Llegamos a la casa de Tomás e inmediatamente me empiezan a sudar las manos y mis nervios se alborotan.
Miro la estructura de la casa, es grande y color amarillo pastel. Tiene un jardín delantero envidiable que hace notar el tiempo que se ha gastado en el, lo empezamos a cruzar por un camino de piedras que hace un poco mas difícil caminar con los tacones que no uso hace tiempo.
-¿Te sientes bien? -Tomás me mira preocupado. Asiento con la cabeza- Es que te callaste tan de repente. -«¿A si?»-.
-Si, estoy bien.
-Entonces entra. -Dice mientras ríe un poco, no sé que tan nerviosa estoy, pero el hecho de que ni siquiera note cuando abrió la puerta dice mucho, no soy muy buena en eso de entablar una conversación y la verdad estar sentada frente a los padres de Tomás por alguna ridícula razón me pone muy nerviosa-.
-Gracias. -Sonrío y paso esperando a que Tomás cierre la puerta, giramos y antes de empiezar a caminar unos pasos vienen hacia nosotros-.
-¡Hola! -Dice una cantarina voz que hace que levante mi vista rápidamente-. Tu debes ser Scarlett. -Asiento y sonrío-. Soy Kler. Es un gusto conocerte, Tomás nos ha hablado muy bien de ti. -Sonrie ella y justo en ese momento entra un señor, de cabello castaño y ojos serios y cansados-.
-¿Scarlett?
-Scarlett Doyle. -Digo estrechando su mano-.
-Tim Thompson.
-Un gusto.
-Scarlett, nosotros queriamos agradecerte por haber ayudado a nuestro hijo, él nos dijo lo que hiciste por él ese día.
-Fue un placer ayudar a su hijo, señora Thompson. -Le sonrío y un silencio un tanto incómodo aparece-.
-Vamos al comedor, hace mucho frío aquí. -Nos invita la señora Thompson-.
Ella se parece a la persona que fue alguna vez mi madre antes que mi padre acabara con ella, dulce, paciente, cariñosa, con el amor por su hijo y su esposo saliendo por sus poros.
Y su padre, tiene algo en común con quién desgraciadamente sigue siendo mi padre; antipático y serio, pero hay una diferencia abismal, él tiene amor para dar, no para mi seguramente, pero si para su familia, para su matrimonio.
-Y bien, ¿Que hace tu padre, Scarlett? -Pregunta con una sonrisa la Señora Thompson-.
-Es jefe de ventas del Jaguar de la ciudad.
-¿Autos?
-Si. -Digo sonriendo-.
-¿Y tu madre? -Bajo la cabeza sin poder evitarlo-. Ella... no ha despertado de un coma hace algunos años.
-Oh, cuanto lo siento, linda.
-Esta bien. -Intento darle una sonrisa tranquilizante para calmar su mirada llena lástima, giro a ver al señor Thompson que no ha despegado la mirada de mi en ningun momento, sigue serio y con la mirada fria, pero no me importa si es calido y amigable conmigo, eso da igua.
-Así que tu padre es el único que te sostiene. -Habla el Señor Thompson por primera vez despues de que nos presentamos y lo hace con seriedad-.
-Si.
-Y supongo que tu eres la típica chica que no hace nada por ayudar a salir de la pobreza. -«Dijo que no hago nada y ¿Pobreza, es lo que le preocupa?» Intento que mi boca no caiga en sorpresa-.
-¿Disculpe? -Digo sin entenderlo-.
-Si, llegas y a dormir, no haces nada ni por ti, ni por nadie. Tienes cara de ser de esas.
-No quiero ser grosera, pero es algo que no es de su incumbencia y si ese fuera el caso, que de todos modos no lo es, a usted no debería importarle -Un silencio incómodo inunda la sala-.
-¿Y tienes novio?
-No. -Le responde el señor Thompson a su esposa en mi lugar, me empiezo ya a cabrear con esto-. Se nota que no es de uno solo. -«Que se vaya a la mierda, ¿Acaso tengo cara de puta?»-.
-¡Suficiente! -interrumpe Tomás-.
-Solo estoy hablando con la verdad. -Dice tranquilo mientras corta un trozo de su plato. «Pero que maldito»-.
-No, estas siendo grosero.
-Esta chica tiene la palabra "Cuidado" en su frente. Y a ti te preocupa que sea grosero.-Dice levantándose asiento-.
-¿¡Y qué si la tiene!?
-¡A la mierda! -Me levanto de golpe de mi asiento-. ¡Me largo! Señora Thompson estuvo delicioso. Es una pena que su esposo no me permita seguir hablando a gusto con usted, porque usted es muy amable...a diferencia de él. -Digo mirándolo mal-. Y usted Señor Thompson, si lo que le preocupado es que tendré a su hijo trabajando para mi mientras yo me voy a tirar a otros tipos, dejeme decirle que se equivoca de persona, vine porque "Usted estaba agradecido porque ayudé a su hijo" -Hago comillas aéreas-. No para pedir su mano y tampoco vine para que me humillara de esta manera sin siquiera conocerme un poco. Ahora con su permiso, me largo de su jodida vista. -Le sonrío de la manera mas hipócrita y salgo de donde estoy, si me va a odiar espero haberle dado las suficientes razones para hacerlo-.
Cuando estoy caminando por el camino de piedras del jardín, Tomás llega corriendo a mi lado.
-Lo siento tanto.
-Hey, no fue culpa tuya. Todo esta bien.
-Lo que hiciste fue genial.
-Lamento por ti haber sido tan grosera con tu padre.
-Creo que se lo merecía. -Dice riendo-.
-Ya me voy.
-Voy a dejarte si quieres.
-Descuida, conozco el camino. -Beso su mejilla y empiezo caminar. Cuando estoy a algunas cuadras de mi casa el coraje que habia tomado para hablarle así al padre de Tomás se empieza a desvanecer y es reemplazado por algo que duele desde el fondo. Eso que he sentido por el jodido 90% de las personas que llegan a mi vida, personas que llegan y se van. Ese maldito rechazo y repelús hacia mi.
Cuando llego a mi casa las luces estan apagadas asi que tranquilamente paso a mi cuarto y me encierro en mi baño y desgarro mis muñecas sin cuidado ni compasión por ellas ni por su aspecto. Habia sido un golpe bajo, de esos que dejan un dolor en el pecho, de esos que pasan arrasando con sentimientos a su paso. De esos que no duelen en el cuerpo, de esos que duelen en la mente, de los que duelen en las noches oscuras.
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Escribí esto a las 3 de la mañana hace 2 días y no sabia si subirlo o no... pero en fin, aqui esta.
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Warrior Angel.-Ross.
Roman pour AdolescentsElla no quería seguir con su vida tan miserable, pero él se convirtió en la salvación que no esperaba, la salvación que sin saber necesitaba y le devolvió la vida a sus oscuros días de encierro. Scarlett vive con su padre, que se ha encargado de ha...