. No debiste hacerlo.
-Sólo dije la verdad. -Sonrie-.
-Te lo agradezco pero de verdad, no debiste hacerlo. Britt me odia y ahora será peor.
-Hey, si lo que temes es que te haga algo, no te preocupes no se lo permitiré. -Por primera vez en mi vida se podria decir que me siento algo protegida y sin manejar mi cuerpo me tire a abrazarlo-.
-Gracias por... -Una voz aclarándose suena a mi espalda y lentamente me separo de Tomás-.
-Ustedes, par de tortolos...-dicen con diversión-. Estan castigados. -Me giran del hombro y mis ojos se encuentran con otros que pasan miles de emociones, pero algo me dice que la mayoría de ellas no son buenas-. Señorita Doyle. Tres dias de castigo para usted. -Dice serio, cual zombie para luego girar y empezar a caminar-.
-¡Al demonio! -Susurro-.
-Cuatro días. -Sonríe girando hacia mi-.
-Pero...
-Cinco. -Mi boca se abre en asombro y tengo ganas de gritarle muchas palabras que no son para una jodida señorita en este momento-. Pueden retirarse a menos que quieran mas días de castigo.
Suelto un bufido y salgo sacando humo por las orejas. «Patético castigo, patética clase, patético recreo... ¡Patética mi vida!»
-Oye tu... -Gritan detras de mi, Britt sale del baño buscando mas motivos para dañar mi día-. No te...
-¡Jodete! -Gruño molesta dejándola con la boca abierta y saliendo, ignorándola por completo, me lamentaría de ese acto luego-.
Llego a la casa sabiendo que aun tengo tiempo para arreglarme a mi gusto.
Escojo un vestido que me parece adecuado, (En multimedia) me doy un baño largo y que parece quitar la tensión de mi cuerpo, me visto, peino y pongo maquillaje en mi cara; sombras, base, corrector, delineador, labial, etc. Tengo que estar muy bien presentada para que se coman el cuento de la hija perfecta y la familia feliz.
Bajo a la sala ya lista hasta que suena el motor de un auto. Salgo y el Ogro me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa y subo al auto.
-Te ves muy bien. -Hace su cumplido seco y sin gracia-.
-Gracias
-Tendras que venir caminando, yo me voy a quedar con Freddy y con Matty.
-Esta bien. -No me molestaba caminar, pero teniendo en cuenta que usaba tacones, solo tenia que rogar que el lugar no fuera tan lejos-.
Una hora y treinta minutos de camino despues me di cuenta que la suerte no estaba conmigo...de nuevo.
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Warrior Angel.-Ross. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora