❇ Gradient ❇

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Ser un niño, casi adolescente era duro. En especial porque las hormonas habían incrementado y ahora se sentía caliente y depresivo al mismo tiempo. A veces también quería pelear sin motivos. Odiaba los trece.

Cuando se fue su madre, sentía la necesidad de llorar a toda hora y por esos mismos motivos se había ausentado del colegio. Había sido duro pasar de grado en casa y no haber conocido a nadie realmente. Ahora todos parecían tener a sus amistades y él era un cero a la izquierda. Estaba solo la mayor parte del tiempo mientras los demás le veían raro. Algunos incluso se atrevían a hablar de su condición asmática y de la muerte del pintor. Le molestaba que eso fuera lo que hablarán de él.

Paper parecía adaptarse bien. Ahora que el mayor de los gemelos estaba en un salón distinto, parecía tener más amigos, se alegraba por él. Aunque a veces le tenía celos. Quería alguien con quién hablar.

La gota que derramó el vaso fue cuando en plena clase de inglés, un idiota comenzó a molestarlo por la muerte de su "madre", sería algo que ignoraria, si no fuera por que realmente había sido muy ofencivo.

"¿Y qué fue lo que lo mató?¿Fue que se volvió loco por meterse su pintura a la nariz o fue por qué tuvo que criar y mantener vivo a un desperdicio de oxígeno como tú?"

El miope se levantó de su banca sin decir nada y golpe sin piedad a su compañero en la nariz, rompiéndosela por el impacto.

Lo peor fue que allí no se detuvo, pues tomo su diccionario y comenzó a golpearlo una y otra vez hasta que la profesora fue a separarlo. Sus compañeros veían con asombro y miedo la reacción de Gradient ante uno de los "matones" del salón.

  - ¡ESPERO VER A TU ESTÚPIDA MADRE MUERTA, PARA BURLARME Y BAILAR EN SU TUMBA MIENTRAS TÚ LLORAS!.- Lo habían sacado del salón y llevado a detención, dónde llamaron urgentemente a su familia.

Los adultos discutían, mientras el niño había quedado afuera de la oficina del director, los maestros y especialistas de la escuela le veían con preocupación y rechazo, mientras su tío Geno y su padre trataban de enmendar las cosas. Suspiro cansado, no quería quedarse allí a recibir más sermones.

Se levantó de su lugar y camino lejos de allí, seguramente ya la escuela estaría casi vacía por la hora. Se fue a sentar cerca del estacionamiento, un rincón apartado y escondido por unos arbustos para que le dejarán en paz.

Por toda la conmoción sus pertenencias seguramente seguirían en el salón. Tal vez el personal de limpieza lo llevaría a las cosas perdidas o un profesor las llevaría a la dirección. Cerro sus ojos, tratando de calmarse y pensar en que le diría a su familia. Ink ya se había ido hacía meses, casi el año, y aún no era capaz de hablar del tema con tranquilidad.

Una pelotita de esponja había golpeado su cabeza, sacándolo de su miseria y volteando a ver el objeto. No era pesada, incluso era muy pequeña. La  tomo entre sus manos, seguramente algún estúpido la había volado.

  - ¡Se fue por acá!.- la voz de un chico le hizo levantarse, dejando la pelota olvidada y tratando de huir, pero al parecer había sido descubierto. Un niño más o menos de su edad le miro con confusión.- Hola.- hablo con naturalidad el contrario. Gradient solo saludo con la cabeza, sin decir nada.- eres muy callado.- era un niño más o menos de su altura, un poco más alto por centímetros, pero parecía ser amable.- oye ¿Viste una pelotita? Estábamos jugando y alguien le pegó muy fuerte.- el moreno señaló con su dedo, haciendo que el otro la levantará feliz.- ¿Sabes hablar? Eres como un gato, no haces mucho ruido.

  - Ah-

  - ¡Si sabes hablar!.- el más alto le tomo de su mano, estremeciendo un poco a Gradient por el contacto.- ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Meteo.

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