Vin Jin comienza a confundirse respecto a un chico. No sabe que desea de él, ¿es que acaso ese muchacho le gusta? No tiene idea, y no piensa admitir que es así.
Había creido seriamente que era una chica, pero resulto siendo un chico nerd.
Se niega...
Sin duda le parecía la chica pelirroja más linda que pudo haber visto
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La charla en el departamento de canto y bailé esta en un tono alto, siendo escuchada fácilmente desde fuera del salon.
- Imagina que llegue tu hermano diciendo que le gusta un hombre, que puto asco... - Dice uno de los chicos, expulsando el humo de su cigarro mientras rie.
- ¡Que asco! Sería más asqueroso que este con uno de esos maricas que se visten de mujer... ¡Puaj! - Otro de ellos hace una seña como si vomitara, demostrando el asco que tenía hacia esas personas.
Mientras escuchaba la conversación, hacía uno que otro garabato en su hoja de tarea, no le importaba mucho sobre lo que hablaban, por lo que cuando ya más personas se unieron y empezaron a discutir, ya le estaba molestando.
- ¡Cierren la boca! - Grito golpeando la mesa, haciendo que algunas chicas se asusten. - ¡Molestan con esa mierda! - Se levanto molesto junto a su amiga para salir del salón.
Se comenzó a dirigir al comedor a comprar algo para comer, mientras la chica lo seguía.
- Sabes, es posible que tu seas un homosexual también, uno reprimido. - Dijo de repente la rubia, soltando una pequeña risa.
- ¡No digas eso! Que asco, imagínate ser uno de esos... ugh... - Se quejó mirando hacia atrás a la rubia, cosa que no tuvo que hacer.
Sus pies se cruzaron, provocando que se cayera por las escaleras.
Y aterrizará a los pies de una linda pelirroja.
Sus lentes se movieron un poco, permitiéndole ver el hermoso rostro lleno de pecas de la persona cerca de él, sin poder ver aquellos ojos que se ocultaban detrás de unas gafas redondas de un blanco muy opaco.
- ¡Tarado! - La rubia reía aún en la parte de arriba, viendo al chico tirado, quien veía embobado a la pelirroja frente a él.
- Uhm... ¿Te... te encuentras bien? - Pronuncia el más bajo, extendiendo su mano frente al pelinegro.
- Huh, mierda... - Se apoyó en su mano izquierda para levantarse, escuchando la suave y baja voz de la persona enfrente de él.
Levanto la mirada, buscando ver mejor aquel rostro.
Un bello cabello de un tono anaranjado, desordenado pero podría decir que de una forma algo adorable o hermosa, cada mechón se veía medio ondulado, se podía notar como si se lo tratara de planchar; su tez era de un color canela, en sus pómulos se veía un lindo tono rosa, se veían demasiadas pecas esparcidas por su rostro, haciéndola ver divina, penso Vin.
Ohh, que bella chica...
- Disculpa, ¿te encuentras bien? - Repitió la pregunta al no obtener una respuesta del pelinegro.
- Eh... ¡Agh, mi pierna! No puedo caminar... - Se comenzó a quejar de un supuesto dolor en la pierna, pues si le había ocurrido en la mano, pero no tendría sentido.
- Ah, no te preocupes... supongo que tu amiga te puede llevar a la enfermería... - Miro a la escalera buscando a la chica, pero esta ya no estaba. - Oh... su... supongo que te llevaré yo... - Dijo algo desanimado, pero tratando de sonreir, haciendo que a los ojos del más alto se vea tímida y avergonzada.
¿Por que sera? Se preguntó el "herido", pero no se le ocurría una respuesta, excepto una:
Estaba interesada en él.
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La chica dejaba que pase su brazo por sus hombros, se dio cuenta de que era más baja que el, casi una cabeza menos.
- ¿Y cómo te llamas? - Preguntó con una sonrisa.
- Eh... bueno, mis compañeros me dicen El... - Contesto con un leve sonrojo, mientras seguía mirando las puertas, buscando urgente el nombre "enfermería" en una de ellas.
- Hermoso apodo. - Dijo acercando un poco más su cabeza a la otra. - Yo me llamo Vin Jin. - Se presentó.
- Oh... eh... lindo nombre... - Dijo algo nerviosa, sin saber que más decir.
- Lo sé.
Los minutos pasaron.
Y al ya estar en la enfermería, El dejo a Vin en una silla, mientras se iba a fijar en unos cajones si había alguna pastilla para el dolor.
Después de todo la enfermera no esta allí.
- ¿Una aspirina...? ¿Eso estaría aquí..? - Se preguntaba viendo los nombres en las pastillas.
- Oh. - Soltó el pelinegro cuando la campana sonó, indicando que el receso ya había empezado. - Oh, wow, de repente el pie no me duele más... - Se levanto con una sonrisa.
- ¿Eh..? Creí que te dolía la pierna... - Dijo confundida, viendo que el más alto se le acercaba. - ¿Sucede algo..? - Pregunto algo inquieta.
- Gracias por la ayuda. - Dijo cerca de su rostro. - Te veré pronto, pelirroja. - Se alejo y salió de la habitación.
