Vin Jin comienza a confundirse respecto a un chico. No sabe que desea de él, ¿es que acaso ese muchacho le gusta? No tiene idea, y no piensa admitir que es así.
Había creido seriamente que era una chica, pero resulto siendo un chico nerd.
Se niega...
Luego de hablar con Vin se había dirigido a su salón, donde sus amigos lo esperaban.
Habían acordado encontrarse en otro lugar, Elías sabía que si se encontraban afuera de la escuela, fácilmente Jace o Vasco lo encontrarían, y no quería meterlos en su problema.
Al llegar a su salón sus amigos estaban allí, al parecer la profesora no iría ese día.
Tendría tiempo de planear algo.
Agarro su celular y puso el chat con Dean.
Mientras sus amigos juegan, él hablaría con el chico, para pedirle ayuda con su problema, podía confiar en el, lo sabía y lo haría.
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Hora de salida, 15:00 p.m.
Habían salido más temprano debido a que se había ausentado un profesor, Elías de dirigía al parque donde "hablaría" con Vin.
Decidió pasar al baño a mojarse la cara, tenía calor y el traje de los nudillos ardientes era algo abrigado, ahora entendía por que Vasco mostraba sus músculos en esa musculosa, era verdad que no lo hacia aproposito.
Al salir de allí sus amigos lo atraparon desprevenido, invitándolo a beber un café, todos juntos, una salida de amigos.
— Tengo un asunto que atender y... — Vasco lo miraba sonriendo, era la primera vez que saldrían juntos a hacer algo como amigos, todos los nudillos ardientes. — Estaría bien... — Por un momento recordó a Vin, ¿sería peor no ir? bueno, ahora saldría con sus amigos y le restaría importancia al asunto.
— Genial. — Damon de pronto lo levanto para llevarlo en su hombro. — Dime, El, ¿Que te gusta más? ¿Patitos o gatitos? — Pregunto comenzando a caminar, Elías lo pensó.
— Los gatitos, definitivamente, son tan mimosos y bonitos. — Sonrió mientras hablaba feliz. — Quiero decir, ronronean y cuando agarran confianza se ponen boca arriba, los amo. — Mientras seguía hablando no se había dado cuenta que había mezclado las palabras de ambos idiomas, dejando intrigados a los chicos.
— Los gatitos son muy tiernos, elegiste bien, pero los patitos también lo son. — Opino Damon ignorando su mezcla de idiomas.
Siguieron hablando en el camino a la cafetería, donde todos pidieron lo que querían, como Jace trabajaba allí hablo un poco con ellos para luego ir a buscar sus pedidos.
— Por cierto... — Mason miro a Elías, quien recibía la taza de chocolatada que había pedido. — ¿Cual era el asunto que debías atender? Si es importante podríamos ayudarte. — Dijo con amabilidad, todos lo miraron, el pelirrojo se encogió en su lugar, Jace, quien le había llevado los pedidos a todos, también lo miro.
— Tenía que... cuidar a la bebé de mi vecino... — Recordó el trabajo que hacia algunos días, lo cual lo salvó, pero causó que hagan más preguntas.
